La palabra Palmas ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Bodega de Vicente Blasco Ibañez
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra
La Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»
El príncipe y el mendigo de Mark Twain
Niebla de Miguel De Unamuno
Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne
Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
Un viaje de novios de Emilia Pardo Bazán
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece palmas.
Estadisticas de la palabra palmas
Palmas es una de las palabras más utilizadas del castellano ya que se encuentra en el Top 5000, en el puesto 4353 según la RAE.
Palmas tienen una frecuencia media de 21.04 veces en cada libro en castellano
Esta clasificación se basa en la frecuencia de aparición de la palmas en 150 obras del castellano contandose 3198 apariciones en total.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Palmas
Cómo se escribe palmas o palmaz?

la Ortografía es divertida

El Español es una gran familia
Algunas Frases de libros en las que aparece palmas
La palabra palmas puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 601
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Una canturía a media voz elevábase sobre el murmullo de las conversaciones. Eran los gitanos que continuaban su comida extraordinaria. La tía _Alcaparrona_ había sacado de bajo de sus faldas una botella de vino para celebrar su buena fortuna en la ciudad. La prole salía a sorbo en el reparto, pero la vista del vino era suficiente para esparcir la alegría. _Alcaparrón_, con la vista puesta en su madre, que era la mayor de sus admiraciones, cantaba acompañado de las palmas que batían en sordina todos los de la familia. El gitanillo gemía «sus pesares y sus penas» con ese sentimentalismo falso de la canción popular, añadiendo que «al escucharle un pájaro, se le habían caído de sentimiento las plumas a millares»; y la vieja y su gente le jaleaban, alabando su gracia con tanto entusiasmo como si se alabasen ellos mismos. ...
En la línea 956
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... La gente estaba lo mismo, como si el líquido se hubiera derramado en el suelo: solamente el tocador rasgueaba con más fuerza y los demás batían palmas con una agitación loca, gritando a un tiempo para jalear al viejo bailarín. El respetable padre de las _Moñotieso_, abriendo la boca desdentada y negra con femeniles gritos, movía sus caderas descarnadas, hundiendo el vientre para hacer surgir con mayor relieve la parte opuesta. Sus mismas hijas celebraban con grandes risotadas estos alardes de una vejez envilecida. ...
En la línea 1020
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Afuera, en el patio, sonaba la guitarra del señor Pacorro, y las cantaoras, roncas por el vino, acompañábanla con gritos y palmas. ...
En la línea 1363
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Batiendo palmas unos, y chocando otros las botellas vacías, como si fuesen palillos, jalearon las famosas sevillanas de María de la Luz y el señorito. Ella bailaba en medio del corro frente a Luis, con las mejillas enrojecidas y un brillo extraordinario en los ojos. ...
En la línea 6361
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Negociante necio, negociante mentecato, no te apresures; espera sazón y coyuntura para negociar: no vengas a la hora del comer ni a la del dormir, que los jueces son de carne y de hueso y han de dar a la naturaleza lo que naturalmente les pide, si no es yo, que no le doy de comer a la mía, merced al señor doctor Pedro Recio Tirteafuera, que está delante, que quiere que muera de hambre, y afirma que esta muerte es vida, que así se la dé Dios a él y a todos los de su ralea: digo, a la de los malos médicos, que la de los buenos, palmas y lauros merecen. ...
En la línea 6929
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Yo, Sancho, nací para vivir muriendo, y tú para morir comiendo; y, porque veas que te digo verdad en esto, considérame impreso en historias, famoso en las armas, comedido en mis acciones, respetado de príncipes, solicitado de doncellas; al cabo al cabo, cuando esperaba palmas, triunfos y coronas, granjeadas y merecidas por mis valerosas hazañas, me he visto esta mañana pisado y acoceado y molido de los pies de animales inmundos y soeces. ...
En la línea 10181
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... No faltaron jaleadores, y sonaban las palmas mientras cantaba el mediquillo con voz ronca y melancolía de chulo: a coooosa que maravilla mamá ver al Frascueeeelo la pantorriiiilla mamá. ...
En la línea 13385
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... —Doña Paula, por medio del Chato y otros ayudantes, doña Petronila, su cónclave, Ripamilán, el mismo Obispo, que había abrazado al Magistral en la catedral poco después de bendecir las palmas, todos estos, y otros muchos, eran propagandistas entusiastas de la gloria reciente, fresca de don Fermín, de su triunfo palmario sobre las huestes de Satán. ...
En la línea 340
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... Este suceso casual la armó instantáneamente de un plan que valía más que todas sus maquinaciones combinadas. Al punto se puso febrilmente, pero silenciosamente, a trabajar, a encender de nuevo su vela, diciéndose: 'Si entonces lo hubiera visto lo habría sabido. Desde aquel día, cuando era pequeño, en que la pólvora estalló en su cara, no ha sido sobresaltado de pronto, ni de sus sueños ni de sus pensamientos, sin llevarse las manos a los ojos, como lo hizo aquel día, y no como lo harían otros, con las palmas hacia dentro, sino siempre con las palmas hacia fuera. Lo he visto cien veces, y no ha variado nunca ni fallado nunca. ¡Sí, pronto lo sabré, ahora!' ...
En la línea 1346
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... Las mejillas del fingido rey estaban rojas de excitación, sus ojos centelleaban, sus sentidos hormigueahan en un delirio de placer. En aquel punto, justo cuando alzaba su mano para arrojar otra dádiva generosa, vio una cara pálida, asombrada, que se estiraba hacia adelante en la segunda fila de la muchedumbre, sus intensos ojos clavados en él. Una espantosa consternación lo traspasó. ¡Reconoció a su madre! Y sus manos volaron hacia arriba, con las palmas hacia afuera, a cubrirse los ojos –ese ademán involuntario nacido de un episodio olvidado y perpetuado por la costumbre–. Un instante más y ella se había desprendido de la muchedumbre, pasó por entre los guardias y estaba a su lado. Abrazó la pierna del niño, la cubrió de besos, gritó: ¡Oh, mi niño, vida mía!', alzando hacia él un rostro transfigurado de alegría y de amor. En el mismo instante un oficial de la guardia real la arranco de allí con una maldición, y la envió tambaleándose al lugar de donde vino, con un vigoroso impulso de su fuerte brazo. Las palabras '¡No te conozco, mujer!' caían de los labios de Tom Canty cuando este lastimoso incidente ocurrió, pero le hirió hasta el corazón verla tratada así, y cuando ella se volvió para mirarle por última vez, mientras la muchedumbre la apartaba de su vista, la mujer se veía tan herida, tan descorazonada, que la vergüenza que lo cubrió consumió su orgullo hasta las cenizas y marchitó su usurpada realeza. Sus grandezas se le descubrieron; parecían sin valor desprenderse de él como harapos podridos. ...
En la línea 2020
del libro Niebla
del afamado autor Miguel De Unamuno
... Al oír esto quedóse el pobre hombre mirándome un rato con una de esas miradas perforadoras que parecen atravesar la mira a ir más allá, miró luego un momento a mi retrato al óleo que preside a mis libros, le volvió el color y el aliento, fue recobrándose, se hizo dueño de sí, apoyó los codos en mi camilla, a que estaba arrimado frente a mí y, la cara en las palmas de las manos y mirándome con una sonrisa en los ojos, me dijo lentamente: ...
En la línea 1290
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Ned Land conocía la manera de utilizar esos árboles. Manejando el hacha con gran vigor, derribó dos o tres sagús, cuya madurez denunciaba el polvillo blanco que recubría sus palmas. ...
En la línea 2619
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... ¡Qué lucha! El mismo Ned Land acabó batiendo palmas, entusiasmado. El Nautilus se había tornado en un arpón formidable, blandido por la mano de su capitán. Se lanzaba contra las masas carnosas y las atravesaba de parte a parte, dejando tras su paso dos movedizas mitades de cachalote. No sentía los tremendos coletazos que azotaban a sus flancos ni los formidables choques. Exterminado un cachalote, corría hacia otro, viraba rápidamente para no fallar la presa, se dirigía hacia adelante o hacia atrás, dócil al timón, sumergiéndose cuando el cetáceo se hundía en las capas profimdas o ascendiendo con él cuando volvía a la superficie, golpeándole de lleno u oblicuamente, cortándole o desgarrándole con su terrible espolón, y en todas las direcciones y a todas las velocidades. ¡Qué carnicería! ¡Qué ruido en la superficie de las aguas producían los agudos silbidos y los ronquidos de los espantosos animales! En medio de aquellas aguas ordinariamente tan bonancibles sus coletazos producían una verdadera marejada. ...
En la línea 3980
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑No, es mejor que cantemos Cinq sous… Anda, Kolia: las manos en las caderas, y a moverse vivamente. Y tú, Lena, da vueltas también, pero en sentido contrario. Poletchka y yo cantaremos y batiremos palmas. ...
En la línea 442
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... Volviose Lucía con la rapidez de un muñeco de resorte, y batiendo palmas, gritó como una loca: ...
En la línea 820
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... -Añaden que, eso sí, es un hijo como pocos… a su madre la trae en palmas. Ella cuentan que es una señora muy fina, de la aristocracia francesa… muy delicaducha de salud, y aun creo que allá en sus juventudes… ...
Más información sobre la palabra Palmas en internet
Palmas en la RAE.
Palmas en Word Reference.
Palmas en la wikipedia.
Sinonimos de Palmas.
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