Cómo se escribe.org.es

La palabra jarrote
Cómo se escribe

Comó se escribe jarrote o garrote?

Cual es errónea Garrote o Jarrote?

La palabra correcta es Garrote. Sin Embargo Jarrote se trata de un error ortográfico.

El Error ortográfico detectado en el termino jarrote es que hay un Intercambio de las letras j;g con respecto la palabra correcta la palabra garrote

Más información sobre la palabra Garrote en internet

Garrote en la RAE.
Garrote en Word Reference.
Garrote en la wikipedia.
Sinonimos de Garrote.


la Ortografía es divertida

Algunas Frases de libros en las que aparece garrote

La palabra garrote puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1355
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... La lucha no tenía fin hasta que pasaba algún carretero que enarbolaba el látigo, o salía de las barracas algún viejo, garrote en mano. ...

En la línea 316
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --Te colocaré en mi cortijo de Matanzuela--dijo acariciando con amistosas palmadas a Rafael, como si fuese un nuevo discípulo.--El aperador que tengo es un viejo medio cegato, del que se ríen los gañanes. Y ya sabemos lo que son los trabajadores: ¡mala gente! Con ellos, el pan en una mano, y el garrote en la otra. Necesito un hombre como tú, que los meta en cintura y cuide mis intereses. ...

En la línea 502
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --Este es _Alcaparrón_, del que usté habrá oído hablar seguramente. El gitano más ladrón de too Jerez. Si hubiese justicia, hace tiempo que le habrían dao garrote en la plaza de la Cárcel. ...

En la línea 596
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Como prueba de su existencia novelesca, sólo había un muerto, un asesinato vulgarísimo en un país de vino y de sangre: y por este homicidio habían muerto unos cuantos trabajadores en garrote vil, y centenares de infelices como él vivieron en la cárcel sufriendo tormentos que a algunos les costaron la existencia. Pero desde entonces tenían los amos un espantajo para levantarlo como bandera, _La Mano Negra_, y no intentaban los pobres de la campiña el más leve movimiento hacia su bienestar, que no surgiese el fantasma lúgubre goteando sangre. ...

En la línea 1636
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --¡Van a entrar, Fermín!--exclamó frotándose los manos.--Me dicen de parte del alcalde, que los de Caulina comienzan a dirigirse hacia la ciudad. Un poco de susto en el primer momento, y después _¡pum, pum, pum!_ el escarmiento que les hace falta, el presidio, y hasta su poquito de garrote, para que vuelvan a ser prudentes y nos dejen quietos una temporada. ...

En la línea 6244
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... A lo que respondió Sancho, todo encendido en cólera: -Pues, señor doctor Pedro Recio de Mal Agüero, natural de Tirteafuera, lugar que está a la derecha mano como vamos de Caracuel a Almodóvar del Campo, graduado en Osuna, quíteseme luego delante, si no, voto al sol que tome un garrote y que a garrotazos, comenzando por él, no me ha de quedar médico en toda la ínsula, a lo menos de aquellos que yo entienda que son ignorantes; que a los médicos sabios, prudentes y discretos los pondré sobre mi cabeza y los honraré como a personas divinas. ...

En la línea 3186
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Aquel garrote, la sencilla americana y el hongo flexible de anchas alas eran la garantía de su popularidad en las aldeas. ...

En la línea 1077
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Algunas de ellas tenían manchas de sangre en el rostro y en las ropas; otras, sentadas en el suelo, se quejaban de tremendos dolores en sus miembros. Pero estos dolores, así como la sangre, eran una consecuencia de las caídas que habían dado al huir del gigante. Su inmenso garrote, al chocar contra el suelo, esparcía un temblor igual al de un terremoto. ...

En la línea 1084
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Fue para Flimnap una gran desgracia que los atletas de la servidumbre hubiesen abandonado la grúa monta-platos, pues se vio obligado a ascender por una de aquellas terribles rampas que le infundían pavor. Para mayor infortunio suyo, el gigante, al levantarse y empuñar su garrote contra la policía, había hecho esto con tal violencia, que una de sus rodillas, chocando contra una pata de la mesa, dejo medio rota y casi colgante la espiral arrollada en torno de ella. ...

En la línea 1512
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... El Hombre-Montaña levantó su garrote con intención de aplastar al vehículo y los que iban en él. Bastaba para esto un simple golpe dado con la parte gruesa del tronco. Pero reconoció al capitán Flimnap, que le gritaba, abriendo los brazos: ...

En la línea 1526
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Con sólo media docena de zancadas llegó el coloso a la puerta de la prisión, hundiendo sus pies en la muchedumbre armada. Las amazonas enviaron a lo alto una nube de flechas contra su pecho y su cabeza, mientras los jinetes de las cimitarras intentaban herirle en las pantorrillas. Pero el, con un golpe de su garrote, abrió anchísimo surco en la masa de enemigos, enviando por el aire docenas de estos, y a continuación le bastaron varias patadas para desbaratar el resto de la tropa. Todos los que aún se mantenían de pie huyeron, dejando el suelo cubierto de camaradas inertes o gimeantes. ...

En la línea 3151
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —Sí; lo traerán los rusos… por las ventas de Alcorcón. Aviado está usted si espera a que venga el Príncipe… Aquí lo que viene es la liquidación social… y después, sabe Dios. Saldrá el hombre que hace falta, un tío con un garrote muy grande y con cada riñón… así. ...

En la línea 309
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... Dejamos a John Canty arrastrando al verdadero príncipe hacia Offal Court, con una ruidosa y regocijada turba pisándole los talones. En ella sólo hubo una persona que brindó una palabra rogando por el cautivo, y no le hicieron caso: tan grande era el tumulto que apenas incluso se oyó. Continuó el príncipe luchando por su libertad y protestando contra el tratamiento que sufría, hasta que John Canty perdió la poca paciencia que le quedaba y con repentino furor levantó su garrote de roble sobre la cabeza del príncipe. El único defensor del chico saltó para detener el brazo del hombre, y el golpe dio en su propia muñeca. Canty rugió: ...

En la línea 311
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... Su garrote se estrelló en la cabeza del mediador. Se oyó un gemido, una forma opaca se hundió en tierra entre los pies de la muchedumbre, y un momento después yacía sola en la oscuridad. La turba continuó, sin que su diversión fuera perturbada por este episodio. ...

En la línea 359
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... –¿Sabes, sobre quién has dejado caer tu garrote? ...

En la línea 1011
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... Una vez más, el rey Fu-Fu I anduvo con los vagabundos y los forajidos como blanco de sus groseras burlas y de sus torpes ultrajes, y a veces víctima del despecho de Canty y de Hugo, cuando el jefe volvía la espalda. No le detestaban más que Hugo y Canty. Algunos de los demás le querían, y todos admiraban su valor y su ánimo. Durante dos o tres días, Hugo, a cuyo cargo y custodia se hallaba el rey, hizo tortuosamente cuanto pudo para molestar al niño, y de noche, durante las orgías acostumbradas, divirtió a los reunidos haciéndole pequeñas perrerías, siempre como por casualidad. Dos veces pisó los pies del rey, como sin querer, y el rey, según convenía a su realeza, despectivamente, fingió no darse cuenta de ello; pero a la tercera vez que Hugo se permitió la misma broma, Eduardo lo derribó al suelo de un garrotazo, con inmenso júbilo de la tribu. Hugo, lleno de ira y de vergüenza, dio un salto, tomó a su vez un garrote y se lanzó con furia contra su pequeño adversario. Al momento se formó un ruedo en torno de los gladiadores y comenzaron las apuestas y los vítores. Pero el pobre Hugo estaba de mala suerte. Su torpe e inadecuada esgrima no podía servirle de nada frente a un brazo que había sido educado por los primeros maestros de Europa con las paradas, ataques y toda clase de estocadas y cintarazos. El reyecito, alerta pero con graciosa soltura, desviaba y paraba la espesa lluvia de golpes con tal facilidad y precisión que tenía admirados a los espectadores; y de cuando en cuando, no bien sus expertos ojos descubrían la ocasión, caía un golpe como un relámpago en la cabeza de Hugo, con lo cual la tormenta de aplausos y risas que despertaba era cosa de maravilla. Al cabo de quince minutos, Hugo, apaleado, contuso y blanco de un implacable bombardeo de burlas, abandonó el campo, y el ileso héroe de la lucha fue acogido y subido en hombros de la alegre chusma hasta el lugar de honor, al lado del jefe, donde con gran ceremonia fue coronado Rey de los Gallos de Pelea, declarándose al mismo tiempo solemnemente cancelado y abolido su anterior título de menos monta, y dictándose un decreto de destierro de la cuadrilla contra todo el que en adelante lo insultase. ...

En la línea 172
del libro Fantina Los miserables Libro 1
del afamado autor Victor Hugo
... El hombre cogió su garrote y su morral y se marchó. Pasó por delante de la cárcel. A la puerta colgaba una cadena de hierro unida a una campana. Llamó. Abriose un postigo. ...

En la línea 215
del libro Fantina Los miserables Libro 1
del afamado autor Victor Hugo
... Al abrir los labios sin duda para preguntar al recién llegado lo que deseaba, éste apoyó ambas manos en su garrote, posó su mirada en el anciano y luego en las dos mujeres, y sin esperar a que el obispo hablase dijo en alta voz: ...

En la línea 1266
del libro Fantina Los miserables Libro 1
del afamado autor Victor Hugo
... Jean Valjean entró en su dormitorio. La portera había recogido entre las cenizas las dos conteras del bastón y la moneda de Gervasillo ennegrecida por el fuego. Las colocó sobre un papel en el que escribió: 'Estas son las conteras de mi garrote y la moneda robada de que hablé en el tribunal'. Y lo dejó bien a la vista. Envolvió luego en una frazada los dos candelabros del obispo. ...

En la línea 32
del libro La llamada de la selva
del afamado autor Jack London
... -Ahora, demonio de ojos enrojecidos -dijo, una vez abierta una brecha que permitía el pasaje del cuerpo de Buck. Al mismo tiempo, dejó caer el hacha y se cambió el garrote a la mano derecha. ...

En la línea 33
del libro La llamada de la selva
del afamado autor Jack London
... Y Buck era verdaderamente un demonio que lanzaba fuego por los ojos en el momento de disponerse a saltar con los pelos erizados, la boca en vuelta en espuma y un brillo enloquecido en los ojos inyectados en sangre. Directamente contra el hombre lanzó sus sesenta kilos de furia, acrecentados por la pasión contenida de dos días y dos noches. Pero ya lanzado, en el momento mismo en que sus quijadas estaban por cerrarse sobre la presa, recibió un impacto que detuvo su cuerpo y le hizo juntar los dientes con un doloroso golpe seco. Tras una voltereta en el aire, se dio con el lomo y el costado contra el suelo. Como nunca en su vida le habían golpeado con un garrote, se quedó pasmado. Soltando un gruñido que tenía más de queja que de ladrido, se puso en pie y volvió a arremeter. Y nuevamente recibió un golpe y cayó al suelo anonadado. Esta vez comprendió que había sido el garrote, pero su exaltación no admitía la cautela. Una docena de veces volvió a acometer y con igual frecuencia el garrote frustró la embestida y acabó con él en el suelo. ...

En la línea 33
del libro La llamada de la selva
del afamado autor Jack London
... Y Buck era verdaderamente un demonio que lanzaba fuego por los ojos en el momento de disponerse a saltar con los pelos erizados, la boca en vuelta en espuma y un brillo enloquecido en los ojos inyectados en sangre. Directamente contra el hombre lanzó sus sesenta kilos de furia, acrecentados por la pasión contenida de dos días y dos noches. Pero ya lanzado, en el momento mismo en que sus quijadas estaban por cerrarse sobre la presa, recibió un impacto que detuvo su cuerpo y le hizo juntar los dientes con un doloroso golpe seco. Tras una voltereta en el aire, se dio con el lomo y el costado contra el suelo. Como nunca en su vida le habían golpeado con un garrote, se quedó pasmado. Soltando un gruñido que tenía más de queja que de ladrido, se puso en pie y volvió a arremeter. Y nuevamente recibió un golpe y cayó al suelo anonadado. Esta vez comprendió que había sido el garrote, pero su exaltación no admitía la cautela. Una docena de veces volvió a acometer y con igual frecuencia el garrote frustró la embestida y acabó con él en el suelo. ...

En la línea 33
del libro La llamada de la selva
del afamado autor Jack London
... Y Buck era verdaderamente un demonio que lanzaba fuego por los ojos en el momento de disponerse a saltar con los pelos erizados, la boca en vuelta en espuma y un brillo enloquecido en los ojos inyectados en sangre. Directamente contra el hombre lanzó sus sesenta kilos de furia, acrecentados por la pasión contenida de dos días y dos noches. Pero ya lanzado, en el momento mismo en que sus quijadas estaban por cerrarse sobre la presa, recibió un impacto que detuvo su cuerpo y le hizo juntar los dientes con un doloroso golpe seco. Tras una voltereta en el aire, se dio con el lomo y el costado contra el suelo. Como nunca en su vida le habían golpeado con un garrote, se quedó pasmado. Soltando un gruñido que tenía más de queja que de ladrido, se puso en pie y volvió a arremeter. Y nuevamente recibió un golpe y cayó al suelo anonadado. Esta vez comprendió que había sido el garrote, pero su exaltación no admitía la cautela. Una docena de veces volvió a acometer y con igual frecuencia el garrote frustró la embestida y acabó con él en el suelo. ...

Reglas relacionadas con los errores de j;g

Las Reglas Ortográficas de La J

Se escriben con j las palabras que terminan en -aje. Por ejemplo: lenguaje, viaje.

Se escriben con j los tiempos de los verbos que llevan esta letra en su infinitivo. Por ejemplo:

viajemos, viajáis (del verbo viajar); trabajábamos, trabajemos (del verbo trabajar).

Hay una serie de verbos que no tienen g ni j en sus infinitivos y que se escriben en sus tiempos

verbales con j delante de e y de i. Por ejemplo: dije (infinitivo decir), traje (infinitivo traer).

Las Reglas Ortográficas de la G

Las palabras que contienen el grupo de letras -gen- se escriben con g.

Observa los ejemplos: origen, genio, general.

Excepciones: berenjena, ajeno.

Se escriben con g o con j las palabras derivadas de otra que lleva g o j.

Por ejemplo: - de caja formamos: cajón, cajita, cajero...

- de ligero formamos: ligereza, aligerado, ligerísimo...

Se escriben con g las palabras terminadas en -ogía, -ógico, -ógica.

Por ejemplo: neurología, neurológico, neurológica.

Se escriben con g las palabras que tienen los grupos -agi-, -igi. Por ejemplo: digiere.

Excepciones: las palabras derivadas de otra que lleva j. Por ejemplo: bajito (derivada de bajo), hijito

(derivada de hijo).

Se escriben con g las palabras que empiezan por geo- y legi-, y con j las palabras que empiezan por

eje-. Por ejemplo: geografía, legión, ejército.

Excepción: lejía.

Los verbos cuyos infinitivos terminan en -ger, -gir se escriben con g delante de e y de i en todos sus

tiempos. Por ejemplo: cogemos, cogiste (del verbo coger); elijes, eligieron (del verbo elegir).

Excepciones: tejer, destejer, crujir.


Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras j;g


El Español es una gran familia

Errores Ortográficos típicos con la palabra Garrote

Cómo se escribe garrote o garote?
Cómo se escribe garrote o garrrrote?
Cómo se escribe garrote o jarrote?

Palabras parecidas a garrote

La palabra lluvia
La palabra abandonaban
La palabra oreja
La palabra tiraban
La palabra repelones
La palabra maldito
La palabra sabido

Webs amigas:

Becas de Ciclos Formativos en Comunidad de Madrid . Ciclos Fp de Administración y Finanzas en Almería . Ciclos Fp de Automoción en Valencia . - Hotel en Pineda De Mar Checkin Pineda