La palabra Abandonaban ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Barraca de Vicente Blasco Ibañez
Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
La Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»
A los pies de Vénus de Vicente Blasco Ibáñez
El paraíso de las mujeres de Vicente Blasco Ibáñez
Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne
Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece abandonaban.
Estadisticas de la palabra abandonaban
La palabra abandonaban no es muy usada pues no es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE
Algunas Frases de libros en las que aparece abandonaban
La palabra abandonaban puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1351
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Los dos mayores abandonaban a Pascualet, que se refugiaba lloriqueante detrás de un árbol, agarraban piedras y entablábase una batalla en medio del camino. ...
En la línea 4673
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... » Creo que tuve miedo, me puse muy pálido, sentí que las piernas me abandonaban, busqué una respuesta que no encontré, me callé. ...
En la línea 5765
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Su palacete era de una sustuosidad notable; y aunque la mayoría de los ingleses, expulsado s por la guerra, abandonaban Francia o estaban a punto de abandonarla, Milady acababa de hacer en su casa nuevos gastos: lo cual probaba que la medida general que despedía a los ingleses no la afectaba. ...
En la línea 8684
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... ¿Acaso vienen los ingleses por tierra? ¿O no será que los mosqueteros se consideran oficiales superiores?-Monseñor -respondió Athos, porque en medio del terror gene ral sólo él había conservado aquella calma y aquella sangre fría de gran señor que no lo abandonaban nunca-, Monseñor, los mosqueteros, cuando no están de servicio o cuando su servicio ha terminado, beben y juegan a los dados, y son oficiales muy superiores para sus lacayos. ...
En la línea 15672
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... solo; le abandonaban la mujer y el amigo. ...
En la línea 16717
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¡Todos la abandonaban! Lo merecía, pero. ...
En la línea 1740
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Y ponía fin al cortejo don Michelotto, la espada en la diestra, mirando a un lado y otro con agresiva inquietud, seguido de sus hombres de confianza que abandonaban a Roma de mal talante, como una jauría silenciosa pronta a ladrar y morder al menor incidente. ...
En la línea 1069
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Cerca de la altura en cuya cumbre estaba la Galería de la Industria, notó un movimiento extraordinario. Llegaban por diversas avenidas batallones de mujeres armadas con arcos y lanzas. Vio presentarse además un escuadrón de la Guardia gubernamental y numerosos destacamentos de la policía masculina y barbuda, que abandonaban la vigilancia de las calles para acudir a esta concentración guerrera. ...
En la línea 1419
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... El destacamento de soldados que vivaqueaba antes entre el puerto y la playa había desaparecido. Sobre su cabeza no vio una sola máquina voladora ni sus ojos encontraron ningún buque enfrente de él. Salían de la ciudad verdaderas nubes de aviones, algunos de ellos enormes hasta el punto de poder transportar varios centenares de pasajeros. Pero todos se alejaban en dirección opuesta, y lo mismo hacían las escuadras de buques que abandonaban el puerto. ...
En la línea 1671
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Y en el comedor, cada vez más solitario, pues los pasajeros abandonaban ya las mesas, Gillespie dejó intactos todos los platos que le presentó el camarero. ...
En la línea 2446
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Al contornear la cresta más elevada de las rocas que formaban la base de la bóveda, pude ver que las abejas no eran los únicos representantes del reino animal en el interior del volcán. Aves de presa planeaban y giraban en la sombra por todas partes o abandonaban sus nidos establecidos en las rocas. Eran gavilanes de vientre blanco y chillones cernícalos. Por las pendientes corrían también, con toda la rapidez de sus zancas, hermosas y gruesas avutardas. La vista de esas suculentas piezas excitó al máximo la codicia del canadiense, que se lamentó de no tener un fusil a su alcance. Trató Ned Land de sustituir el plomo por la piedra y, tras varias infructuosas tentativas, logró herir a una de aquellas magníficas avutardas. Veinte veces arriesgó su vida por apoderarse de ella, y tanto empeño puso en conseguirlo que al fin logró que su pieza fuera a hacer compañía en la mochila a la provisión de miel. ...
En la línea 2733
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Mis ojos no abandonaban el manómetro. Continuábamos remontándonos, siguiendo, a lo largo de la diagonal, la superficie resplandeciente del hielo que fulguraba bajo los rayos eléctricos. El banco de hielo se adelgazaba de milla en milla por arriba y por abajo en rampas alargadas. ...
En la línea 4884
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... En las ciudades, las trompetas resonaban durante todo el día. Todos los hombres eran llamados a las armas, pero ¿por quién y para qué? Nadie podía decirlo y el pánico se extendía por todas partes. Se abandonaban los oficios más sencillos, pues cada trabajador proponía sus ideas, sus reformas, y no era posible entenderse. Nadie trabajaba la tierra. Aquí y allá, los hombres formaban grupos y se comprometían a no disolverse, pero poco después olvidaban su compromiso y empezaban a acusarse entre sí, a contender, a matarse. Los incendios y el hambre se extendían por toda la tierra. Los hombres y las cosas desaparecían. La epidemia seguía extendiéndose, devastando. En todo el mundo sólo tenían que salvarse algunos elegidos, unos cuantos hombres puros, destinados a formar una nueva raza humana, a renovar y purificar la vida humana. Pero nadie había visto a estos hombres, nadie había oído sus palabras, ni siquiera el sonido de su voz. ...

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Más información sobre la palabra Abandonaban en internet
Abandonaban en la RAE.
Abandonaban en Word Reference.
Abandonaban en la wikipedia.
Sinonimos de Abandonaban.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Abandonaban
Cómo se escribe abandonaban o habandonaban?
Cómo se escribe abandonaban o avandonavan?
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