Cual es errónea Echan o Hechan?
La palabra correcta es Echan. Sin Embargo Hechan se trata de un error ortográfico.
La falta ortográfica detectada en la palabra hechan es que se ha eliminado o se ha añadido la letra h a la palabra echan
Más información sobre la palabra Echan en internet
Echan en la RAE.
Echan en Word Reference.
Echan en la wikipedia.
Sinonimos de Echan.

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece echan
La palabra echan puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1263
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --A todos los que andan por el campo, de gañanía en gañanía, repartiendo papeluchos malos y libros venenosos, cuatro tiros. A los que echan soflamas y ahullan barbaridades en esas reuniones a cencerros tapados que tienen de noche en un rancho o en los alrededores de un ventorro, cuatro tiros. Y lo mismo a los que en las viñas, desobedeciendo a los amos y con el orgullo de saber leer, enteran a sus compañeros de las majaderías que traen los periódicos... A Fernando Salvatierra, cuatro tiros... ...
En la línea 3510
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Pues si echan de menos Inglaterra y sueñan con ella los que están en América, país próspero, según reconocen ellos mismos, favorable a los piamonteses y milaneses, cuánto más la echará de menos quien, como yo, lleva tantos años en España, en esta espantosa ciudad de La Coruña, sosteniendo un comercio ruinoso, y donde se pasan los meses sin ver una cara inglesa ni oír una palabra del bendito idioma inglés. ...
En la línea 7115
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Su tronco, aunque a menudo alcanza el grosor del cuerpo humano, no tiene copa, pues a muy corta distancia del suelo se divide en muchas ramas retorcidas que se esparcen en todas direcciones, y echan hojas verdes muy extrañas, con pulgada y media de espesor, que si se parecen a algo es a las aletas anteriores de una foca, y se componen de muchas fibras. ...
En la línea 6405
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Prosuponga vuestra merced que me manda llevar a la cárcel, y que en ella me echan grillos y cadenas, y que me meten en un calabozo, y se le ponen al alcaide graves penas si me deja salir, y que él lo cumple como se le manda; con todo esto, si yo no quiero dormir, y estarme despierto toda la noche, sin pegar pestaña, ¿será vuestra merced bastante con todo su poder para hacerme dormir, si yo no quiero? -No, por cierto -dijo el secretario-, y el hombre ha salido con su intención. ...
En la línea 517
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... En una estancia, cerca de Las Vacas, matan todas las semanas gran número de yeguas con el fin de vender su piel, aunque sólo vale cinco pesos papel o unas 3,50 pesetas. Al pronto parece muy extraño que maten yeguas por una suma tan ínfima; pero como en este país se tiene por absurdo el domar o montar una yegua, sólo sirven para la reproducción. Nunca he visto emplear yeguas sino con un solo objeto, para trillar los granos; para eso, las enseñan a dar vueltas en círculo dentro de un cercado donde se echan las gavillas. El hombre que se empleaba para matar las yeguas era muy célebre por la destreza con que manejaba el lazo. Puesto a 12 metros de la puerta del corral, apostaba con quien quisiera que cogería por las piernas a todo animal que pasase delante de él, sin marrar ni uno solo. Otro hombre proponía la siguiente apuesta: entraría a pie en el corral, cogería una yegua, le ataría las patas delanteras, la haría salir, la tiraría al suelo, la mataría, la descuartizaría y extendería la piel para hacerla secarse (lo cual es una operación muy larga); repetiría esta operación veintidós veces diarias, o mataría y desollaría en ese mismo tiempo a 50 animales. Eso hubiera sido un trabajo prodigioso, pues se considera que matar o descuartizar 15 ó 16 animales por día es todo cuanto un hombre puede hacer. ...
En la línea 665
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... A la mañana siguiente, envía el capitán una patrulla a tierra para abrir comunicaciones con los indígenas. Llegados al alcance de la voz, uno de los cuatro salvajes que presencian nuestro desembarco, se adelanta a recibirnos y comienza a gritar cuanto podía para indicarnos el punto donde debíamos tomar tierra. Tan pronto como desembarcamos parecieron un tanto alarmados los salvajes, pero siguieron hablando y haciendo gestos con mucha rapidez. Este fue, sin duda, el espectáculo más curioso e interesante a que he asistido en mi vida. No me figuraba cuán enorme es la diferencia que separa al hombre salvaje del hombre civilizado; diferencia, en verdad, mayor que la que existe entre el animal silvestre y el doméstico; lo que se explica por ser susceptible el hombre de realizar mayores progresos. Nuestro principal interlocutor, un viejo, parecía ser el jefe de la familia; con él estaban tres valientes mocetones muy vigorosos y de una estatura de seis pies próximamente: habían retirado a las mujeres y a los niños. Estos fueguenses forman muy marcado contraste con la miserable y desmedrada raza que habita más al oeste y parecen próximos parientes de los famosos patagones del estrecho de Magallanes. Su único traje consiste en una capa hecha de la piel de un guanaco, con el pelo hacia afuera; se echan esta capa sobre los hombres y su persona queda así tan cubierta como desnuda. Su piel es de color rojo cobrizo sucio. ...
En la línea 1576
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... A la misma causa atribuyo la extraordinaria facilidad con que la electricidad se desarrolla en estos parajes. camiseta de franela, frotada en la oscuridad brilla como si estuviese barnizada de fósforo; los pelos de los perros se erizan y crugen; hasta las telas y correas de nuestro equipaje echan chispas cuando las tocamos. ...
En la línea 1761
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... s pedazos de mineral salido de la mina se rompen y se echan a un lado las partes petrosas. ...
En la línea 4093
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... —¡No sea usted malo! ¡No sea usted tan material! —responde ella, turbándose como una niña aturdida que sospecha haber sido indiscreta, y clava en el mancebo los ojos risueños, arrugaditos, que Visitación cree que echan chispas. ...
En la línea 4860
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¿No quedábamos en que era yo una lumbrera? ¿No se dijo que en mí tenía firme columna el templo cristiano? Pues si soy una columna, ¿por qué no me echan encima el peso que me toca? Soy columna o palillo de dientes, señor Cardenal, ¿en qué quedamos?. ...
En la línea 12062
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... echan lodo en medio. ...
En la línea 331
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... — El único defecto que le echan en cara a Calixto Tercero fue un exagerado amor a su familia. Reconozco que estos Borjas se querían y protegían con un cariño casi feroz, semejante a la fraternidad de los individuos de una tribu rodeada de enemigos. Pero ¿qué Pontífice de aquella época y de otras no protegió a sus parientes, y puso en sus sobrinos un afecto de padre?… Además, el viejo catalán, como le llamaban sus enemigos, era extranjero para los romanos, y necesitaba gente adicta, unida a él por intereses de familia o por la solidaridad que agrupa a los compatriotas. ...
En la línea 852
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —Cállate tú y no disparates—replicó Nicanora—. Yo soy lutera, vamos al decir, pinto papel de luto. Cuando no tengo otro trabajo, me traigo a casa unas cuantas resmas, y las enluto mismamente como las señoras ven. El almacenista paga un real por resma. Yo pongo el tinte, y trabajando todo el día, me quedan seis o siete reales. Pero los tiempos están malos, y hay poco papel que teñir. Todas las luteras están paradas, señora… porque, naturalmente, o se muere poca gente, o no les echan papeletas… Hombre—dijo a su marido, haciéndole estremecer—, ¿qué haces ahí con la boca abierta? Desmiente. ...
En la línea 3126
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Rubín, después de su fracaso en el campo y corte de D. Carlos, había tomado en aborrecimiento a los hombres del bando absolutista; pero conservaba las ideas autoritarias y la opinión de que no se puede gobernar bien sino dando muchos palos. Toda la parte religiosa del programa carlista la descartaba, quedándose tan sólo con la política, porque ya había visto prácticamente que los curas lo echan todo a perder. Decía que su ideal era un gobierno de leña, que hiciera las leyes y nos las aplicara sin contemplaciones, mirando siempre a la justicia, con una tranca muy grande y siempre alzada en la mano. Este sistema autocrático comprendía las maneras de gobernar más que las ideas y soluciones teóricas, porque entre las que profesaba Rubín habíalas marcadamente avanzadas, populares y aun socialistas. Uno de sus temas era este: «Conviene que todo el mundo coma… porque el hambre y la pobretería son lo que más estorba la acción de los gobiernos, lo que da calor a las revoluciones, manteniendo a la nación en la intranquilidad y el desbarajuste». Este socialismo sin libertad, combinado con el absolutismo sin religión, formaba en la cabeza de aquel buen hombre un revoltijo de mil demonios. ...
En la línea 3277
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... «Es verdad—le dijo—, y esto aumentaba mis remordimientos. No tenía más remedio que hacer en obsequio suyo lo que no habría hecho por otra. Ponte tú en mi caso, figúrate que eres yo, y que te ha pasado todo lo que me ha pasado a mí. Puedes hacerte cargo de mi tormento, y de lo que yo sufriría teniendo que considerar y proteger, por escrúpulo de conciencia, a una mujer que no me inspira ningún afecto, ninguno, y que últimamente me inspiraba antipatía, porque Fortunata, créelo como el Evangelio, es de tal condición, que el hombre más enamorado no la resiste un mes. Al mes, todos se rinden, es decir, echan a correr… ». ...
En la línea 3847
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Para principio del clérigo, pones la merluza mala que trajiste esta mañana, ¿sabes?, y que está apestando… Le echas bastante sal, y después la cargas de harina todo lo que puedas y la fríes. Ponle todas las tajadas, y se las embaulará sin enterarse de si está buena o mala. Es como los tiburones, que tragan todo lo que les echan. Para postre, las nueces y el arrope, ¿sabes? Le pones en la mesa la orza, y que se harte; a ver si lo acaba. Está fermentando y no hay quien lo pase… Si el señorito Maxi viniese antes de que esté de vuelta, le pones de principio una de las dos chuletas de ternera, la más crecidita, y de postre le sacas las pastas que trajo el bollero esta mañana, y la carne de membrillo que yo tomo. Conque a ver si lo haces todo al revés». ...
Reglas relacionadas con los errores de h
Las Reglas Ortográficas de la H
Regla 1 de la H Se escribe con h todos los tiempos de los verbos que la llevan en sus infinitivos. Observa estas formas verbales: has, hay, habría, hubiera, han, he (el verbo haber), haces, hago, hace (del verbo hacer), hablar, hablemos (del verbo hablar).
Regla 2 de la H Se escriben con h las palabras que empiezan con la sílaba hum- seguida de vocal. Observa estas palabras: humanos, humano.
Se escriben con h las palabras que empiezan por hue-. Por ejemplo: huevo, hueco.
Regla 3 de la H Se escriben con h las palabra que empiezan por hidro- `agua', hiper- `superioridad', o `exceso', hipo `debajo de' o `escasez de'. Por ejemplo: hidrografía, hipertensión, hipotensión.
Regla 4 de la H Se escriben con h las palabras que empiezan por hecto- `ciento', hepta- `siete', hexa- `seis', hemi- `medio', homo- `igual', hemat- `sangre', que a veces adopta las formas hem-, hemo-, y hema-, helio-`sol'. Por ejemplo: hectómetro, heptasílaba, hexámetro, hemisferio, homónimo, hemorragia, helioscopio.
Regla 5 de la H Los derivados de palabras que llevan h también se escriben con dicha letra.
Por ejemplo: habilidad, habilitado e inhábil (derivados de hábil).
Excepciones: - óvulo, ovario, oval... (de huevo)
- oquedad (de hueco)
- orfandad, orfanato (de huérfano)
- osario, óseo, osificar, osamenta (de hueso)
Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra h

El Español es una gran familia
Errores Ortográficos típicos con la palabra Echan
Cómo se escribe echan o hechan?
Cómo se escribe echan o ecan?
Palabras parecidas a echan
La palabra repartiendo
La palabra perversos
La palabra suprimir
La palabra caros
La palabra saltasen
La palabra abortar
La palabra acto
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