Cual es errónea Benevolencia o Benebolencia?
La palabra correcta es Benevolencia. Sin Embargo Benebolencia se trata de un error ortográfico.
El Error ortográfico detectado en el termino benebolencia es que hay un Intercambio de las letras v;b con respecto la palabra correcta la palabra benevolencia
Errores Ortográficos típicos con la palabra Benevolencia
Cómo se escribe benevolencia o benevolenzia?
Cómo se escribe benevolencia o venevolencia?
Cómo se escribe benevolencia o benebolencia?

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece benevolencia
La palabra benevolencia puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 6284
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Su amante le puso una cara encan tadora, le sonrió con una sonrisa más graciosa, mas, ¡ay!, la pobre chica estaba tan triste que no se dio cuenta siquiera de la benevolencia de Milady. ...
En la línea 7175
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... A cambio de todo esto había conseguido la protección y la benevo lencia de la reina, pero la benevolencia de l a reina era, en aquellos tiem pos, una causa más de persecuciones; y su protección, como se sabe, protegía muy mal; ejemplos: Chalais y la señora Bonacieux. ...
En la línea 8550
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -Pero si vengo a veros -prosiguió Milady, sin saber cuánto agra vaba, con esta respuest a, las sospechas que había hecho nacer en el espíritu de su cuñado la carta de D'Artagnan, y queriendo sólo captar la benevolencia de su oyente con una mentira. ...
En la línea 7323
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Tanta fue la benevolencia y caridad que la hermosura de Ana Félix infundió en su pecho. ...
En la línea 2685
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... r último, gracias a las intrépidas marchas de Mister Robinson, hombre lleno de actividad y de benevolencia, que no temía visitar a los indígenas más hostiles, se rindieron todos ...
En la línea 3086
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... es bien, estas crueldades ocurrían en una colonia española donde se asegura que se trata a los esclavos mejor que lo hacen los portugueses, los ingleses y las demás naciones de Europa. Río Janeiro he visto un negro, en lo mejor de la edad, no atreverse levantar el brazo para desviar el golpe que creía dirigido contra su cara. visto a un hombre, tipo de benevolencia a los ojos del mundo, a punto de separar de los hombres, a las mujeres y a los niños que constituían numerosas familias. aludiría a estas atrocidades de que he oído hablar, y que por desgracia son muy verdaderas, ni hubiese citado los hechos que acabo de referir, si no hubiese visto personas que, engañadas por la natural alegría del negro, hablan de la esclavitud como de un mal soportable ...
En la línea 9269
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Todos los cazadores son así, pensó con la benevolencia de la fiebre incipiente. ...
En la línea 9736
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Frígilis mientras don Pompeyo afirmaba estas cosas, le miraba sonriendo con benevolencia; y con un poco de burla, en que había algo de caridad, le decía: —¿Pero, señor Guimarán, tan seguro está usted de que no hay Dios?. ...
En la línea 722
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Alentado por esta prueba de benevolencia, Ido empezó a tomar confianza. Avanzó algunos pasos dentro del recibimiento, y bajando la voz dijo a la señorita: ...
En la línea 2292
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Echó a andar hacia Madrid por el polvoriento camino del antiguo Campo de Guardias, y volviendo a mirar su reloj por un movimiento maquinal, tampoco entonces se hizo cargo de la hora que era. No se dio cuenta de que su hermano y D. León Pintado, entretenidos en una conversación interesante y parándose cada diez palabras, se habían quedado atrás. Hablaban de las oposiciones a la lectoral de Sigüenza y de las peloteras que ocurrieron en ella. El capellán, como candidato reventado, ponía de oro y azul al obispo de la diócesis y a todo el cabildo. Maximiliano, sin advertir las paradas, siguió andando hasta que se encontró en su casa. Abriole doña Lupe la puerta y le hizo varias preguntas: «Y qué tal, ¿iba contenta?». Revelaban estas interrogaciones tanto interés como curiosidad, y el joven, animado por la benevolencia que en su tía observaba, departió con ella, arrancándose a mostrarle algunas de las afiladas púas que le rasguñaban el corazón. Tenía un presentimiento vago de no volverla a ver, no porque ella se muriese, sino porque dentro del convento y contagiada de la piedad de las monjas, podía chiflarse demasiado con las cosas divinas y enamorarse de la vida espiritual hasta el punto de no querer ya marido de carne y hueso, sino a Jesucristo, que es el esposo que a las monjas de verdadera santidad les hace tilín. Esto lo expresó irreverentemente con medias palabras; pero doña Lupe sacó toda la sustancia a los conceptos. «Bien podría suceder eso—le dijo con acento de convicción, que turbó más a Maximiliano—, y no sería el primer caso de mujeres malas… quiero decir ligeras… que se han convertido en un abrir y cerrar de ojos, volviéndose tan del revés, que luego no ha habido más remedio que canonizarlas». ...
En la línea 2603
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Otra visita notable fue la de Juan Pablo, a quien llevó su hermano. Doña Lupe y el mayor de los Rubines no se hablaban después de la marimorena que tuvieron al repartir la herencia. Con gran sorpresa de la novia, Juan Pablo estuvo afectuoso con ella. Creeríase que intentaba hacer rabiar a su tía, concediendo su benevolencia a la persona de quien aquella había dicho tantas perrerías. Durante la visita, que no fue breve, sentose Fortunata en el borde de una silla, como una paleta, algo atontada y no sabiendo qué decir para sostener la conversación con un hombre que se expresaba tan bien. Al despedirse, diole Juan Pablo un fuerte apretón de manos, diciéndole que asistiría a la boda. ...
En la línea 3323
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... El forastero le contestó con la benevolencia un tanto fría que saben emplear los superiores bien educados. Separáronse en el pasillo, porque Estupiñá tenía que ir hacia el comedor. Moreno siguió a Jacinta hasta el salón y de allí al gabinete. ...

El Español es una gran familia
Reglas relacionadas con los errores de v;b
Las Reglas Ortográficas de la V
Regla 1 de la V Se escriben con v el presente de indicativo, subjuntivo e imperativo del verbo ir, así como el pretérito perfecto simple y el pretérito imperfecto de subjuntivo de los verbos tener, estar, andar y sus derivados. Por ejemplo: estuviera o estuviese.
Regla 2 de la V Se escriben con v los adjetivos que terminan en -ava, -ave, -avo, -eva, -eve, -evo, -iva, -ivo.
Por ejemplo: octava, grave, bravo, nueva, leve, longevo, cautiva, primitivo.
Regla 3 de la V Detrás de d y de b también se escribe v. Por ejemplo: advertencia, subvención.
Regla 4 de la V Las palabras que empiezan por di- se escriben con v.
Por ejemplo: divertir, división.
Excepciones: dibujo y sus derivados.
Regla 5 de la V Detrás de n se escribe v. Por ejemplo: enviar, invento.
Las Reglas Ortográficas de la B
Regla 1 de la B
Detrás de m se escribe siempre b.
Por ejemplo:
sombrío
temblando
asombroso.
Regla 2 de la B
Se escriben con b las palabras que empiezan con las sílabas bu-, bur- y bus-.
Por ejemplo: bujía, burbuja, busqué.
Regla 3 de la B
Se escribe b a continuación de la sílaba al- de inicio de palabra.
Por ejemplo: albanés, albergar.
Excepciones: Álvaro, alvéolo.
Regla 4 de la B
Las palabras que terminan en -bundo o -bunda y -bilidad se escriben con b.
Por ejemplo: vagabundo, nauseabundo, amabilidad, sociabilidad.
Excepciones: movilidad y civilidad.
Regla 5 de la B
Se escriben con b las terminaciones del pretérito imperfecto de indicativo de los verbos de la primera conjugación y también el pretérito imperfecto de indicativo del verbo ir.
Ejemplos: desplazaban, iba, faltaba, estaba, llegaba, miraba, observaban, levantaba, etc.
Regla 6 de la B
Se escriben con b, en todos sus tiempos, los verbos deber, beber, caber, haber y saber.
Regla 7 de la B
Se escribe con b los verbos acabados en -buir y en -bir. Por ejemplo: contribuir, imbuir, subir, recibir, etc.
Excepciones: hervir, servir y vivir, y sus derivados.
Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras v;b
Más información sobre la palabra Benevolencia en internet
Benevolencia en la RAE.
Benevolencia en Word Reference.
Benevolencia en la wikipedia.
Sinonimos de Benevolencia.
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