La palabra Rodea ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
La Biblia en España de Tomás Borrow y Manuel Azaña
Viaje de un naturalista alrededor del mundo de Charles Darwin
La Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»
El paraíso de las mujeres de Vicente Blasco Ibáñez
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
El príncipe y el mendigo de Mark Twain
Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne
Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece rodea.
Estadisticas de la palabra rodea
Rodea es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE, en el puesto 5400 según la RAE.
Rodea aparece de media 16.73 veces en cada libro en castellano.
Esta es una clasificación de la RAE que se basa en la frecuencia de aparición de la rodea en las obras de referencia de la RAE contandose 2543 apariciones .
Errores Ortográficos típicos con la palabra Rodea
Cómo se escribe rodea o rrodea?
Más información sobre la palabra Rodea en internet
Rodea en la RAE.
Rodea en Word Reference.
Rodea en la wikipedia.
Sinonimos de Rodea.

El Español es una gran familia
Algunas Frases de libros en las que aparece rodea
La palabra rodea puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 6264
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... La procuradora creyó verlo en una nube centelleante todo rodea do de duquesas y marquesas que le lanzaban bolsas de oro a los pies. ...
En la línea 7104
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Fue este temor elque lo retuvo: ¡tan poderosa es la influencia de un carácter verdaderamente grande sobre cuanto le rodea!D'Artagnan descendió por la misma escalera por la que había en trado, y encontró ante la puerta a Athos y a los cuatro mosqueteros que esperaban su r egreso y que comenzaban a inquietarse. ...
En la línea 8454
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... La bruma espesa ba aún más la oscuridad y formaba en torno de los fanales y de las linternas de las escolleras un círculo semejante al que rodea la luna cuando el tiempo amenaza con volverse lluvioso. ...
En la línea 9540
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -No -exclamó Felton-, no, ¡tú vivirás y serás vengada!-Felton, llevo la desgracia a todo lo que me rodea. ...
En la línea 1672
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Tengo mujer y una _amiga_, o, más bien, dos mujeres, porque con ambas estoy casado; pero a una le llamo _amiga_ por guardar las apariencias; quiero vivir tranquilo, y no tengo gana de ofender los prejuicios de la gente que me rodea. ...
En la línea 2843
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... La casa es hermosa, con una iglesia pequeña, pero suntuosa, y muy buena biblioteca: su emplazamiento es alegre y ventilado; completamente aislada en un barrio de poco tránsito, un elevado muro, genuina muestra del exclusivismo inglés, la rodea por todas partes y encierra, además, un deleitoso jardín. ...
En la línea 4900
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Está situado a unas doce leguas al Oeste de Madrid, y se alza sobre un cerro de granito que el Tajo rodea en todo su perímetro, salvo por el Norte. ...
En la línea 135
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Está construida como todas las de este país, cruzándose las calles en ángulo recto y con una gran plaza en el centro, cuya extensión hace resaltar aún más el escaso número de habitantes. Apenas hay algo de comercio; las exportaciones se limitan a algunas pieles y algunas cabezas de ganado vivo. La población se compone principalmente de propietarios, algunos tenderos y los artesanos necesarios, tales como herreros y carpinteros, que ejecutan todos los trabajos en un radio de 50 millas. La población está separada del río por una hilera de colinas de arena como de una milla de anchura (1.609 metros); la rodea por las otras partes una planicie ligeramente ondulada y cubierta por una capa uniforme de hermoso césped, el cual ramonean innumerables rebaños de ganado vacuno, lanar y caballar. Hay muy pocas tierras cultivadas, hasta en los alrededores más próximos a la población. Algunos setos de cactus y de agaves indican los sitios donde se ha sembrado un poco de trigo o de maíz. El terreno conserva el mismo carácter en casi toda la extensión de la margen septentrional del Plata; la única diferencia consiste quizá en que las colinas de granito son aquí un poco más elevadas. ...
En la línea 395
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... La llanura es enteramente igual que la que rodea a Buenos Aires. ...
En la línea 396
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... El césped es corto y de un hermoso color verde, intercalándose campos de trébol y de cardos; también se ven numerosas guaridas de viscaches. En cuanto se cruza el Salado, cambia por completo de aspecto el paisaje; hasta entonces sólo nos circuían hierbas silvestres, y ahora caminamos sobre una hermosa alfombra de verdura. Ante todo creo deber atribuir este cambio a una modificación en la naturaleza del suelo; pero los habitantes me afirman que aquí, lo mismo que en la banda oriental, donde se nota una diferencia tan grande entre el país que rodea a Montevideo y las sabanas tan poco habitadas de Colonia, es preciso atribuir esa mudanza a la presencia de cuadrúpedos. ...
En la línea 479
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Puede aplicarse a Montevideo todo lo que he dicho respecto a la región que rodea a Maldonado; sin embargo, el suelo es mucho más llano, con excepción del monte Verde, que tiene 450 pies de altura (135 metros) y da nombre a la ciudad. Alrededor ondula la llanura herbosa; notánse allí muy pocos cercados, excepto en las cercanías de la ciudad, donde hay algunos campos rodeados de setos cubiertos de agaves, cactus e hinojo. ...
En la línea 9478
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Ni una palabra peligrosa, ni gesto atrevido; nada de acechar ocasiones, nada de buscar escenas; una honradez cabal; el amor que respeta la honra, la pasión que se alimenta de ver y respirar el ambiente que rodea al ser amado. ...
En la línea 14128
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Lo que me agrada más es el capricho del Marqués en el piso principal; una galería con cierre de cristales rodea todo el edificio. ...
En la línea 177
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... - Usted se ira dando cuenta, Gentleman-Montaña -continuó-, de que ha llegado a un país diferente a todos los que conoce, una nación de verdadera justicia, de verdadera libertad, donde cada uno ocupa el lugar que le corresponde, y la suprema dirección la posee el sexo que más la merece por su inteligencia superior, desconocida y calumniada desde el principio del mundo… . Deje de mirarme a mí unos instantes y examine la muchedumbre que le rodea. Tiene usted permiso para moverse un poco; así hará su estudio con mayor comodidad. Espere a que de mis órdenes. ...
En la línea 1318
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... - Cuídese, gentleman -dijo con ansiedad-; desconfíe de todos; piense que pueden echarle veneno en sus alimentos. No coma sin que antes haya probado su comida esa gentuza que le rodea. ...
En la línea 1331
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... - Popito le avisó a usted hace días que algunos de estos hombres que le rodean proyectan asesinarlo. Hasta ayer solo tenía vagas noticias de ello; ahora puedo darle un aviso concreto. Creo que es mañana cuando intentarán el golpe contra usted, gentleman. En cuanto a los instigadores del crimen, tengo formada mi convicción y nadie me hará desistir de ella. Son Momaren y Golbasto los que desean su exterminio, y ya que no han podido lograr que el gobierno favoreciese sus deseos, se valen de esta chusma que rodea a usted. ...
En la línea 2434
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Y llegaba a creerse la muy tonta que la forma, la idea blanca, le decía con familiar lenguaje semejante al suyo: «No mires tanto este cerco de oro y piedras que me rodea, y mírame a mí que soy la verdad. Yo te he dado el único bien que puedes esperar. Con ser poco, es más de lo que te mereces. Acéptalo y no me pidas imposibles. ¿Crees que estamos aquí para mandar, verbi gracia, que se altere la ley de la sociedad sólo porque a una marmotona como tú se le antoja? El hombre que me pides es un señor de muchas campanillas y tú una pobre muchacha. ¿Te parece fácil que Yo haga casar a los señoritos con las criadas o que a las muchachas del pueblo las convierta en señoras? ¡Qué cosas se os ocurren, hijas! Y además, tonta, ¿no ves que es casado, casado por mi religión y en mis altares?, ¡y con quién!, con uno de mis ángeles hembras. ¿Te parece que no hay más que enviudar a un hombre para satisfacer el antojito de una corrida como tú? Cierto que lo que a mí me conviene, como tú has dicho, es traerme acá a Jacinta. Pero eso no es cuenta tuya. Y supón que la traigo, supón que se queda viudo. ¡Bah! ¿Crees que se va a casar contigo? Sí, para ti estaba. ¡Pues no se casaría si te hubieras conservado honrada, cuanti más, sosona, habiéndote echado tan a perder! Si es lo que Yo digo: parece que estáis locas rematadas, y que el vicio os ha secado la mollera. Me pedís unos disparates que no sé cómo los oigo. Lo que importa es dirigirse a Mí con el corazón limpio y la intención recta, como os ha dicho ayer vuestro capellán, que no habrá inventado la pólvora; pero, en fin, es buen hombre y sabe su obligación. A ti, Fortunata, te miré con indilugencia entre las descarriadas, porque volvías a Mí tus ojos alguna vez, y Yo vi en ti deseos de enmienda; pero ahora, hija, me sales con que sí, serás honrada, todo lo honrada que Yo quiera, siempre y cuando que te dé el hombre de tu gusto… ¡Vaya una gracia!… Pero en fin, no me quiero enfadar. Lo dicho, dicho: soy infinitamente misericordioso contigo, dándote un bien que no mereces, deparándote un marido honrado y que te adora, y todavía refunfuñas y pides más, más, más… Ved aquí por qué se cansa Uno de decir que sí a todo… No calculan, no se hacen cargo estas desgraciadas. Dispone Uno que a tal o cual hombre se le meta en la cabeza la idea de regenerarlas, y luego vienen ellas poniendo peros. Ya salen con que ha de ser bonito, ya con que ha de ser Fulano y si no, no. Hijas de mi alma, Yo no puedo alterar mis obras ni hacer mangas y capirotes de mis propias leyes. ¡Para hombres bonitos está el tiempo! Con que resignarse, hijas mías, que por ser cabras no ha de abandonaros vuestro pastor; tomad ejemplo de las ovejas con quien vivís; y tú, Fortunata, agradéceme sinceramente el bien inmenso que te doy y que no te mereces, y déjate de hacer melindres y de pedir gollerías, porque entonces no te doy nada y tirarás otra vez al monte. Con que, cuidadito… ». ...
En la línea 4552
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —¿Te parece que después de lo que has hecho, se puede dormir? ¡Qué conciencias, válgame Dios, qué conciencias estas!… Tú lo negarás ahora… ¿Quién andaba por los pasillos? Claro, el gato. El pobre minino paga todas las culpas. ¿Y tú a qué saliste?, a jugar con el gato, ¿verdad?, justo. ¡Y eso me lo he de tragar yo! Lo que me anonada es que mi tía consienta esto, mi tía que me quiere tanto. ¡Tú, ya sé que no me quieres; pero mi tía… ! Vamos que… Pues esa víbora de Papitos, con su cara de mona… ¡Qué humanidad, Dios mío! El hombre honrado no tiene defensa contra tanto enemigo; la traición le rodea; la deslealtad le acecha. Aquellos en quienes más confía le venden. Donde menos lo piensa, en el seno de la familia, salta un Judas. En la tierra no hay ni puede haber honor. En el Cielo únicamente, porque Dios es el único que no nos engaña, el único que no se pone careta de amor para darnos la puñalada. ...
En la línea 1150
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... –¡Ah, señor mío! –exlamó Hendon, sonrojándose levemente–. No me condenes. Espera, que ya verás. No soy un impostor: ella lo dirá. Lo oirás de los más dulces labios de Inglaterra. ¿Yo, un impostor? Yo conozco esta vieja casa, esas efigies de mis antepasados y todo lo que nos rodea, como conoce un niño su propio cuarto. Aquí nací y me eduqué, señor mío. Hablo la verdad; a ti no te engañaría. Y aunque nadie más me crea, te ruego que no dudes tú de mí; no podría soportarlo. ...
En la línea 2464
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Aquel día, el Nautilus atravesó una zona singular del océano Atlántico. Nadie ignora la existencia de esa gran corriente de agua cálida conocida con el nombre de Gulf Stream, que tras salir de los canales de Florida se dirige hacia el Spitzberg. Pero antes de penetrar en el golfo de México, hacia los 44º de latitud Norte, la corriente se divide en dos brazos, el principal de los cuales se encamina hacia las costas de Irlanda y de Noruega, en tanto que el segundo se orienta hacia el Sur a la altura de las Azores, para bañar las costas africanas y, desde allí, tras describir un óvalo alargado, volver hacia las Antillas. Este segundo brazo -es más bien un collar que un brazo -rodea con sus anillos de agua cálida esa zona fría del océano, tranquila, inmóvil, que se llama el mar de los Sargazos. Verdadero lago en pleno Atlántico, las aguas de la gran corriente no tardan menos de tres años en circunvalarlo. ...
En la línea 2938
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... -Al menos, lo intentaremos. Trataremos de perforar la muralla que nos rodea. ...
En la línea 3194
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Es un río, en efecto. Corre libremente por el Atlántico, y sus aguas no se mezclan con las oceánicas. Es un río salado, más salado que el mar que le rodea. Su profundidad media es de tres mil pies y su anchura media de sesenta millas. En algunos lugares, su corriente marcha a la velocidad de cuatro kilómetros por hora. El invariable volumen de sus aguas es más considerable que el de todos los ríos del Globo. ...
En la línea 3199
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... En aquellos momentos, la velocidad del Gulf Stream era de dos metros veinticinco por segundo. Su corriente es tan distinta del mar que la rodea que sus aguas comprimidas forman una especie de relieve y se opera un desnivelamiento entre ellas y las aguas frías. Oscuras y muy ricas en materias salinas, destacan por su azul puro de las aguas verdosas que las rodean. Tan neta es la línea de demarcación que el Nautilus, a la altura de las Carolinas, cortó con su espolón las aguas del Gulf Stream mientras su hélice batía aún las del océano. ...
En la línea 399
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Rodia le rodea con sus brazos. Siente una opresión horrible en el pecho. Hace un esfuerzo por recobrar la respiración, intenta gritar… Se despierta. ...
En la línea 2145
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑¿A ella? ¿Ahora… ? Sí… Pero… No, no. Me parece que todo eso pasó en otro mundo… ¡Hace ya tanto tiempo que ocurrió… ! Por otra parte, la misma impresión me produce todo cuanto me rodea. ...

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