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La palabra principios
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la palabra principios

La palabra Principios ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Bodega de Vicente Blasco Ibañez
Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
Memoria De Las Islas Filipinas. de Don Luis Prudencio Alvarez y Tejero
La Biblia en España de Tomás Borrow y Manuel Azaña
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra
Viaje de un naturalista alrededor del mundo de Charles Darwin
La Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»
A los pies de Vénus de Vicente Blasco Ibáñez
El paraíso de las mujeres de Vicente Blasco Ibáñez
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
Julio Verne de La vuelta al mundo en 80 días
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece principios.

Estadisticas de la palabra principios

La palabra principios es una de las palabras más comunes del idioma Español, estando en la posición 831 según la RAE.

Principios es una palabra muy común y se encuentra en el Top 500 con una frecuencia media de 107.12 veces en cada obra en castellano

El puesto de esta palabra se basa en la frecuencia de aparición de la principios en 150 obras del castellano contandose 16282 apariciones en total.

Errores Ortográficos típicos con la palabra Principios

Cómo se escribe principios o prrincipios?
Cómo se escribe principios o principioz?
Cómo se escribe principios o prinzipios?

Algunas Frases de libros en las que aparece principios

La palabra principios puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1232
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Otros, más ricos, «tenían vergüenza», según declaraban con caballeresca arrogancia, negándose a todo arreglo con los rebeldes. Don Pablo Dupont era el más fogoso de ellos. Antes perdía su bodega que _bajarse_ a aquella gentuza. ¡Irle con imposiciones a él, que era el padre de sus trabajadores, y cuidaba no sólo del sustento de su cuerpo, sino de la salud de su almo, libertándola del «grosero materialismo!» --Es una «cuestión de principios»--declaraba en su escritorio ante los empleados, que movían afirmativamente la cabeza aun antes de que él hablase.--Yo soy capaz de darles lo que desean, y más aún. ¡Pero que no me lo pidan; que no me lo exijan! Eso es negar mis sagrados derechos de amo... A mí el dinero me importa poco, y la prueba es que antes que ceder, mejor quiero que se pierda la cosecha de Marchamalo. ...

En la línea 1398
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... VIII A principios de Enero, la huelga de los trabajadores se había extendido por todo el campo de Jerez. Los gañanes de los cortijos hacían causa común con los viñadores. Los dueños de los campos, como en los meses de invierno no eran importantes los trabajos agrícolas, sobrellevaban sin impaciencia el conflicto. ...

En la línea 7308
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Pero una mañana a principios del mes de noviembre, todo quedó explicado por esta carta, datada en Villeroi:«Señor D'Artagnan: Los señores Athos, Porthos y Aramis, tras haber jugado una buena partida en mi casa y haberse divertido mucho, han arma do tal escándalo que el preboste del castillo, hombre muy rígido, los ha acuartelado algunos días; pero yo he cumplido las órde nes que me dieron de enviar doce botellas de mi vino de Anjou, que apreciaron mucho: qu ieren que vos bebáis a su salud con su vino favorito. ...

En la línea 8918
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -Es cierto que eso va mejor con vuest ros principios -replicó fría mente Milady. ...

En la línea 12
del libro Memoria De Las Islas Filipinas.
del afamado autor Don Luis Prudencio Alvarez y Tejero
... Que esto sea asi, ninguno ó muy pocos podrán dudarlo, y por ello repetir conviene, que el lejislador que lejisla para cualquier estado, debe no perder de vista sus hábitos y costumbres, y respetar, en cuanto dable sea en las mudanzas que intente, las instituciones que existan; pues partiendo de tales principios, es muy probable produzcan sus reformas los efectos deseados. ...

En la línea 14
del libro Memoria De Las Islas Filipinas.
del afamado autor Don Luis Prudencio Alvarez y Tejero
... Asi pues, téngase presente que las leyes deben ser análogas al pais para que se dan, respetándose en ellas siempre ciertos principios, fundamentos y costumbres que arraigan mas y mas, y consolidan la prosperidad de los pueblos y felicidad de sus habitantes. ...

En la línea 83
del libro Memoria De Las Islas Filipinas.
del afamado autor Don Luis Prudencio Alvarez y Tejero
... Tambien es preciso advertir que hay provincias con quienes por remotas y de poca utilidad para el comercio en jeneral, apenas habia otro medio de comunicacion que los barcos del alcalde; pero generalizado ya el comercio de cabotaje, es de necesidad destruir en un todo en las provincias de las Islas ese sistema absurdo y perjudicial (que lo es ya y mucho) de alcaldes y correjidores comerciantes, y variarlo, como se dirá; porque solo personas instruidas en lejislacion, en máximas de buen gobierno, en principios de justicia, y en los de una buena educacion y prudencia, son las que pueden administrar bien y pronta justicia en sus distritos; dedicarse á la estadistica de unos paises, que despues de tres siglos que los poseemos, están poco menos que incógnitos; promover los medios de regularizar las poblaciones y hermosearlas; formar planes de útil reforma y fomento en la agricultura, industria y navegacion, y procurar la paz y sosiego de las Islas, para la conservacion y propia prosperidad, por medios mas sólidos y estables que los hasta aqui conocidos, pues las luces é ilustracion de aquellas provincias asi lo demandan, y la justicia lo aconseja. ...

En la línea 175
del libro Memoria De Las Islas Filipinas.
del afamado autor Don Luis Prudencio Alvarez y Tejero
... A vista de tal manifestacion, el Gobierno supremo de la Metrópoli se dignará tomar en consideracion los fundamentos que se esponen, para proceder cuanto antes á la reforma, que asi los principios de justicia como las circunstancias exijen para tan interesante ramo. ...

En la línea 2009
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Pero no la dejaron tranquila mucho tiempo; sus mismos guardias estaban descontentos, inclinándose a los principios de la Constitución de 1823 (sic), y no a los del gobierno monárquico absoluto, que los _moderados_ intentaban resucitar en España. ...

En la línea 2421
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... —Comprendo fácilmente—dije yo—que muchos sacerdotes acepten los principios de la Reforma, y que no pocos se hayan dejado extraviar por las engañosas luces de la filosofía moderna; pero es casi inconcebible que dentro del clero haya judíos que sigan en secreto los ritos y prácticas de la ley antigua, aunque ya antes de ahora me han asegurado que el hecho es cierto. ...

En la línea 2558
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Menciono estas circunstancias para demostrarle a usted que mi familia tiene principios de honor y es digna de toda confianza. ...

En la línea 2562
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... _Mais la circoncision n’était guère à mon goût_, especialmente la de los judíos, porque yo soy griego, y tengo mi orgullo y principios de honor. ...

En la línea 2534
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Porque el amor no tiene otro mejor ministro para ejecutar lo que desea que es la ocasión: de la ocasión se sirve en todos sus hechos, principalmente en los principios. ...

En la línea 2743
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Y si esto es así, como lo es, y tú eres tan cristiano como caballero, ¿por qué por tantos rodeos dilatas de hacerme venturosa en los fines, como me heciste en los principios? Y si no me quieres por la que soy, que soy tu verdadera y legítima esposa, quiéreme, a lo menos, y admíteme por tu esclava; que, como yo esté en tu poder, me tendré por dichosa y bien afortunada. ...

En la línea 3283
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... -No digáis más, señora doña Clara -dijo a esta sazón Dorotea, y esto, besándola mil veces-; no digáis más, digo, y esperad que venga el nuevo día, que yo espero en Dios de encaminar de manera vuestros negocios, que tengan el felice fin que tan honestos principios merecen. ...

En la línea 3649
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... -Eso, hermano Sancho -dijo el canónigo-, entiéndese en cuanto al gozar la renta; empero, al administrar justicia, ha de atender el señor del estado, y aquí entra la habilidad y buen juicio, y principalmente la buena intención de acertar; que si ésta falta en los principios, siempre irán errados los medios y los fines; y así suele Dios ayudar al buen deseo del simple como desfavorecer al malo del discreto. ...

En la línea 278
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... hasta siete leones que rondaban en derredor de su vivac; y, como me ha hecho notarlo este sabio naturalista, todos los días debe de haber una terrible carnicería en el África meridional. Confieso que me pregunto a mí mismo, sin poder hallar solución al problema, cómo tan gran número de animales pueden encontrar de qué alimentarse en un país que produce tan pocos alimentos. Sin duda, los grandes cuadrúpedos recorren cada día enormes distancias para buscar comida, y se alimentan, principalmente, de plantas poco elevadas, que en pequeño volumen contienen muchos principios nutritivos. El doctor Smith me advierte también que la vegetación es muy rápida y que en cuanto queda despojado de ella un sitio, inmediatamente se vuelve a cubrir de plantas nuevas. Pero tampoco cabe duda de que nos hemos formado ideas muy exageradas acerca de la cantidad de alimentos necesaria para la nutrición de esos grandes cuadrúpedos; hubiera debido recordarse que el camello, animal también muy grande, ha sido siempre considerado como el emblema del desierto. ...

En la línea 400
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Según los principios tan bien expuestos por M. Lyell, pocos países han sufrido modificaciones más notables desde el año 1535, en que desembarcó el primer colono con 72 caballos en las orillas del Plata. Los innumerables rebaños de ganado caballar, vacuno y lanar no sólo han modificado el carácter de la vegetación, sino que también han rechazado de todas partes y hecho casi desaparecer al guanaco, el ciervo y el avestruz. También han debido producirse otros cambios; el cerdo salvaje reemplaza muy probablemente al pecarí en muchos sitios; puede oírse a manadas de perros salvajes aullar en los bosques que cubren los bordes de los ríos menos frecuentados; y la rata común, convertida en un animal grande y feroz, habita en las colinas peñascosas. ...

En la línea 469
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Pretende ser muy amigo de los ingleses; pero sostiene que sólo obtuvieron la victoria de Trafalgar porque compraron a los capitanes españoles, y que el único acto de valentía ejecutado en aquella jornada fue el del almirante español ¿No es característico esto? ¡Un hombre que prefiere creer que sus compatriotas son los traidores más abominables a pensar que sean cobardes o torpes! 18y 19 de octubre.- Seguimos bajando lentamente este río magnífico; la corriente no nos ayuda nada. Encontramos muy pocos barcos. Parece realmente desdeñarse aquí uno de los dones más preciosos de la naturaleza: esta magnífica vía de comunicación, un río donde por buques podrían relacionarse dos países, uno de clima templado y en el cual abundan ciertos productos mientras otros faltan por completo; otro con un clima tropical y un suelo que (a creer a M. Bonpland, el mejor de todos los jueces) quizá no tenga igual en el mundo por su fertilidad. ¡Cuán otro hubiera sido este río, si colonos ingleses hubiesen tenido la suerte de remontar los primeros el río de la Plata! ¡Qué magníficas ciudades ocuparían hoy sus orillas! Hasta la muerte de Francia, dictador del Paraguay, estos dos países permanecen tan separados cual si estuviesen en los dos extremos del globo. Pero violentas revoluciones, violentas proporcionalmente a la tranquilidad tan poco natural que hoy reina allí, desgarrarán al Paraguay cuando el viejo tirano sanguinario ya no exista. Este país tendrá que aprender, como todos los estados españoles de la América del Sur, que una república no puede sustituir en tanto que no se apoye en hombres que respeten los principios de la justicia y el honor. ...

En la línea 602
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Hoy he matado un cóndor. Medía ocho pies y medio de extremo a extremo de las alas y cuatro pies desde el pico a la cola. Sabido es que la habitación de este pájaro, geográficamente hablando, es muy extensa. En la costa occidental de la América del Sur se le encuentra en las cordilleras desde el Estrecho de Magallanes hasta los 80 de latitud norte del Ecuador. En la costa de la Patagonia su límite septentrional es el escarpado cantil que se encuentra cerca de la desembocadura del río Negro. En este punto se ha separado el cóndor cerca de cuatrocientas millas de la gran línea central de la habitación en los Andes. Más al sur se encuentra con bastante frecuencia el cóndor en los inmensos precipicios que rodean el Puerto Deseado; sin embargo, se aventuran muy poco hasta las orillas del mar. Estos pájaros frecuentan también una línea de elevados cerros inmediatos a la desembocadura del Santa Cruz y se los encuentra sobre el río a unas ochenta millas del mar, en los puntos en que los límites del valle afectan la forma de precipicios perpendiculares. Estos hechos parecen probar que el cóndor habita de preferencia los acantilados tallados a pico. En Chile habita el cóndor la mayor parte del año en las orillas del Pacífico, y por la noche van varios de estos pájaros a posarse juntos sobre el mismo árbol; pero a principios del verano se retiran a los lugares más inaccesibles de las cordilleras para reproducirse con toda seguridad. ...

En la línea 1866
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Doña Águeda era muy buena cocinera; conocía el empirismo del arte, y además lo profesaba por principios. ...

En la línea 5412
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¿Daría usted una hija a don Álvaro? —¡Antes muerta! —Pues Ronzal, aunque se llama conservador y quiere la unidad católica y otros principios que contiene nuestra política, no es buen cristiano, no lo es como se necesita que lo sea el marido de una Carraspique. ...

En la línea 9737
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... —¡Sí, señor mío! ¡mis principios son fijos! ¡fijos! ¿entiende usted? Y yo no necesito manosear librotes y revolver tripas de cristianos y de animales, para llegar a mi conclusión categórica. ...

En la línea 12331
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Había referido a la Regenta la historia de don Álvaro desde principios del verano pasado hasta la fecha. ...

En la línea 805
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Todos los embajadores lo elogiaban. Era el Papa deseado que iba a reformar la despilfarradora Corte de Roma, a restablecer el orden en la ciudad, a Inaugurar una vida pontifical modesta y justa con arreglo a lo;, principios cristianos. Conocían su existencia anterior, su juventud y su madurez extremadamente alegres, sus amantes y sus hijos; pero en aquella época todos hacían diferencia entre el hombre y la función, y el hecho de que el cardenal Rodrigo de Borja hubiese vivido escandalosamente, como otros tantos, no hacía dudar de que pudiera ser un gran Papa. ...

En la línea 1179
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... El Diarium de Burckhardt, escrito en latín con letra casi ininteligible, había permanecido inédito hasta principios del siglo xviii. ...

En la línea 1311
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... La parte secreta del convenio era que el monarca de Francia procuraría el casamiento de César con una dama de familia real (Carlota de Nápoles), y el Santo Padre facilitaría a Luis XII los medios para apoderarse de Milán y Nápoles, con más eficacia que lo había hecho su antecesor. A su vez, Luis XII ayudaría al nuevo duque de Valence a reconquistar los dominios de la Iglesia, fundados a principios de la Edad Media por Pepino y Carlomagno desposeyendo uno tras otro a los barones feudales que detentaban las antiguas tierras de los papas, representando un peligro permanente para éstos. ...

En la línea 1764
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... A principios de 1501 aún estaba el duque de las Romanas tendido en su lecho, rodeado de amigos fieles y procurando no comer más alimentos que los preparados por aquéllos, pues temía, con razón, verse suprimido como el viejo Pío III. La victoria definitiva de los españoles sobre los franceses en el reino napolitano contribuyó a que Julio II no se atreviese a abreviar la vida de su prisionero. ...

En la línea 508
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... - Imposible, gentleman. -Dijo al fin-. Solo puede emitir esa hipótesis el que no conozca como hemos organizado nuestra sociedad después de la Verdadera Revolución. Todos los malvados principios inventados por el egoísmo de los varones, cuando estos dominaban a las hembras, los hemos resucitado nosotras ahora para su esclavitud moral. Las mujeres intelectuales que influyen en la organización presente (nuestros poetas, nuestros filósofos, nuestros moralistas) se muestran acordes en absoluto al enumerar y definir las virtudes masculinas. Un hombre honesto y de buena familia debe salir poco de casa, preocuparse únicamente de su administración, educar a los hijos pequeños, oír en silencio a su esposo femenino, sin contradecirle nunca; evitar las conversaciones sobre cosas públicas, que corresponden únicamente a las mujeres. ...

En la línea 414
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Pasemos ahora a los Morenos, procedentes del valle de Mena, una de las familias más dilatadas y que ofrecen más desigualdades y contrastes en sus infinitos y desparramados miembros. Arnaiz y Estupiñá disputan, sin llegar a entenderse, sobre si el tronco de los Morenos estuvo en una droguería o en una peletería. En esto reina cierta oscuridad, que no se disipará mientras no venga uno de estos averiguadores fanáticos que son capaces de contarle a Noé los pelos que tenía en la cabeza y el número de eses que hizo cuando cogió la primera pítima de que la historia tiene noticia. Lo que sí se sabe es que un Moreno casó con una Isla-Bonilla a principios del siglo, viniendo de aquí la Casa de giro que del 19 al 35 estuvo en la subida de Santa Cruz junto a la iglesia, y después en la plazuela de Pontejos. Por la misma época hallamos un Moreno en la Magistratura, otro en la Armada, otro en el Ejército y otro en la Iglesia. La Casa de banca no era ya Moreno en 1870, sino Ruiz-Ochoa y Compañía, aunque uno de sus principales socios era don Manuel Moreno-Isla. Tenemos diferentes estirpes del tronco remotísimo de los Morenos. Hay los Moreno-Isla, los Moreno-Vallejo y los Moreno-Rubio, o sea los Morenos ricos y los Morenos pobres, ya tan distantes unos de otros que muchos ni se tratan ni se consideran afines. Castita Moreno, aquella presumida amiga de Barbarita en la escuela de la calle Imperial, había nacido en los Morenos ricos y fue a parar, con los vaivenes de la vida, a los Morenos pobres. Se casó con un farmacéutico de la interminable familia de los Samaniegos, que también tienen su puesto aquí. Una joven perteneciente a los Morenos ricos casó con un Pacheco, aristócrata segundón, hermano del duque de Gravelinas, y de esta unión vino Guillermina Pacheco a quien conoceremos luego. Ved ahora cómo una rama de los Morenos se mete entre el follaje de los Gravelinas, donde ya se engancha también el ramojo de los Trujillos, el cual venía ya trabado con los Arnaiz de Madrid y con los Bonillas de Cádiz, formando una maraña cuyos hilos no es posible seguir con la vista. ...

En la línea 1819
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Maximiliano estaba muy bien de la cabeza; pero para colocarse en buena situación, dijo que sentía principios de jaqueca. Así doña Lupe tendría compasión de él. Dejose caer en un sillón y se comprimió la frente. ...

En la línea 2261
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Así fue en efecto. Pocas veces en su vida, ni aun en los mejores días de Jáuregui, se dio doña Lupe tanto pisto como en aquella entrevista, pues siendo el basilisco tan poco fuerte en artes sociales y hallándose tan cohibida por su situación y su mala fama, la otra se despachó a su gusto y se empingorotó hasta un extremo increíble. Trataba doña Lupe a su presunta sobrina con urbanidad; pero guardando las distancias. Había de conocerse hasta en los menores detalles, que la visitada era una moza de cáscara amarga, con recomendables pretensiones de decencia, y la visitante una señora, y no una señora cualquiera, sino la señora de Jáuregui, el hombre más honrado y de más sanas costumbres que había existido en todo tiempo en Madrid o por lo menos en Puerta Cerrada. Y su condición de dama se probaba en que después de haber hecho todo lo posible, en la primera parte de la visita, por mostrar cierta severidad de principios, juzgó en la segunda que venía bien caerse un poco del lado de la indulgencia. El verdadero señorío jamás se complace en humillar a los inferiores. Doña Lupe se sintió con unas ganas tan vivas de protección con respecto a Fortunata, que no podría llevarse cuenta de los consejos que le dio y reglas de conducta que se sirvió trazarle. Es que se pirraba por proteger, dirigir, aconsejar y tener alguien sobre quien ejercer dominio… ...

En la línea 2407
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Feliz entre todos los mortales se creía el buen estudiante de Farmacia, viendo que su querida no rechazaba la idea de dar por concluida la cuarentena y apresurar el casamiento. Sin duda estaba ya su alma más limpia que una patena. Lo malo era que el tontaina de Nicolás, a los cinco meses de estar la pobre chica en el convento, decía que no era bastante y que por lo menos debían esperar al año. Maximiliano se ponía furioso, y doña Lupe, consultada sobre el particular, dio su dictamen favorable a la salida. Aunque dos o tres veces, llevada por su sobrino había visitado al basilisco, no había podido averiguar si estaba ya bien despercudida de las máculas de marras, pero ella quería ejercitar, como he dicho antes, su facultad educatriz, y todo lo que se tardase en tener a Fortunata bajo su jurisdicción, se detenía el gran experimento. Desconfiaba algo la buena señora de la eficacia de los institutos religiosos para enderezar a la gente torcida. Lo que allí aprendían, decía, era el arte de disimular sus resabios con formas hipócritas. En el mundo, en el mundo, en medio de las circunstancias es donde se corrigen los defectos, bajo una dirección sabia. Muy santo y muy bueno que al raquitismo se apliquen los reconstituyentes; pero doña Lupe opinaba que de nada valen estos si no van acompañados del ejercicio al aire libre y de la gimnasia, y esto era lo que ella quería aplicar, el mundo, la vida y al mismo tiempo principios. ...

En la línea 1140
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑¡Ya salió aquello! Los principios… Tú estás sentado sobre tus principios como sobre muelles, y no te atreves a hacer el menor movimiento. Mi principio es que todo depende del modo de ser del hombre. Lo demás me importa un comino. Y Zamiotof es un excelente muchacho. ...

En la línea 1347
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑Sí, la conclusión lógica de los principios que acaba usted de exponer es que se puede incluso asesinar. ...

En la línea 1906
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... El estudiante no había mentido al decir, en el curso de su extravagante charla de borracho, que la patrona de Raskolnikof, Praskovia Pavlovna, tendría celos de Dunia y, seguramente, también de Pulqueria Alejandrovna, la cual, pese a sus cuarenta y tres años, no había perdido su extraordinaria belleza. Por otra parte, parecía más joven de lo que era, como suele ocurrir a las mujeres que saben conservar hasta las proximidades de la vejez un alma pura, un espíritu lúcido y un corazón inocente y lleno de ternura. Digamos entre paréntesis que no hay otro medio de conservarse hermosa hasta una edad avanzada. Su cabello empezaba a encanecer y a aclararse; hacía tiempo que sus ojos estaban cercados de arrugas; sus mejillas se habían hundido a causa de los desvelos y los sufrimientos, pero esto no empañaba la belleza extraordinaria de aquella fisonomía. Su rostro era una copia del de Dunia, sólo que con veinte años más y sin el rasgo del labio inferior saliente. Pulqueria Alejandrovna tenía un corazón tierno, pero su sensibilidad no era en modo alguno sensiblería. Tímida por naturaleza, se sentía inclinada a ceder, pero hasta cierto punto: podía admitir muchas cosas opuestas a sus convicciones, mas había un punto de honor y de principios en los que ninguna circunstancia podía impulsarla a transigir. ...

En la línea 3528
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑Lo he visto todo y todo lo he oído -dijo, recalcando esta última palabra‑. Lo que usted acaba de hacer es noble, es decir, humano. Ya he visto que usted no quiere que le den las gracias. Y aunque mis principios particulares me prohíben, lo confieso, practicar la caridad privada, pues no sólo es insuficiente para extirpar el mal, sino que, por el contrario, lo fomenta, no puedo menos de confesarle que su gesto me ha producido verdadera satisfacción. Sí, sí; su gesto me ha impresionado. ...

En la línea 1398
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Entonces ya no había quedado más que Picaporte en el vagón, y el hermano mayor, mirándole de hito en hito, fascinándole con sus palabras, le recordó que dos años después del asesinato de Smith, su sucesor el profeta inspirado, Brigham Young, abandonando a Nauvoo, fue a establecerse a las orillas del Lago Salado, y allí, en aquel admirable territorio, en medio de una región fértil, en el camino que los emigrantes atraviesan para ir a Califomia, la nueva colonia, gracias a los principios de la poligamia del mormonismo, tomó enorme extensión. ...


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Principios en Word Reference.
Principios en la wikipedia.
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