La palabra Descuidada ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece descuidada.
Estadisticas de la palabra descuidada
La palabra descuidada no es muy usada pues no es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE
Errores Ortográficos típicos con la palabra Descuidada
Cómo se escribe descuidada o deskuidada?
Cómo se escribe descuidada o dexuidada?
Cómo se escribe descuidada o dezcuidada?

la Ortografía es divertida

El Español es una gran familia
Algunas Frases de libros en las que aparece descuidada
La palabra descuidada puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 5801
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Milady cambió de conversación sin afectación alguna, y preguntó a D'Artagnan de la forma más descuidada del mundo si había estado alguna vez en In glaterra. ...
En la línea 2661
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Él, que a todos quiso dar gusto, y por el que él tenía de leerla, prosiguió el cuento, que así decía: «Sucedió, pues, que, por la satisfación que Anselmo tenía de la bondad de Camila, vivía una vida contenta y descuidada, y Camila, de industria, hacía mal rostro a Lotario, porque Anselmo entendiese al revés de la voluntad que le tenía; y, para más confirmación de su hecho, pidió licencia Lotario para no venir a su casa, pues claramente se mostraba la pesadumbre que con su vista Camila recebía; mas el engañado Anselmo le dijo que en ninguna manera tal hiciese. ...
En la línea 6202
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Hecho esto, y llegadas las once horas de la noche, halló don Quijote una vihuela en su aposento; templóla, abrió la reja, y sintió que andaba gente en el jardín; y, habiendo recorrido los trastes de la vihuela y afinándola lo mejor que supo, escupió y remondóse el pecho, y luego, con una voz ronquilla, aunque entonada, cantó el siguiente romance, que él mismo aquel día había compuesto: -Suelen las fuerzas de amor sacar de quicio a las almas, tomando por instrumento la ociosidad descuidada. ...
En la línea 3668
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Al quedarse otra vez solo, D. Evaristo arrugó el ceño. Ocurriósele una contrariedad que entorpecería su plan. Al ir hacia el café había preparado por el camino el discurso que le espetaría a Juan Pablo. Este discurso empezaba así: «Amigo mío, me he enterado de que la pobre mujer de su hermano de usted vive en el más grande apartamiento, arrepentida ya de su falta, indigente y sin amparo alguno… » y por aquí seguía. Pero esto era insigne torpeza, porque si después de encarecer lo tronada y hambrienta que estaba Fortunata, ¡la veían tan hermosa… ! No, de ninguna manera. Facilillo era compaginar la lozanía de la señora de Rubín con su desgracia. ¿Y cómo evitar que del indicio de aquellas apretadas carnes y de aquel color admirable indujeran los parientes la certeza de una vida regalona, alegre y descuidada?… Uno rato estuvo mi hombre discurriendo cómo probar que no es cosa del otro jueves que las personas afligidas engorden, y aún no había logrado construir su plan lógico, cuando llegó Juan Pablo, frotándose las manos, y dejando ver en su cara la satisfacción íntima que el simple hecho de entrar en el café le producía. Era como el tinte de placidez que toma la cara del buen burgués al penetrar en el hogar doméstico. Saludáronse los dos amigos con el afecto de siempre. Después de oír, acerca de su salud, todas las vulgaridades hipocráticas con que el sano trastea al enfermo, como aquello de es nervioso… pasee usted… yo también estuve así, Feijoo abordó la cuestión, y por zancas y barrancas, soltando lo primero que se le ocurría, llegó a decir que él se había propuesto, por pura caridad, negociar la reconciliación. ...
En la línea 4872
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —No; ese es el caso. Fenelón había ido a París a hacer compras. En París estaba Moreno, le vio… y chitito callando se fue a Royan, sabiendo que me cogía sola y descuidada. Descuido fue, que aquella vez, hija, no pude zafarme como cuando la del coche… ¡Ay!, estas cosas te las cuento a ti, porque sé que eres callada y no me has de hacer traición. ¡Si mamá lo supiera… ! En fin, que el muy tunante se divirtió todo lo que quiso, y después la del humo. Llegó el 70, y al pobrecito Fenelón le mataron esos infames prusianos. Fue un dolor… ¡ah! por ser valiente, ¡por empeñarse en salir en una descubierta! Era un hombre tan patriota, que por salvar a su querida Francia, habría dado él cien vidas que tuviera… Pero vamos al otro, a ese solterón estragado… Cuando enviudé, dije: «Pues ahora, si de veras le gusto… ». ¡Quia! Me le encontré en Madrid al año siguiente, y como si tal cosa. ¿Creerás que me dijo algo de amor? ¿Creerás que se acordaba de cumplir las promesas que me había hecho? Buen cumplimiento nos dé Dios. Hija, frialdad igual no he visto. Te aseguro, que me dan ganas, por ejemplo, de clavarle un puñal… Cierto que me ofreció lo que yo quisiera para establecerme… pero no quise tomar nada de aquellas manos. ¡Monstruo! Cuando le dio al primo Pepe el dinero para la gran tienda, puso por condición que me había de colocar al frente de las labores… Pero no se lo agradezco, palabra de honor, no se lo agradezco… ...
En la línea 5359
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... «Es una barbaridad que le dejen salir solo a la calle. El mejor día hace cualquier desavío y da un disgusto… Pues ahora que le he visto suelto, voy a tener miedo, y me pondré a discurrir si se meterá aquí el mejor día… La suerte es que no sabrá dónde estoy; buen cuidado tengo yo de que no lo sepa. ¿Pero quién está segura de ningún secreto en estos tiempos? A lo mejor, cualquier chusco se lo canta y ya tenemos jaqueca para rato… ¡Como no le dé por venir a matarme!… Eso tendrá que ver. Pero muy descuidada habría de cogerme, porque le deshago yo de un par de porrazos… Pero, ¿y si entra, se esconde, me acecha, y ¡pim!, me pega un tiro?… No; yo tengo que estar con mucho cuidado. Ni a Cristo le abro yo la puerta. Y voy a decirle a mi tía que necesito tomar una criada. Una chiquilla modosa y dispuestilla, así como Papitos, me vendría muy bien. ¡Sola todo el día en esta jaula!… ¡Ah!, gracias a Dios; ya siento el llavín de mi tía, que entra. ¿Será ella o será alguno que le ha quitado el llavín y viene a matarme?… Tía, tía, ¿es usted?». ...
En la línea 5806
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Trajeron la leche, y cuando Encarnación se la servía a su ama, esta vio que habían caído dos moscas; le entró mucho asco y puso a la chiquilla como hoja de perejil, llamándola puerca y descuidada. El regente mandó traer más leche, y dijo que la de las moscas se la bebería él, pues no tenía asco de nada. Sacó los insectos con el dedo meñique, y su amiga le criticó esta acción, llamándole sucio y tratándole con cierta sequedad. Trajeron la leche bien tapada para que no cayeran moscas, y mientras Fortunata se la bebía, Ballester se tomó la otra, diciendo bromas y chuscadas, con las cuales no lograba disipar la negra tristeza en que la joven había caído tras la ruidosa alegría. Mandola acostar, y entretanto, pasó el farmacéutico a la sala, haciendo que atendía al juego de las damas. No podía tener tranquilidad mientras Maxi estuviera allí, ni se fiaba de sus apariencias resignadas y filosóficas. Con disimulo, y fingiendo que le hacía cosquillas, por jugar, le tocó los bolsillos, temeroso de que llevara algún arma. Pero nada encontró en su disimulado reconocimiento. A pesar de todo, no quería Ballester irse sin llevarle por delante, y tanto bregó con él, que hubo de conseguirlo. Salió, pues, el regente haciendo propósito de volver, pues su amiga le había puesto en cuidado. ...
Más información sobre la palabra Descuidada en internet
Descuidada en la RAE.
Descuidada en Word Reference.
Descuidada en la wikipedia.
Sinonimos de Descuidada.
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