La palabra Definitivamente ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Bodega de Vicente Blasco Ibañez
A los pies de Vénus de Vicente Blasco Ibáñez
El paraíso de las mujeres de Vicente Blasco Ibáñez
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne
Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
El jugador de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
Amnesia de Amado Nervo
Julio Verne de La vuelta al mundo en 80 días
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece definitivamente.
Estadisticas de la palabra definitivamente
Definitivamente es una de las palabras más utilizadas del castellano ya que se encuentra en el Top 5000, en el puesto 2287 según la RAE.
Definitivamente tienen una frecuencia media de 4.2 veces en cada libro en castellano
Esta clasificación se basa en la frecuencia de aparición de la definitivamente en 150 obras del castellano contandose 638 apariciones en total.
Más información sobre la palabra Definitivamente en internet
Definitivamente en la RAE.
Definitivamente en Word Reference.
Definitivamente en la wikipedia.
Sinonimos de Definitivamente.

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece definitivamente
La palabra definitivamente puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1290
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Realmente se interesaba por el curso de la recolección. La acometividad que sentía contra los trabajadores, su deseo de vencer a los de la huelga, le hacían ser laborioso y tenaz. Acabó por establecerse definitivamente en la torre de Marchamalo, jurando que no se movería de allí hasta que terminase la vendimia. ...
En la línea 1951
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... El señor _Matacardillos_, el dueño del ventorro del Grajo, se moría definitivamente. Su familia imploraba la visita del revolucionario, viendo en su presencia un último rayo de alegría para el enfermo. «Ahora va de veras, don Fernando», escribíanle los hijos. Y don Fernando fue a Jerez, y emprendió a pie el camino de Matanzuela, aquel camino que había seguido de noche, en diversa dirección, tras el cadáver de una gitana. ...
En la línea 263
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Nadie pensaba en la posibilidad de un Papa extranjero. El gran Cisma había sido motivado por la oposición de Roma a todo Pontífice que no fuese de Italia. Hasta en el Concilio de Constanza, gran asamblea internacional de la Iglesia, había sido elegido un italiano, Martín V, para terminar el conflicto definitivamente. ...
En la línea 1933
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... —Y para los que no pertenecen a nuestra religión, el pontificado de Alejandro Sexto representa un gran acontecimiento histórico, el mayor tal vez de nuestra raza… ¿Qué eramos los blancos nacidos en Europa? Una minoría de la Humanidad, aglomerada en un continente estrecho. ¡Qirén sabe si, faltos los blancos de expansión, debilitados en una lucha incesante por la propiedad del exiguo suelo, esos pueblos de Asia, que parecen inmensas colmenas o interminables nidos de hormigas, habrían acabado por caer sobre los nuestros, esclavizándolos por la fuerza de su inmensa superioridad numérica!… Pero descubrimos los españoles el mundo americano en tiempos del Papa Borgia, y gracias a nosotros pudo Europa desarrollarse en la más prolongada de las masas continentales, donde se repiten dos veces a un lado y a otro de la línea ecuatorial, todos los climas y todas las riquezas, triunfando con ello definitivamente el hombre blanco sobre el resto del planeta. ...
En la línea 1085
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... El doctor, que remontaba, bufando de angustia, esta rampa interminable, sintió de pronto que crujía bajo sus pies e iba a romperse definitivamente, haciéndole caer de una altura igual a doce o quince veces la longitud de su cuerpo. El terror le hizo pedir socorro con chillidos de angustia. Fuera del local, los servidores y los maltrechos policías se miraron con una expresión de inteligencia: ...
En la línea 5811
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Fortunata no comprendía. «Me explicaré mejor. Quiero decir que al maltratar a tu rival le has dado la victoria sobre ti. El hombre a quien queréis las dos pudo haber vacilado antes de elegir la que definitivamente había de merecer su amor. Ahora no vacilará. Entre una que se descompone y hace las brutalidades que tú hiciste y otra que padece y es maltratada, el amor tiene que preferir a la víctima. Toda víctima es por sí interesante. Todo verdugo es por sí odioso. En un pleito de amor, la víctima gana siempre. Ésta es una verdad que está escrita en el corazón humano como en un libro, y yo leo en él tan claro como leemos una noticia en El Imparcial. Yo lo sé todo; nada se me oculta. Demasiadas pruebas tienes de ello». ...
En la línea 197
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Con la versatdidad inherente al espíritu humano, se pasó de un exceso al extremadamente opuesto. Los más fervientes partidarios de la empresa se convirtieron fatalmente en sus más ardientes detractores. La reacción subió desde los fondos del navío, desde los puestos de los pañoleros hasta los de la oficialidad, y, ciertamente, sin la muy particular obstinación del capitán Farragut, la fragata hubiese puesto definitivamente proa al Sur. ...
En la línea 201
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Al día siguiente, 5 de noviembre, expiraba a mediodía el plazo de rigor. Tras fijar la posición, el comandante Farragut, fiel a su promesa, debía poner rumbo al Sudeste y abandonar definitivamente las regiones septentrionales del Pacífico. ...
En la línea 255
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Mientras observaba aquel ser fenomenal, vi cómo lanzaba dos chorros de agua y de vapor por sus espiráculos hasta una altura de unos cuarenta metros. Eso me reveló su modo de respiración, y me permitió concluir definitivamente que pertenecía a los vertebrados, clase de los mamíferos, subclase de los monodelfos, grupo de los pisciformes, orden de los cetáceos, familia… En este punto no podía pronunciarme todavía. El orden de los cetáceos comprende tres familias: las ballenas, los cachalotes y los delfines, y es en esta última en la que se inscriben los narvales. Cada una de estas familias se divide en varios géneros, cada género en especies y cada especie en variedades. Variedad, especie, género y familia me faltaban aún pero no dudaba yo de que llegaría a completar mi clasificación, con la ayuda del cielo y del comandante Farragut. ...
En la línea 437
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Abortada definitivamente esta última tentativa, los dos desconocidos cambiaron entre sí algunas palabras en su lengua incomprensible y se retiraron sin tan siquiera habernos dirigido uno de esos gestos tranquilizadores que tienen curso en todos los países del mundo. La puerta se cerró tras ellos. ...
En la línea 259
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑¡Renunciar a la verdadera vida! ‑exclamó en una especie de delirio‑. Aceptar el destino con resignación, aceptarlo tal como es y para siempre, ahogar todas las aspiraciones, abdicar definitivamente el derecho de obrar, de vivir, de amar… ...
En la línea 489
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Corrió a la puerta, escuchó, cogió su sombrero y empezó a bajar la escalera cautelosamente, con paso silencioso, felino… Le faltaba la operación más importante: robar el hacha de la cocina. Hacía ya tiempo que había elegido el hacha como instrumento. Él tenía una especie de podadera, pero esta herramienta no le inspiraba confianza, y todavía desconfiaba más de sus fuerzas. Por eso había escogido definitivamente el hacha. ...
En la línea 554
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... La vieja, como de costumbre, no llevaba nada en la cabeza. Sus cabellos, grises, ralos, empapados en aceite, se agrupaban en una pequeña trenza que hacía pensar en la cola de una rata, y que un trozo de peine de asta mantenía fija en la nuca. Como era de escasa estatura, el hacha la alcanzó en la parte anterior de la cabeza. La víctima lanzó un débil grito y perdió el equilibrio. Lo único que tuvo tiempo de hacer fue sujetarse la cabeza con las manos. En una de ellas tenía aún el paquetito. Raskolnikof le dio con todas sus fuerzas dos nuevos hachazos en el mismo sitio, y la sangre manó a borbotones, como de un recipiente que se hubiera volcado. El cuerpo de la víctima se desplomó definitivamente. Raskolnikof retrocedió para dejarlo caer. Luego se inclinó sobre la cara de la vieja. Ya no vivía. Sus ojos estaban tan abiertos, que parecían a punto de salírsele de las órbitas. Su frente y todo su rostro estaban rígidos y desfigurados por las convulsiones de la agonía. ...
En la línea 1311
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑No estoy de acuerdo con usted ‑dijo Lujine, visiblemente encantado‑. Cierto que algunos se entusiasman y cometen errores, pero debemos ser indulgentes con ellos. Esos arrebatos y esas faltas demuestran el ardor con que se lanzan al empeño, y también las dificultades, puramente materiales, verdad es, con que tropiezan. Los resultados son modestos, pero no debemos olvidar que los esfuerzos han empezado hace poco. Y no hablemos de los medios que han podido utilizar. A mi juicio, no obstante, se han obtenido ya ciertos resultados. Se han difundido ideas nuevas que son excelentes; obras desconocidas aún, pero de gran utilidad, sustituyen a las antiguas producciones de tipo romántico y sentimental. La literatura cobra un carácter de madurez. Prejuicios verdaderamente perjudiciales han caído en el ridículo, han muerto… En una palabra, hemos roto definitivamente con el pasado, y esto, a mi juicio, constituye un éxito. ...
En la línea 983
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Poco antes de las once de la mañana, cuando aún la abuela estaba en su cuarto, el general y Des Grieux resolvieron intentar un último esfuerzo. Habiéndose enterado de que, lejos de marcharse, había vuelto al casino, fueron a verla para discutir definitivamente e incluso “francamente”. El general que temblaba y desfallecía ante la perspectiva de las funestas consecuencias que podían resultar para él, perdió los estribos; después de haber suplicado durante media hora y de haberlo confesado todo, es decir, sus deudas y hasta su pasión por la señorita Blanche —estaba completamente loco tomó de pronto un tono amenazador y comenzó a reñir a la abuela. Ella deshonraba su nombre, se convertía en la causa de un escándalo en toda la ciudad y, en fin… en fin… ...
En la línea 990
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Durante todo el día la señorita Blanche sondeó y maniobró cerca del príncipe para que se le declarase definitivamente. Pero, ¡ay!, se había equivocado cruelmente en lo que se refiere a ese personaje. ...
En la línea 352
del libro Amnesia
del afamado autor Amado Nervo
... Apreté con desesperación sus manos heladas y con un fervor inmenso pedí a lo Desconocido, que aquella alma no se alejase sin renovar definitivamente su pacto de amor. ...
En la línea 857
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Entretanto, se estableció la calma en su cerebro y resolvió obrar francamente con Picaporte. Si no se enconraba en las condiciones apetecidas para prender a Fogg en Hong Kong, y así Fogg se preparaba para salir definitivamente del territorio inglés, él, Fix, se lo diría todo a Picaporte. O el criado era cómplice del amo y éste lo sabía todo, en cuyo caso el negocio estaba definitivamente comprometido, o el criado no tenía parte alguna en el robo, y entoces su interés estaba en separarse del ladrón. ...
En la línea 857
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Entretanto, se estableció la calma en su cerebro y resolvió obrar francamente con Picaporte. Si no se enconraba en las condiciones apetecidas para prender a Fogg en Hong Kong, y así Fogg se preparaba para salir definitivamente del territorio inglés, él, Fix, se lo diría todo a Picaporte. O el criado era cómplice del amo y éste lo sabía todo, en cuyo caso el negocio estaba definitivamente comprometido, o el criado no tenía parte alguna en el robo, y entoces su interés estaba en separarse del ladrón. ...
En la línea 910
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Ahora bien, el agente tenía buenas razones para echar pestes contra el infernal azar que lo perseguía. ¡No había mandamiento! Era evidente que éste corría tras de él y no podía alcanzarlo sino permaneciendo algunos días en la ciudad. Y como Hong Kong era la última tierra inglesa del trayecto, mister Fogg se le iba a escapar definitivamente si no lograba retenerlo. ...
En la línea 1500
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Pero apenas había pasado el tren, cuando el puente, definitivamente arruinado, se desplomaba con estrépito sobre el Medicine Bow. ...

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