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La palabra bandera
Cómo se escribe

la palabra bandera

La palabra Bandera ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Barraca de Vicente Blasco Ibañez
La Bodega de Vicente Blasco Ibañez
Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
La Biblia en España de Tomás Borrow y Manuel Azaña
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra
Viaje de un naturalista alrededor del mundo de Charles Darwin
A los pies de Vénus de Vicente Blasco Ibáñez
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
Sandokán: Los tigres de Mompracem de Emilio Salgàri
Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Julio Verne de La vuelta al mundo en 80 días
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece bandera.

Estadisticas de la palabra bandera

Bandera es una de las palabras más utilizadas del castellano ya que se encuentra en el Top 5000, en el puesto 3003 según la RAE.

Bandera tienen una frecuencia media de 31.5 veces en cada libro en castellano

Esta clasificación se basa en la frecuencia de aparición de la bandera en 150 obras del castellano contandose 4788 apariciones en total.

Más información sobre la palabra Bandera en internet

Bandera en la RAE.
Bandera en Word Reference.
Bandera en la wikipedia.
Sinonimos de Bandera.


la Ortografía es divertida


El Español es una gran familia

Algunas Frases de libros en las que aparece bandera

La palabra bandera puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 2166
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Hasta algunas veces había visto de lejos a Pimentó, que paseaba por la huerta como bandera de venganza su cabeza entrapajada, y el valentón, a pesar de que estaba repuesto del golpe, huía, temiendo el encuentro tal vez más que Batiste. ...

En la línea 596
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Como prueba de su existencia novelesca, sólo había un muerto, un asesinato vulgarísimo en un país de vino y de sangre: y por este homicidio habían muerto unos cuantos trabajadores en garrote vil, y centenares de infelices como él vivieron en la cárcel sufriendo tormentos que a algunos les costaron la existencia. Pero desde entonces tenían los amos un espantajo para levantarlo como bandera, _La Mano Negra_, y no intentaban los pobres de la campiña el más leve movimiento hacia su bienestar, que no surgiese el fantasma lúgubre goteando sangre. ...

En la línea 1256
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Luis era liberal, muy liberal. Disentía en este punto de sus maestros de la Compañía, que hablaban de don Carlos con entusiasmo, afirmando que era «la única bandera». Él estaba con los que mandaban, y no mencionaba una sola vez a las personas reales, que no echase por delante el título de _Su Majestad_, como si pudiesen oír de lejos estas muestras de exagerado respeto y premiárselas con lo que él deseaba. Era liberal; pero su libertad era la de las personas decentes. Libertad para los que tuvieran algo que perder: y para la gente baja, todo el pan que fuese posible, y palo, mucho palo, único medio de anonadar la maldad que nace con el hombre y se desarrolla sin el freno de la religión. ...

En la línea 1413
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Desde que había vuelto de Málaga, su padre no le veía una sola vez que no le recomendase la prudencia. Debía callar; al fin, ellos comían el pan de los Dupont, y no era noble el unirse con los desesperados, aunque éstos se quejasen con harto motivo. Además, para el señor Fermín, todas las aspiraciones humanas se resumían en don Fernando Salvatierra, y éste se hallaba ausente. Lo retenían en Madrid sometido a una continua vigilancia para que no volviese a Andalucía. Y el capataz de Marchamalo, faltando su don Fernando, consideraba la huelga desprovista de interés, y a los huelguistas como un ejército sin caudillo y sin bandera; una horda que forzosamente había de ser diezmada y sacrificada por los ricos. ...

En la línea 1673
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --Yo he servío, muchachos--decía;--yo he hecho la guerra, y esto que preparáis ahora es lo mismo que una batalla. ¿Dónde tenéis la bandera? ¿Dónde está el general?... ...

En la línea 8103
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -La bandera, pardiez. ...

En la línea 8104
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... ¡No hay que dejar una bandera en manos del enemigo, aunque esa bandera nosea más que una servilleta!Y Athos se precipitó al bastión, subió a la plataforma y quitó la bandera; sólo que como los rochellese habían llegado a tiro de mosquete, hicieron un fuego terrible sobre aquel hombre que, como por placer, iba a exponerse a los disparos. ...

En la línea 8104
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... ¡No hay que dejar una bandera en manos del enemigo, aunque esa bandera nosea más que una servilleta!Y Athos se precipitó al bastión, subió a la plataforma y quitó la bandera; sólo que como los rochellese habían llegado a tiro de mosquete, hicieron un fuego terrible sobre aquel hombre que, como por placer, iba a exponerse a los disparos. ...

En la línea 8104
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... ¡No hay que dejar una bandera en manos del enemigo, aunque esa bandera nosea más que una servilleta!Y Athos se precipitó al bastión, subió a la plataforma y quitó la bandera; sólo que como los rochellese habían llegado a tiro de mosquete, hicieron un fuego terrible sobre aquel hombre que, como por placer, iba a exponerse a los disparos. ...

En la línea 3082
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... La figura aparece vestida con el traje nacional; pero desvía el rostro de la tierra de sus padres, y como ondea en la mano una especie de bandera, parece que está animando a todos los de su raza para que abandonen aquella región estéril y busquen en otros climas un campo más rico y vasto para su actividad y su energía. ...

En la línea 5072
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... ¿Cuál podía yo dar a la mía, sino el verdadero? No me avergonzaba de mi causa ni de mi bandera. ...

En la línea 6585
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... La fragata española estuvo en acecho, y una mañana, al observar que el _Orestes_ había desaparecido, arboló los colores ingleses e hizo señales al mercante para que se acercara; engañado por la bandera británica, el mercante se acercó y al instante fué cañoneado y abordado: resultó ser, en efecto, barco contrabandista, y fué llevado a un puerto, donde lo entregaron a las autoridades españolas. ...

En la línea 6914
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... En esta veloz carrera, pasamos pegados a la popa de un barco grande con bandera americana; iba a tomar el Estrecho y avanzaba lentamente contra el levante impetuoso. ...

En la línea 3019
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Así como la vi, aunque no podía ver quién la ponía, mostré el papel, como dando a entender que pusiesen el hilo, pero ya venía puesto en la caña, al cual até el papel, y de allí a poco tornó a parecer nuestra estrella, con la blanca bandera de paz del atadillo. ...

En la línea 5165
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... ''Esas alabanzas y encarecimiento -respondió el de la traza-, mejor os atañen y tocan a vos que a mí, compadre; que por el Dios que me crió que podéis dar dos rebuznos de ventaja al mayor y más perito rebuznador del mundo; porque el sonido que tenéis es alto; lo sostenido de la voz, a su tiempo y compás; los dejos, muchos y apresurados, y, en resolución, yo me doy por vencido y os rindo la palma y doy la bandera desta rara habilidad''. ...

En la línea 734
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... El 5 de marzo echamos el ancla en la bahía de Woollya, pero no encontramos allí a nadie. Nos alarmó esto tanto más, cuanto que creíamos comprender por los gestos de los indígenas del estrecho de Eonsonby que había habido batalla. Más tardé hemos sabido que los terribles Oeus habían hecho una incursión. Sin embargo, muy pronto se aproximó a nosotros una canoíta, con una bandera en la proa y vimos que uno de los hombres que la tripulaban se lavaba la cara a grandes farfadas para quitarse la pintura; aquel hombre era nuestro pobre Jemmy, ya hoy hecho un salvaje flaco, huraño, con la cabellera en desorden y todo desnudo a excepción de un pedazo de tela alrededor de la cintura. No le conocimos hasta que estuvo a nuestro lado, porque estaba muy vergonzoso y volvía la espalda al barco. Le habíamos dejado gordo, limpio, bien vestido; no he visto nunca cambio más completo, ni más triste. Pero en cuanto se vistió, en cuanto desapareció el primer aturdimiento volvió a ser lo que era. Come con el capitán Fitz-Roy y lo hace con la pulcritud de otros tiempos. Nos dice que tiene demasiado, quiere decir bastante que comer, y que no tiene frío, que sus parientes son gente brava y que no quiere volver a Inglaterra. Por la tarde descubrimos la causa de aquel gran cambio en las ideas de Jemmy: llega al barco su joven y linda mujer. ...

En la línea 1071
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... endo la bandera británica izada en el palo mayor de la lancha de vapor, nos preguntó con la más profunda indiferencia si veníamos a tomar posesión de la isla ...

En la línea 1958
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... rante el Te Deum, en lugar de presentar las tropas la bandera peruana, desplegaron una bandera negra que llevaba una calavera. Qué puede pensarse de un gobierno a cuya vista se permite el desarrollo de semejante escena y en ocasión tan solemne? Este estado de los negocios me contrariaba mucho, porque apenas podía hacer algunas excursiones más allá de los límites de la ciudad. isla estéril de San Lorenzo, que rodea el puerto, era el único punto en que se podía pasear con alguna seguridad. parte superior de esta isla, que se eleva a una altura de más de 1.000 pies, se encuentra durante esta estación (invierno) en el límite de las nubes; por lo cual hay en ella muchas criptógamas y algunas flores ...

En la línea 1958
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... rante el Te Deum, en lugar de presentar las tropas la bandera peruana, desplegaron una bandera negra que llevaba una calavera. Qué puede pensarse de un gobierno a cuya vista se permite el desarrollo de semejante escena y en ocasión tan solemne? Este estado de los negocios me contrariaba mucho, porque apenas podía hacer algunas excursiones más allá de los límites de la ciudad. isla estéril de San Lorenzo, que rodea el puerto, era el único punto en que se podía pasear con alguna seguridad. parte superior de esta isla, que se eleva a una altura de más de 1.000 pies, se encuentra durante esta estación (invierno) en el límite de las nubes; por lo cual hay en ella muchas criptógamas y algunas flores ...

En la línea 113
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Y el bueno de don Baltasar se Imaginaba a todo el mundo enterado de cuáles eran los colores de la bandera española, y convencido de que su botoncito revelaría instantáneamente, a cuantos lo mirasen, su patria y su religión. ...

En la línea 746
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Enciso se valía de una Imagen para aminorar los defectos de Rodrigo de Borja y de los papas y cardenales de aquella época, Igualmente culpables por sus lascivias y escándalos. Los comparaba al soldado que merece castigo por faltar a los reglamentos militares : desobediencia a sus jefes, mal ejemplo para sus compañeros, palabras sediciosas, costumbres desmoralizadoras. Pero este soldado criminal .no es un traidor a su país, no ha renegado de su bandera no ha servido a los enemigos de su patria. ...

En la línea 3975
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... La comandanta entró con unos pedazos de damasco rojo y amarillo, que habían sido cortinas cuarenta años antes, pasando después por distintos usos. Con aquella tela se forraría la pared, formando la bandera española, y en el centro se pondría una lámina del Cristo del Gran Poder, propiedad de la portera. «No me parece mal—dijo Guillermina, sacando del estuche sus anteojos y calándoselos—. A ver, Juan Antonio, si se luce usted. ¿Y flores, no tenemos?». ...

En la línea 4243
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —¡Ay, qué gracioso!… ¡Qué monísima es la criatura!—exclamó la fundadora con amable ironía y gracejo—. Estas… hartas de pecados son muy saladas cuando se hacen las inocentes. ¡Creyó que le podría querer! ¿Y qué hizo usted para conseguirlo?… ¡Ah! Lo que usted quería, digamos las cosas claras, lo que usted quería era casarse para tener un nombre, independencia y poder corretear libremente. ¿Más clarito todavía? Pues lo que usted deseaba era una bandera para poder ejercer la piratería con apariencias de legalidad. ¡Desdichado hombre el que cargó con usted! De veras que le cayó la lotería. Y dígame, ¿al fin no saltó por alguna parte ese cariño que usted quería tener? ...

En la línea 4698
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... En Agosto ocurrió algo que no estaba en los papeles, y fue del modo siguiente. Una mañana fue Torquemada a ver a doña Lupe para tratar de negocios. Con su traje de verano, tenía el buen D. Francisco aspecto semejante al de los militares que vienen de Cuba, pues a más del trajecito azul, se había encasquetado un sombrero de paja de ala ancha. Su camisa, de rayas coloradas, parecía la bandera de los Estados Unidos; y para recalcar más su facha americana, llevaba una joya en la corbata y una cadena de reloj interminable, que le daba muchas vueltas de una parte a otra del pecho. Los pantalones eran tan cortos, que al sentarse se le veía media pierna. Allí venía bien decir que el difunto era más chico. Todo ello parecía prendas heredadas, o venidas a su poder por embargo judicial, o cogidas a algún filibustero. Servíale el sombrero de abanico, cuando estaba en visita, con la ventaja de que las personas circunstantes participaban de la ventilación que daba aquella prenda tropical tan bien manejada. ...

En la línea 106
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... Era una de esas naves pesadas llamadas juncos, de formas sin gracia y de dudosa solidez, que se usan mucho en los mares de la China. Apenas advirtió la presencia de los sospechosos paraos, contra los cuales no podía competir en velocidad, se detuvo y arboló una gran bandera. Al verla, Sandokán dio un salto adelante. ...

En la línea 107
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —¡La bandera del rajá Broocke, el exterminador de los piratas! —exclamó con acento de odio—. ¡Tigrecitos, al abordaje! ...

En la línea 214
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —No se los prometo, pero les juro que pronto llegará el día en que nos venguemos de esta derrota. Al relámpago de los cañones izaremos nuestra bandera en los bastiones de Victoria. ...

En la línea 272
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —¿Quién habría de decir —exclamó, apretando los dientes— que un día el leopardo de Labuán vencería a los tigres de Mompracem? ¿Que yo, el invencible Tigre de la Malasia, llegaría aquí derrotado y herido? ¡La venganza! ¡Todos mis paraos, mi isla, mis hombres, mis tesoros, por destruir a esos hombres blancos que me disputan este mar! ¿Qué me importa que hoy se ensoberbezca el leopardo inglés con su victoria? ¡Ya temblarán todos los ingleses de esta isla, porque verán mi sangrienta bandera a la luz de los incendios! Paciencia por ahora, Sandokán. Sanaré y volveré a Mompracem aunque tenga que construir una balsa a golpes de kriss. ...

En la línea 652
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — Además, creo - prosiguió Joe que sería mejor que las personas ordinarias siguiesen tratando a las que son como ellas, en vez de ir a jugar con personajes extraordinarios. Eso me hace pensar que, por lo menos, se podrá creer que en aquella casa haya siquiera una bandera. ...

En la línea 1889
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... - Hay una verdadera asta para la bandera - dijo Wemmick -, y los sábados izo una bandera formal. Ahora ...

En la línea 1889
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... - Hay una verdadera asta para la bandera - dijo Wemmick -, y los sábados izo una bandera formal. Ahora ...

En la línea 1977
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... bandera, cuando me eché en la cama de espaldas me pareció que durante toda la noche tuviera que sostener ...

En la línea 1143
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... -¡La bandera! ...

En la línea 1144
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... La bandera se arrió a medio mástil, en demanda de auxilio, esperando que, al verla, el vapor americano modificaría su rumbo para acudir a la embarcación. ...

En la línea 1259
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Fácil es comprender lo acontecido a la vista de Shangai. Las señales hechas por la 'Tankadera' habían sido observadas por el vapor de Yokohama. Viendo el capitán la bandera de auxilio, se dirigió a la goleta, y algunos instantes después, Phileas Fogg, pagando su pasaje según lo convenido, metía en el bolsillo del patrón John Bunsby ciento cincuenta libras. Después, el honorable gentleman, mistresss Aouida y Fix, subían a bordo del vapor, que siguió su rumbo a Nagasaki y Yokohama. ...

En la línea 1399
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... -¡Y por eso- añadió William Hitch-, por eso la envidia del Congreso se ha ejercitado contra nosotros! ¡Por eso los soldados de la Unión han pisoteado el suelo de Utah! ¡Por eso nuestro jefe, el profeta Brigham Young, ha sido preso con menosprecio de toda justicia! ¿Cederemos a la fuerza? ¡Jamás! Arrojados de Vermont, arrojados de Illinois, arrojados de Obio, arrojados de Missouri, arrojados de Utah, ya encontraremos algún territorio independiente, donde plantar nuestra tienda… Y vos, adicto mío- añadió el hermano mayor, fijando sobre su único oyente su enojada mirada-, ¿plantaréis la vuestra a la sombra de nuestra bandera? ...

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Cómo se escribe bandera o banderra?
Cómo se escribe bandera o vandera?

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