Cómo se escribe.org.es

La palabra cienes
Cómo se escribe

Comó se escribe cienes o sienes?

Cual es errónea Sienes o Cienes?

La palabra correcta es Sienes. Sin Embargo Cienes se trata de un error ortográfico.

El Error ortográfico detectado en el termino cienes es que hay un Intercambio de las letras s;c con respecto la palabra correcta la palabra sienes


la Ortografía es divertida

Algunas Frases de libros en las que aparece sienes

La palabra sienes puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1136
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... La vieja, no encontrando a mano otro remedio, la daba de beber y el agua caía en el estómago ruidosamente, como en el fondo de una vasija: chocaba en las paredes del esófago paralizado, haciéndolas sonar como si fuesen de pergamino. El rostro perdía sus rasgos generales; se ennegrecían las mejillas; aplastábanse las sienes; se adelgazaba la nariz con frío afilamiento; la boca torcíase a un lado con una mueca horrible. ...

En la línea 6805
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... El viento de la noche anterior había cesado por completo, y no se movía ni un soplo de aire; el sol del mediodía brillaba en todo su esplendor, y las rocas por donde trepábamos se mojaban no pocas veces con las gotas del sudor que llovía de nuestras sienes; al cabo llegamos a la caverna. ...

En la línea 4643
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Si el poeta fuere casto en sus costumbres, lo será también en sus versos; la pluma es lengua del alma: cuales fueren los conceptos que en ella se engendraren, tales serán sus escritos; y cuando los reyes y príncipes veen la milagrosa ciencia de la poesía en sujetos prudentes, virtuosos y graves, los honran, los estiman y los enriquecen, y aun los coronan con las hojas del árbol a quien no ofende el rayo, como en señal que no han de ser ofendidos de nadie los que con tales coronas veen honrados y adornadas sus sienes. ...

En la línea 1649
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Sentía latigazos en las sienes, y en la garganta mano de hierro que apretaba. ...

En la línea 2614
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... El mediquillo vestía pantalón muy ajustado y combinaba sabiamente los cuernos que entonces se llevaban sobre la frente con los mechones que los toreros echan sobre las sienes. ...

En la línea 3521
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¡Antes había olvidado a don Saturnino, que yacía en el lecho del dolor con sendos parches de sebo en las sienes, entregado al placer de rumiar los dulces recuerdos de aquella tarde arqueológica! La conversación de metafísica erótica que Mesía y Paco acababan de dejar no les permitía, al principio, participar de aquel entusiasmo gastronómico y culinario a que estaban entregadas las damas. ...

En la línea 4487
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Sus mayores triunfos de todos géneros habían venido así, con la corazonada verdadera, sintiendo él de repente, poco antes de la victoria, un valor insólito, una seguridad absoluta; latidos en las sienes, sangre en las mejillas, angustia en la garganta. ...

En la línea 309
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... No sé qué vieron que les distrajo de aquella conversación. El paisaje era cada vez más bonito, y el campo, convirtiéndose en jardín, revelaba los refinamientos de la civilización agrícola. Todo era allí nobleza, o sea naranjos, los árboles de hoja perenne y brillante, de flores olorosísimas y de frutas de oro, árbol ilustre que ha sido una de las más socorridas muletillas de los poetas, y que en la región valenciana está por los suelos, quiero decir, que hay tantos, que hasta los poetas los miran ya como si fueran cardos borriqueros. Las tierras labradas encantan la vista con la corrección atildada de sus líneas. Las hortalizas bordan los surcos y dibujan el suelo, que en algunas partes semeja un cañamazo. Los variados verdes, más parece que los ha hecho el arte con una brocha, que no la Naturaleza con su labor invisible. Y por todas partes flores, arbustos tiernos; en las estaciones acacias gigantescas que extienden sus ramas sobre la vía; los hombres con zaragüelles y pañuelo liado a la cabeza, resabio morisco; las mujeres frescas y graciosas, vestidas de indiana y peinadas con rosquillas de pelo sobre las sienes. ...

En la línea 1248
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... La Delfina no podía tener la risa. Tan pegados estaban el uno al otro, que parecía que Jacinta se reía con los labios de su marido, y que este sudaba por los poros de las sienes de su mujer. ...

En la línea 3036
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑¡No sé lo que haré! ¡No sé lo que haré! ‑exclamó, desesperada, oprimiéndose las sienes con las manos. ...

En la línea 1095
del libro Fantina Los miserables Libro 1
del afamado autor Victor Hugo
... Poco a poco lo fue dominando el espanto. Gruesas gotas de sudor corrían por sus cabellos y bajaban por sus sienes. Hizo un gesto indescriptible, que quería decir: '¿Quién me obliga a mí?' Abrió la puerta por donde llegara y salió. Se encontró en un pasillo largo y estrecho. No oyó nada por ningún lado, y huyó como si lo persiguieran. ...

En la línea 70
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... -Hombre… -exclamó Miranda atusándose los mechones de las sienes con el ademán belicoso de los pasados días-. Cualquiera pensará que estoy calvo. Pues aún me defiendo muy bien. Los padecimientos me tienen así, un poco… ...

En la línea 125
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... Y el Padre Urtazu se tiraba enérgicamente de los cortos cabellos entrecanos que en sus sienes crecían, fuertes como matas de abrojos. ...

En la línea 294
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... Tenía las facciones bien dispuestas, pero encapotadas por unas nubes de melancolía y padecimiento, no del padecimiento físico que destruye el organismo, pega la piel a los huesos, amojama las carnes y empaña o vidria el globo ocular, sino del padecimiento moral, o mejor dicho, intelectual, que sólo hunde algo la ojera, labra la frente, empalidece las sienes y condensa la mirada, comunicando a la vez descuido y abandono a los movimientos del cuerpo. Esto último era lo que en el viajero se notaba más. ...

En la línea 384
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... Lucía se abanicaba con un periódico dispuesto por Artegui en forma de concha, y leves gotitas transparentes de sudor salpicaban su rosada nuca, sus sienes y su barbilla: de cuando en cuando las embebía con el pañuelo: los mechones del cabello, lacios, se pegaban a su frente. Desabrochose el cuello almidonado, se quitó la corbata, que la estrangulaba, y se recostó, dando indicios de gran desmadejamiento, en la esquina. A fin de refrescar un poco el interior, corrió Artegui las cortinillas todas ante los bajos vidrios, y una luz vaga y misteriosa, azulada, un sereno ambiente, formaban allí, algo de gruta submarina, añadiendo a la ilusión el ruido del tren, no muy distinto del mugir del Océano. Insensible al cálido día, Artegui levantaba la cortina un poco, se asomaba, miraba el país, los robledales, la sierra, los valles profundos. Una vez acertó a ver pintoresca romería. Fue rápido y fugaz el cuadro, pero no tanto que no distinguiese a la gente siguiendo el sendero angosto, escapulario al cuello, a pie o en carretas de bueyes, cubiertos con boina roja o azul los hombres, las mujeres tocadas con pañolitos blancos. Parecía el desfile la bajada de los pastores en un Nacimiento; el sol claro, alumbrando plenamente las figuras, les daba la crudeza de tonos de muñecos de barro pintado. Artegui llamó a Lucía, que alzando la cortina a su vez, echó el cuerpo fuera, hasta que una revuelta del camino y la rapidez del tren borraron el cuadro. ...


El Español es una gran familia

Reglas relacionadas con los errores de s;c

Las Reglas Ortográficas de la S

Se escribe s al final de las palabras llanas.
Ejemplos: telas, andamos, penas
Excepciones: alférez, cáliz, lápiz

Se escriben con s los vocablos compuestos y derivados de otros que también se escriben con esta letra.
Ejemplos: pesar / pesado, sensible / insensibilidad

Se escribe con s las terminaciones -esa, -isa que signifiquen dignidades u oficios de mujeres.
Ejemplos: princesa, poetisa

Se escriben con s los adjetivos que terminan en -aso, -eso, -oso, -uso.
Ejemplos: escaso, travieso, perezoso, difuso

Se escribe con s las terminaciones -ísimo, -ísima.
Ejemplos: altísimo, grandísima

Se escribe con s la terminación -sión cuando corresponde a una palabra que lleva esa letra, o cuando otra palabra derivada lleva -sor, -sivo, -sible,-eso.
Ejemplos: compresor, compresión, expreso, expresivo, expresión.

Se escribe s en la terminación de algunos adjetivos gentilicios singulares.
Ejemplos: inglés, portugués, francés, danés, irlandés.

Se escriben s con las sílabas iniciales des-, dis-.
Ejemplos: desinterés, discriminación.

Se escribe s en las terminaciones -esto, -esta.
Ejemplos: detesto, orquesta.


Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras s;c

Errores Ortográficos típicos con la palabra Sienes

Cómo se escribe sienes o cienes?
Cómo se escribe sienes o zienez?

Más información sobre la palabra Sienes en internet

Sienes en la RAE.
Sienes en Word Reference.
Sienes en la wikipedia.
Sinonimos de Sienes.

Palabras parecidas a sienes

La palabra paralizado
La palabra velo
La palabra horrores
La palabra bestialidad
La palabra criatura
La palabra pobresito
La palabra enfermiza

Webs amigas:

Ciclos formativos en Zaragoza . Ciclos formativos en Barcelona . Ciclos Fp de Automoción en Burgos . - Hotel en Benalmádena Sol y Miel