Cómo se escribe.org.es

La palabra zalieze
Cómo se escribe

Comó se escribe zalieze o saliese?

Cual es errónea Saliese o Zalieze?

La palabra correcta es Saliese. Sin Embargo Zalieze se trata de un error ortográfico.

El Error ortográfico detectado en el termino zalieze es que hay un Intercambio de las letras s;z con respecto la palabra correcta la palabra saliese

Algunas Frases de libros en las que aparece saliese

La palabra saliese puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1113
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Allí cayó Roseta con su cántaro, sin haber encontrado al novio en el camino, a pesar de que anduvo lentamente y volviendo con frecuencia la cabeza, esperando a cada momento que saliese de una senda. ...

En la línea 770
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... ¿A qué me vienes con preguntas? Ya sabes que callo y dejo rodar las cosas. No tengo derecho a más. La casa Dupont es mi refugio: si saliese de ella, tendría que volver con toda mi prole a la miseria desesperada de Madrid. Estoy aquí como un vagabundo que encuentra posada y toma buenamente lo que le dan, sin permitirse criticar a sus bienhechores. ...

En la línea 1307
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Al iniciarse la huelga, los ricos le habían hecho saber indirectamente la conveniencia de que saliese cuanto antes de la provincia de Cádiz. ...

En la línea 6421
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -¿Marearme yo? ¿Yo? ¿Yo? ¿Me tomáis por una mujerzuela Cuando se me insulta no me mareo, me vengo, ¿entendéis?Y con la mano hizo a Ketty señal de que saliese. ...

En la línea 9915
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Capítulo LXEn FranciaEl primer temor del rey de Inglaterra, Carlos I, al enterarse de esta muerte, fue que una noticia terrible desalentase a los rochelleses; tra tó, dice Richelieu en sus Memorias, de ocultársela el mayor tiempo posible, haciendo cerrar los puertos por todo su reino y teniendo especial cuidado de que ningún bajel saliese hasta que el ejército que Buckingham aprestaba hubiera partido, encargándose él mismo, a falta de Buc kingham, de supervisar la marcha. ...

En la línea 2079
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Saliéronle al encuentro, y, preguntándole por don Quijote, les dijo cómo le había hallado desnudo en camisa, flaco, amarillo y muerto de hambre, y suspirando por su señora Dulcinea; y que, puesto que le había dicho que ella le mandaba que saliese de aquel lugar y se fuese al del Toboso, donde le quedaba esperando, había respondido que estaba determinado de no parecer ante su fermosura fasta que hobiese fecho fazañas que le ficiesen digno de su gracia. ...

En la línea 2239
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Y, finalmente, me dijo que dijese a vuestra merced que le besaba las manos, y que allí quedaba con más deseo de verle que de escribirle; y que, así, le suplicaba y mandaba que, vista la presente, saliese de aquellos matorrales y se dejase de hacer disparates, y se pusiese luego luego en camino del Toboso, si otra cosa de más importancia no le sucediese, porque tenía gran deseo de ver a vuestra merced. ...

En la línea 2451
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Todo esto le contentó mucho a Anselmo, y dijo que cada día daría el mesmo lugar, aunque no saliese de casa, porque en ella se ocuparía en cosas que Camila no pudiese venir en conocimiento de su artificio. ...

En la línea 2586
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... »Mucho se hizo de rogar Leonela antes que saliese a llamar a Lotario, pero, en fin, salió; y, entre tanto que volvía, quedó Camilia diciendo, como que hablaba consigo misma: »-¡Válame Dios! ¿No fuera más acertado haber despedido a Lotario, como otras muchas veces lo he hecho, que no ponerle en condición, como ya le he puesto, que me tenga por deshonesta y mala, siquiera este tiempo que he de tardar en desengañarle? Mejor fuera, sin duda; pero no quedara yo vengada, ni la honra de mi marido satisfecha, si tan a manos lavadas y tan a paso llano se volviera a salir de donde sus malos pensamientos le entraron. ...

En la línea 6193
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Casi a viva fuerza habían hecho Visitación y Quintanar que Ana se vistiera, como Dios manda, y saliese con ellos. ...

En la línea 8848
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¡Si el tren saliese dos horas antes, menos mal!. ...

En la línea 13021
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Oh, malo sería que el Magistral no saliese inocente de aquella prueba. ...

En la línea 13400
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Pero había que esperar a que el enfermo saliese de peligro o se fuera al otro mundo. ...

En la línea 846
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Las palabras de Popito hicieron que Ra-Ra saliese de su abstracción. Tomo un aspecto de inspirado, de conductor de muchedumbres, una actitud heroica, que contrastaba con sus vestiduras femeniles. ...

En la línea 1132
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Los enviados del gobierno, cada vez mas sombríos y parcos en palabras, se consultaron con una mirada cuando salió Flimnap para decirles que el Hombre-Montaña deseaba cambiar de ropas dentro de su vivienda. Al fin aceptaron, exigiendo únicamente que el gigante saliese con su nuevo vestido de hombre, para que la muchedumbre se convenciera de que se habían cumplido las órdenes gubernamentales. ...

En la línea 1350
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Apenas hubo cerrada la noche, se fue dando cuenta Gillespie, por ciertos preparativos, de que el aviso de Ra-Ra era cierto. Vio como los atletas bigotudos y malencarados se echaban a la espalda sus mochilas, despidiéndose de sus compañeros. Esto último lo presintió únicamente por sus gestos; pero así era en realidad. El grupo de valentones se volvía a Blefuscu, anunciando su partida en la primera máquina voladora que saliese al amanecer para su país. Los que se quedaban no podían ocultar su satisfacción al verse libres de unos matones que tanto abusaban de ellos. ...

En la línea 2069
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Maximiliano, con estas cosas, se sentía cada vez más fuerte. Había tomado acuerdos en consejo de familia, luego era hombre. Si tenía la personalidad legal, ¿cómo no tener la otra? Figurábase que algo crecía y se vigorizaba dentro de él, y hasta llegó a imaginar que si le pusieran en una báscula había de pesar más que antes de aquellas determinaciones. Sin duda tenía también más robustez física, más dureza de músculos, más plenitud de pulmones. No obstante, estaba sobre ascuas hasta que su hermano el cleriguito no se explicase. Podría suceder muy bien que cuando todo iba como una seda, saliese con ciertas mistiquerías propias de su oficio, sacando el Cristo de debajo de la sotana y alborotando la casa. ...

En la línea 3902
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Refirió entonces Maxi un pasaje curiosísimo y reciente de la historia de la tal Mauricia, que había sido contado aquella misma tarde, después de la cura, por el Sr. de Aparisi, uno de los que solían ir de tertulia a la botica. «Pues esa buena pieza, en una de las tremendas borrascas que le produce el maldito vicio, fue recogida de la calle por los protestantes, que tienen su capilla y casa en las Peñuelas». Enterose doña Guillermina, la señora esa que pide para los huérfanos de la calle de Alburquerque, y lo mismo fue saberlo, que volarse… Vean ustedes. Plantose en la casa de los protestantes a reclamar a la tarasca. Tun, tun… ¿quién?… yo… Y salió el pastor, que es uno que llaman D. Horacio, que tiene el pelo colorado y ralo, como barbas de maíz; salió también la pastora, su mujer, que es una tal doña Malvina… buenas personas los dos, porque lo protestante no quita lo decente. Entre paréntesis, se distinguen por su independencia en el vestir. Doña Malvina le hace las levitas a D. Horacio, y D. Horacio le arregla los sombreros a doña Malvina. Total, que estos inglesones lo entienden: no gastan un cuarto en sastres ni modistas. Pero voy al cuento. Los pastores se las tuvieron tiesas, y doña Guillermina más tiesas todavía. Religión frente a religión, la cosa se iba poniendo fea. Los protestantes decían que la mujer aquella les había pedido limosna y protección; doña Guillermina lo negaba, acusándoles de haberla sonsacado y de haber ido a buscarla a su propia casa. D. Horacio dijo que nones y que haría valer sus derechos luteranos ante el mismo Tribunal Supremo; amoscose la otra, y doña Malvina sacó el libro de la Constitución, a lo que replicó Guillermina que ella no entendía de constituciones ni de libros de caballerías. Por fin, acudió la católica al Gobernador, y el Gobernador mandó que saliese Mauricia del poder de Poncio Pilatos, o sea de D. Horacio. ...

En la línea 4005
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Pero al punto frunció Mauricia el ceño. Le había entrado la sospecha de que la palabra gusto fuese mala. Comunicó estos temores a su amiga, quien la tranquilizó sonriendo, y por fin le dijo que siendo su intención limpia, no importaba que se le saliese de la boca sin querer algún término sucio. Creyolo así la enferma; pero no las tenía todas consigo y estaba como bajo la presión de un gran temor. En un momento que cogió a Fortunata sola, le dijo temblorosa: «Arrepiéntete de todo, chica, pero de todo… Somos muy malas… tú no sabes bien lo malas que somos». ...

En la línea 4440
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Aquella noche hizo Maxi mil extravagancias, y a la mañana siguiente se puso tan encalabrinado y vidrioso, que no se le podía aguantar. «Hay que tener mucha paciencia—dijo doña Lupe a Fortunata—. ¿Sabes lo que te aconsejo? Que no le lleves la contraria en nada. Hay que decirle a todo que sí, sin perjuicio de hacer lo que se deba. El pobrecito está mal. Me ha dicho esta mañana Ballester que tiene algo de reblandecimiento cerebral. Dios nos tenga de su mano». Sentía Fortunata vivos deseos de salir a la calle, y no sabía qué pretexto inventar para procurarse escapatorias. Ofrecíase a hacer compras de que doña Lupe tenía necesidad, e inventaba menesteres que motivaran una salidita. La taimada viuda de Jáuregui comprendió que una sujeción absoluta sería perjudicial, y empezó a darle libertad. Un día le leyó la cartilla en estos términos: «Puedes salir; no eres una chiquilla y ya sabes lo que haces. Yo creo que no nos darás ningún disgusto, y que has de mirar por el decoro de la familia lo mismo que miro yo. La dignidad, hija, la dignidad es lo primero». Pero doña Lupe empezaba a hacérsele horriblemente antipática, y por nada del mundo le habría hecho una confidencia. Hablando con verdad, lo que más disgustada tenía a doña Lupe era, no que Fortunata saliese, sino que no le comunicase nada de lo que pensaba o sentía. El pensar que tal vez estaría a la sazón la señora de Rubín jugando una gran trastada al decoro de la familia, la mortificaba, sí, pero no tanto como el ver que no la consultaba ni le pedía consejo sobre aquello desconocido y oscuro que sin duda le ocurría. «El tapujito es lo que me revienta. Como yo lo descubra va a ser sonada. En hora maldita entró aquí esta loquinaria. No, yo nunca la tragué, el Señor es testigo… siempre me dio la cara. El ganso de Nicolás fue quien lo echó a perder tomándolo por lo religioso… Si al menos se llegara a mí y me dijera: «tía, yo me veo en este conflicto, yo he faltado o voy a faltar, o puede que falte si no me atajan… ». Demasiado sabe ella que con este mundo que yo tengo y con lo bien que discurro, gracias a Dios, le abriría camino para poner a salvo el honor de la familia. Pero no… la muy bestia se empeña en gobernarse sola, ¿y qué hará?… Alguna barbaridad, pero gorda. Si no, allá lo veremos». ...


El Español es una gran familia


Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras s;z

Reglas relacionadas con los errores de s;z

Las Reglas Ortográficas de la S

Se escribe s al final de las palabras llanas.
Ejemplos: telas, andamos, penas
Excepciones: alférez, cáliz, lápiz

Se escriben con s los vocablos compuestos y derivados de otros que también se escriben con esta letra.
Ejemplos: pesar / pesado, sensible / insensibilidad

Se escribe con s las terminaciones -esa, -isa que signifiquen dignidades u oficios de mujeres.
Ejemplos: princesa, poetisa

Se escriben con s los adjetivos que terminan en -aso, -eso, -oso, -uso.
Ejemplos: escaso, travieso, perezoso, difuso

Se escribe con s las terminaciones -ísimo, -ísima.
Ejemplos: altísimo, grandísima

Se escribe con s la terminación -sión cuando corresponde a una palabra que lleva esa letra, o cuando otra palabra derivada lleva -sor, -sivo, -sible,-eso.
Ejemplos: compresor, compresión, expreso, expresivo, expresión.

Se escribe s en la terminación de algunos adjetivos gentilicios singulares.
Ejemplos: inglés, portugués, francés, danés, irlandés.

Se escriben s con las sílabas iniciales des-, dis-.
Ejemplos: desinterés, discriminación.

Se escribe s en las terminaciones -esto, -esta.
Ejemplos: detesto, orquesta.

Las Reglas Ortográficas de la Z

Se escribe z y no c delante de a, o y u.

Se escriben con z las terminaciones -azo, -aza.

Ejemplos: pedazo, terraza

Se escriben con z los sustantivos derivados que terminan en las voces: -anza, -eza, -ez.

Ejemplos: esperanza, grandeza, honradez

La X y la S


la Ortografía es divertida

Errores Ortográficos típicos con la palabra Saliese

Cómo se escribe saliese o zalieze?

Más información sobre la palabra Saliese en internet

Saliese en la RAE.
Saliese en Word Reference.
Saliese en la wikipedia.
Sinonimos de Saliese.

Palabras parecidas a saliese

La palabra carretera
La palabra votos
La palabra solteras
La palabra fiestas
La palabra fabricado
La palabra severidad
La palabra libre

Webs amigas:

VPO en Gijon . VPO en Guipuzcoa . Ciclos Fp de Automoción en Burgos . - Antequera Hotel Antequera