La palabra Sosa ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Bodega de Vicente Blasco Ibañez
Viaje de un naturalista alrededor del mundo de Charles Darwin
La Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece sosa.
Estadisticas de la palabra sosa
Sosa es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE, en el puesto 9033 según la RAE.
Sosa aparece de media 0.88 veces en cada libro en castellano.
Esta es una clasificación de la RAE que se basa en la frecuencia de aparición de la sosa en las obras de referencia de la RAE contandose 134 apariciones .

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece sosa
La palabra sosa puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1326
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --¡Pero, sosa, mala sombra! ¡Si ha sido sin intención; nada más que por jugar, para ver ese hociquillo tan mono que pones cuando te enfadas!... ...
En la línea 216
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... puedan existir en la salmuera seres vivos y pasearse en medio de cristales de sulfato de sosa y de sulfato de cal! ¿Qué es de esos gusanos cuando, durante el largo estío de esas regiones, la superficie se transforma en una capa de sal sólida? Un gran número de flamencos habitan este lago y se reproducen en sus cercanías.. He encontrado esas aves en toda la Patagonia, en el Chile septentrional y en las islas de los Galápagos: en todas partes donde hay lagos de agua salobre. Aquí los he visto zambullirse en el légamo en busca de su alimento, constituido probablemente por los gusanos que viven entre el fango; éstos, a su vez, se alimentan probablemente de infusorios o de confervas. ...
En la línea 220
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... La Siberia, como la Patagonia, parecen haberse levantado recientemente sobre las aguas del mar. En ambos países es negro y fétido el barro que hay en las márgenes de esos lagos; en ambos países hay sulfato de sosa o de magnesia imperfectamente cristalizados debajo de la costra de sal común; por último, en ambos países la arena fangosa está llena de cristales de yeso. Pequeños crustáceos habitan en los lagos de Siberia, y los flamencos frecuentan también sus orillas. (Edimhurgh New Philosophical journal, enero de 1830). Como estas circunstancias, tan insignificantes al parecer, se repiten en dos continentes tan lejanos uno de otro, puede afirmarse que son resultados necesarios de causas comunes. Véase PALLAS: Viajes, 1793 a 1794, págs. 129 a 134. ...
En la línea 251
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... El Beagle no había llegado aún; por tanto, nos pusimos en marcha para volver; pero nuestros caballos estaban fatigados y no tuvimos más remedio que vivaquear en el llano. Por la mañana habíamos matado a un armadillo; aunque es un ejemplar excelente si se le asa dentro de su mismo caparazón, para dos hombres hambrientos no había con eso dos refacciones de sustancia, almuerzo y comida. En el sitio donde tuvimos que detenernos para pasar la noche estaba el suelo cubierto por una capa de sulfato de sosa; por consiguiente, allí no había agua. Sin embargo, un gran número de roedores pequeños lograban hallar-su subsistencia; y durante la mitad de la noche oí al tucutuco su llamada habitual, precisamente debajo de mi cabeza. Teníamos muy malos caballos; estaban tan rendidos al día siguiente por no haber tenido nada para beber, que nos vimos obligados a apearnos y seguir a pie el camino. Hacia mediodía, nuestros perros mataron un cabrito, que hicimos asar. Comí poco, pero enseguida me entró una sed intolerable. Sufría tanto más cuanto que por obra de lluvias recientes encontrábamos a cada instante charquitos de agua cristalina, pero de la cual era imposible beber ni una sola gota. Apenas llevaba unas veinte horas sin agua y sólo me había expuesto al sol muy poco tiempo; sin embargo, sentía una gran debilidad. ¿Cómo se puede sobrevivir dos o tres días en las mismas circunstancias? Eso es lo que no puedo imaginar. Sin embargo, debo reconocer que mi guía estaba imperturbable y parecía extrañarse mucho de que en mí produjese tal efecto un día de privación. ...
En la línea 253
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Encuéntranse esas costras en muchas partes de la América del Sur, donde el clima es moderadamente seco; pero nunca he visto tantas como en los alrededores de Bahía Blanca. Allí, como en otras partes de la Patagonia, la sal consiste principalmente en una mezcla de sulfato de sosa con un poco de sal común. Todo el tiempo en que el suelo de estos salitrales (como los llaman los españoles impropiamente, porque han tomado esa sustancia por salitre), permanece lo suficientemente húmedo, no se ve nada más que una llanura cuyo suelo es negro y fangoso;, acá y allá algunas matas de plantas vigorosas. Si se vuelve a una de esas llanuras después de unos cuantos días de calor, causa grandísima sorpresa el encontrarla enteramente blanca como si hubiese caído nieve y el viento hubiera acumulado ésta en montoncitos en muchas partes. Este último efecto proviene de que durante la evaporación lenta suben las sales a lo largo de las matas de hierba muerta, de los trozos de leña seca y de los terrones de tierra, en vez de cristalizar en el fondo de las charcas de agua. Los salitrales se encuentran en las llanuras elevadas unos cuantos pies nada más sobre el nivel del mar o en los terrenos de aluvión que costean a los ríos. M. Parchappe7 ha visto que las costras salinas en las planicies sitas a algunas millas de distancia del mar consisten principalmente en sulfato de sosa y no contienen más que 7 por 100 de sal común, al paso que junto a la costa la sal común entra en la proporción de 37 por 100. Esta circunstancia induce a creer que el sulfato de sosa es engendrado en el suelo por el cloruro de sodio que quedó en la superficie durante el lento y reciente levantamiento de este país seco; sea como fuere, el fenómeno merece llamar la atención a los naturalistas. Las plantas vigorosas que crecen en el suelo y que, como es sabido, contienen mucha sosa, ¿tienen el poder de descomponer el cloruro sódico? El fango negro, fétido y abundante en materias orgánicas, ¿cede el azufre y por fin el ácido sulfúrico de que está saturado? Dos días después me encamino de nuevo al puerto. Ya nos acercábamos al punto de llegada, cuando mi acompañante (el mismo hombre que me había guiado) vio a lejos a tres personas cazando a caballo. Echo pie a tierra enseguida, los examinó con cuidado y me dijo: «No montan a caballo como cristianos y además nadie puede abandonar el fuerte». Reuniéronse los tres cazadores y se apearon también. Por último, uno de ellos volvió a montar a caballo, dirigiose hacia lo alto de la colina y desapareció. Mi acompañante me dijo: «Ahora tenemos que montar otra vez a caballo, cargue V ...
En la línea 7964
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Ana se sentía caer en un pozo, según ahondaba, ahondaba en los ojos de aquel hombre que tenía allí debajo; le parecía que toda la sangre se le subía a la cabeza, que las ideas se mezclaban y confundían, que las nociones morales se deslucían, que los resortes de la voluntad se aflojaban; y viendo como veía un peligro, y desde luego una imprudencia en hablar así con don Álvaro, en mirarle con deleite que no se ocultaba, en alabarle y abrirle el arca secreta de los deseos y los gustos, no se arrepentía de nada de esto, y se dejaba resbalar, gozándose en caer, como si aquel placer fuese una venganza de antiguas injusticias sociales, de bromas pesadas de la suerte, y sobre todo de la estupidez vetustense que condenaba toda vida que no fuese la monótona, sosa y necia de los insípidos vecinos de la Encimada y la Colonia. ...
En la línea 8070
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Tal vez era esto lo más profundo en la fe religiosa de Ana; creía en una atención directa, ostensible y singular de Dios a los actos de su vida, a su destino, a sus dolores y placeres; sin esta creencia no hubiera sabido resistir las contrariedades de una existencia triste, sosa, descaminada, inútil. ...
En la línea 10772
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... El Magistral, su maestro, y don Víctor, su discípulo, eran los compañeros de su vida al parecer sosa, monótona, pero por dentro llena de emociones. ...
En la línea 16085
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ! ¡por un don Juan de similor, por un elegantón de aldea, por un parisién de temporada, por un busto hermoso, por un Narciso estúpido, por un egoísta de yeso, por un alma que ni en el infierno la querrían de puro insustancial, sosa y hueca!. ...

El Español es una gran familia
Más información sobre la palabra Sosa en internet
Sosa en la RAE.
Sosa en Word Reference.
Sosa en la wikipedia.
Sinonimos de Sosa.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Sosa
Cómo se escribe sosa o zoza?
Busca otras palabras en esta web
Palabras parecidas a sosa
La palabra frunciendo
La palabra arrastrar
La palabra influenciado
La palabra acabaremos
La palabra alabanzas
La palabra hacerlas
La palabra intelectual
Webs Amigas:
Becas de Ciclos Formativos en Comunitat Valenciana . Ciclos formativos en León . Ciclos Fp de Administración y Finanzas en Gran Canaria . - Hotel concorde Playa en Fuerteventura