La palabra Salmonetes ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece salmonetes.
Estadisticas de la palabra salmonetes
La palabra salmonetes no es muy usada pues no es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE
Más información sobre la palabra Salmonetes en internet
Salmonetes en la RAE.
Salmonetes en Word Reference.
Salmonetes en la wikipedia.
Sinonimos de Salmonetes.

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece salmonetes
La palabra salmonetes puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 2221
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Entre los peces que entrevimos apenas Conseil y yo, citaré a título de inventario los blanquecinos fierasfers, que pasaban como inaprehensibles vapores; los congrios y morenas, serpientes de tres o cuatro metros, ornadas de verde, de azul y de amarillo; las merluzas, de tres pies de largo, cuyo hígado ofrece un plato delicado; las cepolas tenioideas, que flotaban como finas algas; las triglas, que los poetas llaman peces lira y los marinos peces silbantes, cuyos hocicos se adornan con dos láminas triangulares y dentadas que se asemejan al instrumento tañido por el viejo Homero, y triglas golondrinas que nadaban con la rapidez del pájaro del que han tomado su nombre; holocentros de cabeza roja y con la aleta dorsal guarnecida de filamentos; sábalos, salpicados de manchas negras, grises, marrones, azules, verdes y amarillas, que son sensibles al sonido argentino de las campanillas; espléndidos rodaballos, esos faisanes del mar, con forma de rombo, aletas amarillentas con puntitos oscuros y cuya parte superior, la del lado izquierdo, está generalmente veteada de marrón y de amarillo; y, por último, verdaderas bandadas de salmonetes, la versión marítima tal vez de las aves del paraíso, los mismos que en otro tiempo pagaban los romanos hasta diez mil sestercios por pieza, y que hacían morir a la mesa para seguir con mirada cruel sus cambios de color, desde el rojo cinabrio de la vida hasta la palidez de la muerte. ...
En la línea 3089
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Allí mismo, en aguas de las Antillas, a diez metros de profundidad, ¡cuántas cosas interesantes pude registrar en mis notas cotidianas! Entre otros zoófitos, las galeras, conocidas con el nombre de fisalias pelágicas, unas gruesas vejigas oblongas con reflejos nacarados, tendiendo sus membranas al viento y dejando flotar sus tentáculos azules como hüos de seda, encantadoras medusas para la vista y verdaderas ortigas para el tacto, con el líquido corrosivo que destilan. Entre los articulados, vi unos anélidos de un metro de largo, armados de una trompa rosa y provistos de mil setecientos órganos locomotores, que serpenteaban bajo el agua exhalando al paso todos los colores del espectro solar. Entre los peces, rayas molubars, enormes cartilaginosos de diez pies de largo y seiscientas libras de peso, con la aleta pectoral triangular y el centro del dorso abombado, con los ojos fijados a las extremidades de la parte anterior de la cabeza, y que se aplicaban a veces como una opaca contraventana sobre nuestros cristales. Había también balistes americanos para los que la naturaleza sólo ha combinado el blanco y el negro. Y gobios plumeros, alargados y carnosos, con aletas amarillas, y mandíbula prominente. Y escómbridos de dieciséis decímetros, de dientes cortos y agudos, cubiertos de pequeñas escamas, pertenecientes a la familia de las albacoras. Por bandadas aparecían de vez en cuando salmonetes surcados por rayas doradas de la cabeza a la cola, agitando sus resplandecientes aletas, verdaderas obras maestras de joyeria, peces en otro tiempo consagrados a Diana, particularmente buscados por los ricos romanos y de los que el proverbio decía que «no los come quien los coge». También unos pomacantos dorados, ornados de unas fajas de color esmeralda, vestidos de seda y de terciopelo, pasaron ante nuestros ojos como grandes señores del Veronese. Esparos con espolón se eclipsaban bajo su rápida aleta torácica. Los clupeinos, de quince pulgadas, se envolvían en sus resplandores fosforescentes. Los múgiles batían el mar con sus gruesas colas carnosas. Rojos corégonos parecían segar las olas con su afilada aleta pectoral y peces luna plateados dignos de su nombre se levantaban sobre el agua como otras tantas lunas con reflejos blancos. ...

El Español es una gran familia
Errores Ortográficos típicos con la palabra Salmonetes
Cómo se escribe salmonetes o zalmonetez?
Busca otras palabras en esta web
Palabras parecidas a salmonetes
La palabra holocentros
La palabra dentadas
La palabra triangulares
La palabra triglas
La palabra provenzales
La palabra caballas
La palabra arenques
Webs Amigas:
Ciclos formativos en Málaga . Ciclos Fp de Administración y Finanzas en Córdoba . Playas de Motril . - Apartamentos Checkin Lentiscos