La palabra Disfrutaba ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece disfrutaba.
Estadisticas de la palabra disfrutaba
Disfrutaba es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE, en el puesto 17840 según la RAE.
Disfrutaba aparece de media 3.57 veces en cada libro en castellano.
Esta es una clasificación de la RAE que se basa en la frecuencia de aparición de la disfrutaba en las obras de referencia de la RAE contandose 543 apariciones .

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece disfrutaba
La palabra disfrutaba puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 651
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Sí, era cierto que don Restituto disfrutaba de dos caras: iba con los de la feria y volvía con los del mercado; disimulaba la envidia con una amabilidad pegajosa y fingía un aturdimiento en que no incurría nunca. ...
En la línea 3088
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¿Creería en él? ¿le sacrificaría la tranquilidad de la conciencia y otras comodidades que ahora disfrutaba en su hogar honrado? Algunas insinuaciones tal vez temerarias le habían hecho perder terreno, y con ellas había coincidido el cambio de confesores de la Regenta. ...
En la línea 8900
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... La Marquesa de Vegallana se levantaba más tarde si llovía más; en su lecho blindado contra los más recios ataques del frío, disfrutaba deleites que ella no sabía explicar, leyendo, bien arropada, novelas de viajes al polo, de cazas de osos, y otras que tenían su acción en Rusia o en la Alemania del Norte por lo menos. ...
En la línea 15303
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Cierto es que el Provisor le prometió para muy pronto la plaza de Teresina, con todas las ventajas que su amiga disfrutaba e iba a disfrutar; pero de todas suertes a ella se la había engañado; o mejor, se había engañado ella; pero esto no quería reconocerlo la orgullosa rubia. ...
En la línea 430
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Y de tal modo se iba enseñoreando de su alma el afán de la maternidad, que pronto empezó a embotarse en ella la facultad de apreciar las ventajas que disfrutaba. Estas llegaron a ser para ella invisibles, como lo es para todos los seres el fundamental medio de nuestra vida, la atmósfera. ¿Pero qué hacía Dios que no mandaba uno siquiera de los chiquillos que en número infinito tiene por allá? ¿En qué estaba pensando su Divina Majestad? Y Candelaria, que apenas tenía con qué vivir, ¡uno cada año!… Y que vinieran diciendo que hay equidad en el Cielo… Sí; no está mala justicia la de arriba… sí… ya lo estamos viendo… De tanto pensar en esto, parecía en ocasiones monomaniaca, y tenía que apelar a su buen juicio para no dar a conocer el desatino de su espíritu, que casi casi iba tocando en la ridiculez. ¡Y le ocurrían cosas tan raras… ! Su pena tenía las intermitencias más extrañas, y después de largos periodos de sosiego se presentaba impetuosa y aguda, como un mal crónico que está siempre en acecho para acometer cuando menos se le espera. A veces, una palabra insignificante que en la calle o en su casa oyera o la vista de cualquier objeto le encendían de súbito en la mente la llama de aquel tema, produciéndole opresiones en el pecho y un sobresalto inexplicable. ...
En la línea 589
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... En honor de la verdad, se ha de decir que Santa Cruz amaba a su mujer. Ni aun en los días que más viva estaba la marea de la infidelidad, dejó de haber para Jacinta un hueco de preferencia en aquel corazón que tenía tantos rincones y callejuelas. Ni la variedad de aficiones y caprichos excluía un sentimiento inamovible hacia su compañera por la ley y la religión. Conociendo perfectamente su valer moral, admiraba en ella las virtudes que él no tenía y que según su criterio, tampoco le hacían mucha falta. Por esta última razón no incurría en la humildad de confesarse indigno de tal joya, pues su amor propio iba siempre por delante de todo, y teníase por merecedor de cuantos bienes disfrutaba o pudiera disfrutar en este bajo mundo. Vicioso y discreto, sibarita y hombre de talento, aspirando a la erudición de todos los goces y con bastante buen gusto para espiritualizar las cosas materiales, no podía contentarse con gustar la belleza comprada o conquistada, la gracia, el donaire, la extravagancia; quería gustar también la virtud, no precisamente vencida, que deja de serlo, sino la pura, que en su pureza misma tenía para él su picante. ...
En la línea 5471
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Pues pensando en su sobrina, vino a sentar ciertas bases que discutió consigo misma, dándolas al fin por indestructibles, a saber: que aquello no tenía remedio, que la deshonra era inevitable, si bien no recaía sobre doña Lupe, pues a todo el mundo constaba que ella no alentó ni favoreció jamás los desvaríos de Fortunata. Esto lo sabían hasta los perros de la calle. Por consiguiente, bien podía la señora estar tranquila sobre este particular. Segundo punto: Fortunata sería todo lo mala que se quisiera suponer; pero había pertenecido a la familia, y la persona más importante de esta no podía menos de echar una mirada a la descarriada joven para enterarse de sus pasos, y tratar de impedir que arrojase sobre el claro apellido de Rubín ignominias mayores. Presentábase un problema grave, cuya solución no estaba al alcance de los entendimientos vulgares. Aquel pequeñuelo que iba a presentarse en el mundo era, por ley de la naturaleza, sucesor de los Santa Cruz, único heredero directo de poderosa y acaudalada familia. Verdad que por la ley escrita, el tal nene era un Rubín; pero la fuerza de la sangre y las circunstancias habían de sobreponerse a las ficciones de la ley, y si el señorito de Santa Cruz no se apresuraba a portarse como padre efectivo, buscando medio de transmitir a su heredero parte del bienestar opulento de que él disfrutaba, era preciso darle el título de monstruo. ...

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Más información sobre la palabra Disfrutaba en internet
Disfrutaba en la RAE.
Disfrutaba en Word Reference.
Disfrutaba en la wikipedia.
Sinonimos de Disfrutaba.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Disfrutaba
Cómo se escribe disfrutaba o disfrrutaba?
Cómo se escribe disfrutaba o dizfrutaba?
Cómo se escribe disfrutaba o disfrutava?
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