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La palabra detalle
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la palabra detalle

La palabra Detalle ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
La Barraca de Vicente Blasco Ibañez
Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
La Biblia en España de Tomás Borrow y Manuel Azaña
Viaje de un naturalista alrededor del mundo de Charles Darwin
A los pies de Vénus de Vicente Blasco Ibáñez
El paraíso de las mujeres de Vicente Blasco Ibáñez
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne
Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
Un viaje de novios de Emilia Pardo Bazán
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece detalle.

Estadisticas de la palabra detalle

Detalle es una de las palabras más utilizadas del castellano ya que se encuentra en el Top 5000, en el puesto 2410 según la RAE.

Detalle tienen una frecuencia media de 3.97 veces en cada libro en castellano

Esta clasificación se basa en la frecuencia de aparición de la detalle en 150 obras del castellano contandose 603 apariciones en total.


El Español es una gran familia

Algunas Frases de libros en las que aparece detalle

La palabra detalle puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1989
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Algunos espectadores estaban sentados en el suelo, con la mandíbula apoyada en ambas manos, la nariz sobre el borde de la mesilla y la vista fija en los jugadores, para no perder detalle del famoso suceso. ...

En la línea 1361
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -¿Os ha dado algún detalle?-El no tenía ninguno. ...

En la línea 2084
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... ¿Queréis que os diga cómo estabais vestida la primera vez que os vi? ¿Queréis que detalle cada uno de los adornos de vues tro tocado? Mirad, aún lo veo; estabais sentada en un cojín cuadrado, a la moda de España; teníais un vestido de satén verde con brocados de oro y de plata; las mangas colgantes y anudadas sobre vuestros he llos brazos, sobre esos brazos admirables, con gruesos diamantes; te níais una gorguera cerrada, un pequeño bonete sobre vuestra cabeza del color de vuestro vestido, y sobre ese bonete una pluma de garza. ...

En la línea 4000
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... ¡Qué diablo! Bien merecen ese pequeño detalle por vuestra parte. ...

En la línea 5771
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... El inglés se volvió entonces y contó el combate sin omitir detalle. ...

En la línea 1055
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Con todo, cierto detalle rebaja mucho las pretensiones de grandeza y magnificencia de este acueducto: el agua no corre, como en el de Lisboa, sobre un solo orden de arcos gigantescos, posados en el valle como piernas de titanes, sino sobre tres órdenes de arcos superpuestos. ...

En la línea 711
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... der Wisench, Berlín, febrero 1845) que está compuesta de infusorios, o sea, catorce polygastrica y cuatro phytolitharia, añadiendo que todos estos infusorios habitan en agua dulce. He aquí un magnífico ejemplo de los resultados que pueden obtenerse por medio de las investigaciones microscópicas del profesor Ehrenberg; porque Jemmy Button me ha asegurado que se recogen siempre estos polvos blancos en el lecho de los torrentes de las montañas. También es este un hecho demostrativo respecto de la distribu162 después de la violenta batalla. Enseguida nos fuimos, acompañados por doce canoas, que cada una llevaba cuatro o cinco indígenas, para continuar nuestra navegación por el estrecho de Ponsonby hasta el punto en que el pobre Jemmy esperaba encontrar a su madre y a sus parientes. Ya había sabido la muerte de su padre; pero como había tenido «un sueño en su cabeza» a este propósito, no le produjo, al parecer, la noticia grande impresión, y se consoló haciendo en alta voz esta reflexión muy natural: «Yo poder nada en esto». Y no llegó a saber ningún detalle respecto de aquella muerte, porque sus parientes evitaron hablarle de ello. ...

En la línea 799
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Altura del límite de las nieves y marcha de los ventisqueros en la América meridional.- Para el detalle de las autoridades a que he debido la tabla siguiente, debo remitir a los lectores a la primera edición de esta obra. ...

En la línea 948
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... sde allí la vista es muy linda, y cono ya he dicho, sumamente original. Σenme que este origen es común a las poblaciones construidas en las grandes plataformas de Méjico. útil me parece hablar de la ciudad en detalle; no es ni tan bella ni tan grande como Buenos Aires, aunque construida por el mismo estilo. llegado hasta aquí dando un gran rodeo hacia el norte; y ahora me decido a volver a Valparaíso haciendo una excursión algo mayor, pero al sur del camino directo. ...

En la línea 1785
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... ez leguas más arriba, todavía en el valle, Ballenar; y, por último, Guasco alto, pueblo muy afamado por sus frutas secas. un día bueno, ofrece este valle un soberbio golpe de vista: en el fondo la cordillera nevada; a los lados innumerables valles transversales que acaban por confundirse en un esfumado admirable; en primer término, se levantan unas sobre otras originales terrazas como las gradas de gigantesca escalera; y, sobre todo, el contraste del valle, tan verde, adornado de numerosos bosquecillos de sauces, con las estériles colinas que lo cierran por ambos lados. es difícil comprender la esterilidad de los alrededores, sabiendo que no ha caído una sola gota de agua hace trece meses. enteran los habitantes con envidia de que ha llovido en Coquimbo: vigilan con mucho detalle el estado del cielo y tienen alguna esperanza de análoga fortuna; lo cual se realizó quince días después, en ocasión de hallarme yo en Copiapó, cuyos habitantes no hablaban de otra cosa que de la lluvia que habían logrado en Guasco ...

En la línea 1810
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... El detalle más triste de esta fuga novelesca fue la identificación que iban haciendo los perseguidores de César Borgia al seguir su pista. Todos los que declaraban haber visto a los tres mercaderes hacían mención especial de uno de ellos, «de cara muy fea, algo negro, las narices anchas». Era el hijo de Alejandro VI, el príncipe biondo e bello , tan admirado años antes por las damas romanas. ...

En la línea 1680
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Al fin volvió a abrir el despacho instintivamente, para leerlo línea por línea. Sentía el deseo amargamente atractivo que nos impulsa a paladear los grandes dolores. Necesitaba saber como había sido su desgracia, conocerla detalle por detalle, rebuscando entre las palabras inmóviles y secas del telegrama la vibración de aquella catástrofe, sin interes para el resto de los humanos, pero la más grande que podía ocurrir en el mundo para la madre y para él. ...

En la línea 1680
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Al fin volvió a abrir el despacho instintivamente, para leerlo línea por línea. Sentía el deseo amargamente atractivo que nos impulsa a paladear los grandes dolores. Necesitaba saber como había sido su desgracia, conocerla detalle por detalle, rebuscando entre las palabras inmóviles y secas del telegrama la vibración de aquella catástrofe, sin interes para el resto de los humanos, pero la más grande que podía ocurrir en el mundo para la madre y para él. ...

En la línea 1601
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —En buen apuro me vi, camaraíta —dijo Villalonga conteniendo la risa—. ¿Se enteraría? Pues verás; otro detalle. Llevaba unos pendientes de turquesas, que eran la gracia divina sobre aquel cutis moreno pálido. ¡Ay, qué orejitas de Dios y qué turquesas! Te las hubieras comido. Cuando les vimos levantarse, nos propusimos seguir a la pareja para averiguar dónde vivía. Toda la gente que había en Praga la miraba, y ella más parecía corrida que orgullosa. Salimos… tras, tras… calle de Alcalá, Peligros, Caballero de Gracia, ellos delante, nosotros detrás. Por fin dieron fondo en la calle del Colmillo. Llamaron al sereno, les abrió, entraron. ...

En la línea 1606
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —¿Pero miedo a qué?… Si yo estaba en el ajo… Os diré el último detalle para que os asombréis. Los cañones que puso Pavía en las boca-calles estaban descargados. Y ya veis los que pasó dentro. Dos tiros al aire, y lo mismo que se desbandan los pájaros posados en un árbol cuando dais debajo de él dos palmadas, así se desbandó la asamblea de la República. ...

En la línea 2109
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Corrió a abrir la puerta. El corazón le saltaba en el pecho. La figura negra avanzó por el pasillo para entrar en la salita. Fortunata estaba tan turbada que no acertó a decirle que se sentase y dejara la canaleja. Maxi, que al hablar de la familia se dejaba guiar más por el amor propio que por la sinceridad, le había hecho mil cuentos hiperbólicos de Nicolás, pintándole como persona de mucha virtud y talento, y ella se los había creído. Por esto se desilusionó algo al ver aquella figura tosca de cura de pueblo, aquellas barbas mal rapadas y la abundancia de vello negro que parecía cultivado para formar cosecha. La cara era desagradable, la boca grande y muy separada de la nariz corva y chica; la frente espaciosa, pero sin nobleza; el cuerpo fornido, las manos largas, negras y poco familiarizadas con el jabón; la tez morena, áspera y aceitosa. El ropaje negro del cura revelaba desaseo, y este detalle bien observado por Fortunata la ilusionó otra vez respecto a la santidad del sujeto, porque en su ignorancia suponía la limpieza reñida con la virtud. Poco después, notando que su futuro hermano político olía, y no a ámbar, se confirmó en aquella idea. ...

En la línea 423
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Comencé el relato de nuestras aventuras, cuidando de articular claramente las silabas y sin omitir un solo detalle. Decliné nuestros nombres y profesiones, haciéndoles una presentación en regla del profesor Aronnax, de su doméstico Conseil y de Ned Land, el arponero. ...

En la línea 891
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Fue aquel mismo día cuando comencé a escribir el diario de estas aventuras. Esto es lo que me ha permitido narrarlas con una escrupulosa exactitud. Como detalle curioso, diré que escribí este diario en un papel fabricado con zostera marina. ...

En la línea 1726
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... -En efecto, pero no os ha dado ningún detalle sobre… ...

En la línea 1857
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... No podía vernos el buceador por hurtarnos a sus miradas la sombra de la roca. Por otra parte, ¿cómo hubiera podido sospechar ese pobre indio que unos hombres, sus semejantes, pudiesen estar allí, bajo el agua espiando sus movimientos sin perder un detalle de su pesca? ...

En la línea 612
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — ¿No sabes - añadió el señor Pumblechook - que cuantas veces estuve allí, me llevaron a la parte exterior de la puerta de su habitación y así ella me hablaba a través de la hoja de madera? No me digas ahora que no conoces este detalle. Sin embargo, el muchacho ha entrado allí para jugar. ¿Y a qué jugaste, muchacho? ...

En la línea 723
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... Interrumpiendo mi sueño de sobremesa, me fui a la cama pensando en que aquel hombre extraño me apuntaba con su fusil invisible y también que no era nada agradable el estar secretamente relacionado o haber conspirado con penados, detalle de mis primeros tiempos que había olvidado ya. También me obsesionaba la lima, y temí que, cuando menos lo esperase, volvería a aparecérseme. Quise dormirme refugiándome en la idea de mi visita del miércoles próximo a casa de la señorita Havisham, y en mi sueño vi que la lima salía de una puerta y se acercaba a mí sin que la empuñase nadie, y, así, me desperté dando un grito de miedo. ...

En la línea 1389
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... -Mi querido y joven amigo, descanse usted en mí, seguro de que, en su ausencia, haré cuanto pueda para recordar este detalle a Joe. ¡Joe! - añadió el señor Pumblechook con tono de lástima. ...

En la línea 1458
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... Cuando dije al empleado que iba a salir a dar una vuelta al aire libre para esperar, me aconsejó que me dirigiese hacia la esquina, y así llegaría a Smithfield. Así, pues, fui a Smithfield, y aquel lugar, sucio, lleno de inmundicia, de grasa, de sangre y de espuma, me desagradó sobremanera. Por eso me alejé cuanto antes y me metí en una callejuela, desde la que vi la cúpula de San Pablo sobresaliendo de un edificio de piedra que alguien que estaba a mi lado dijo que era la cárcel de Newgate. Siguiendo el muro de la prisión observé que el arroyo estaba cubierto de paja, para apagar el ruido de los vehículos, y a juzgar por este detalle y por el gran número de gente que había por allí oliendo a licores y a cerveza deduje que se estaba celebrando un juicio. ...

En la línea 32
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Y paseó una rápida mirada por toda la habitación para grabar hasta el menor detalle en su memoria. Pero la pieza no tenía nada de particular. El mobiliario, decrépito, de madera clara, se componía de un sofá enorme, de respaldo curvado, una mesa ovalada colocada ante el sofá, un tocador con espejo, varias sillas adosadas a las paredes y dos o tres grabados sin ningún valor, que representaban señoritas alemanas, cada una con un pájaro en la mano. Esto era todo. ...

En la línea 252
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... »Esto tiene un pase en mamá, que es así, pero en Dunia es inexplicable. Te conozco bien, mi querida Dunetchka. Tenías casi veinte años cuando te vi por última vez, y sé perfectamente cómo es tu carácter. Mamá dice en su carta que Dunetchka posee tal entereza, que es capaz de soportarlo todo. Esto ya lo sabía yo: hace dos años y medio que sé que Dunetchka es capaz de soportarlo todo. El hecho de que haya podido soportar al señor Svidrigailof y todas las complicaciones que este hombre le ha ocasionado demuestra que, en efecto, es una mujer de gran entereza. Y ahora se imagina, lo mismo que mamá, que podrá soportar igualmente a ese señor Lujine que sustenta la teoría de la superioridad de las esposas tomadas en la miseria y para las que el marido aparece como un bienhechor, cosa que expone (es un detalle que no hay que olvidar) en su primera entrevista. Admitamos que las palabras se le han escapado, a pesar de ser un hombre razonable (seguramente no se le escaparon, ni mucho menos, aunque él lo dejara entrever así en las explicaciones que se apresuró a dar). Pero ¿qué se propone Dunia? Se ha dado cuenta de cómo es este hombre y sabe que habrá de compartir su vida con él, si se casa. Sin embargo, es una mujer que viviría de pan duro y agua, antes que vender su alma y su libertad moral: no las sacrificaría a las comodidades, no las cambiaría por todo el oro del mundo, y mucho menos, naturalmente, por el señor Lujine. No, la Dunia que yo conozco es distinta a la de la carta, y estoy seguro de que no ha cambiado. En verdad, su vida era dura en casa de Svidrigailof; no es nada grato pasar la existencia entera sirviendo de institutriz por doscientos rublos al año; pero estoy convencido de que mi hermana preferiría trabajar con los negros de un hacendado o con los sirvientes letones de un alemán del Báltico, que envilecerse y perder la dignidad encadenando su vida por cuestiones de interés con un hombre al que no quiere y con el que no tiene nada en común. Aunque el señor Lujine estuviera hecho de oro puro y brillantes, Dunia no se avendría a ser su concubina legítima. ¿Por qué, pues, lo ha aceptado? ...

En la línea 411
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Más adelante, cuando Raskolnikof recordaba este período de su vida y todo lo sucedido durante él, minuto por minuto, punto por punto, sentía una mezcla de asombro e inquietud supersticiosa ante un detalle que no tenía nada de extraordinario, pero que había influido decisivamente en su destino. ...

En la línea 484
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Su corazón latía con violencia. En la escalera reinaba la calma más absoluta; la casa entera parecía dormir… La idea de que había estado sumido desde el día anterior en un profundo sueño, sin haber hecho nada, sin haber preparado nada, le sorprendió: su proceder era absurdo, incomprensible. Sin duda, eran las campanadas de las seis las que acababa de oír… Súbitamente, a su embotamiento y a su inercia sucedió una actividad extraordinaria, desatinada y febril. Sin embargo, los preparativos eran fáciles y no exigían mucho tiempo. Raskolnikof procuraba pensar en todo, no olvidarse de nada. Su corazón seguía latiendo con tal violencia, que dificultaba su respiración. Ante todo, había que preparar un nudo corredizo y coserlo en el forro del gabán. Trabajo de un minuto. Introdujo la mano debajo de la almohada, sacó la ropa interior que había puesto allí y eligió una camisa sucia y hecha jirones. Con varias tiras formó un cordón de unos cinco centímetros de ancho y treinta y cinco de largo. Lo dobló en dos, se quitó el gabán de verano, de un tejido de algodón tupido y sólido (el único sobretodo que tenía) y empezó a coser el extremo del cordón debajo del sobaco izquierdo. Sus manos temblaban. Sin embargo, su trabajo resultó tan perfecto, que cuando volvió a ponerse el gabán no se veía por la parte exterior el menor indicio de costura. El hilo y la aguja se los había procurado hacía tiempo y los guardaba, envueltos en un papel, en el cajón de su mesa. Aquel nudo corredizo, destinado a sostener el hacha, constituía un ingenioso detalle de su plan. No era cosa de ir por la calle con un hacha en la mano. Por otra parte, si se hubiese limitado a esconder el hacha debajo del gabán, sosteniéndola por fuera, se habría visto obligado a mantener continuamente la mano en el mismo sitio, lo cual habría llamado la atención. El nudo corredizo le permitía llevar colgada el hacha y recorrer así todo el camino, sin riesgo alguno de que se le cayera. Además, llevando la mano en el bolsillo del gabán, podría sujetar por un extremo el mango del hacha e impedir su balanceo. Dada la amplitud de la prenda, que era un verdadero saco, no había peligro de que desde el exterior se viera lo que estaba haciendo aquella mano. ...

En la línea 1198
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... Lucía miró al cielo, en que brillaban las estrellas, y sintió un frío agudo. Arrodillose en el vestíbulo, y apoyó la cara contra la puerta. En aquel momento se acordaba de una circunstancia pueril; la puerta estaba por dentro forrada de brocado rojo obscuro, de los tonos mates del cuero. No supo por qué recordaba tal detalle; pero suele ocurrir así; en momentos semejantes, acuden ideas que ninguna importancia tienen ni guardan conexión alguna con los acontecimientos decisivos que están pasando. ...


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Más información sobre la palabra Detalle en internet

Detalle en la RAE.
Detalle en Word Reference.
Detalle en la wikipedia.
Sinonimos de Detalle.

Errores Ortográficos típicos con la palabra Detalle

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