La palabra Choques ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
El paraíso de las mujeres de Vicente Blasco Ibáñez
Veinte mil leguas de viaje submarino de Julio Verne
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece choques.
Estadisticas de la palabra choques
Choques es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE, en el puesto 15271 según la RAE.
Choques aparece de media 4.42 veces en cada libro en castellano.
Esta es una clasificación de la RAE que se basa en la frecuencia de aparición de la choques en las obras de referencia de la RAE contandose 672 apariciones .

El Español es una gran familia
Algunas Frases de libros en las que aparece choques
La palabra choques puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 490
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... - ¡Oh, gentleman! -dijo el profesor con acento de reproche-. En la vida no puede ser todo perfecto y lógico. También entre ustedes, según he leído, hubo pueblos que encargaron su policía a gentes de otros países, y el extranjero podía perseguir y pegar al nacional en nombre del orden. Igualmente, en la tierra de los gigantes, cuando ocurran choques sociales, el rico no guarda con sus brazos la propia riqueza, puesta en peligro por la envidia revolucionaria de los pobres, sino que paga a otros pobres vestidos con un uniforme para que repelan y maten a sus compañeros de miseria. Gillespie, desconcertado por esta lógica, quedo silencioso por algunos momentos. Luego añadió, con un deseo de tomar el desquite: ...
En la línea 2251
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Todos estos navíos habían naufragado o por colisiones entre ellos o por choques con escollos de granito. Había allí algunos que se habían ido a pique, y que, con su arboladura enhiesta y sus aparejos intactos, parecían estar fondeados en una inmensa rada, esperando el momento de zarpar. Cuando pasaba entre ellos el Nautilus, iluminándolos con su luz eléctrica, parecía que esos navíos fueran a saludarle con su pabellón y darle su número de orden. Pero sólo el silencio y la muerte reinaban en ese campo de catástrofes. ...
En la línea 2619
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... ¡Qué lucha! El mismo Ned Land acabó batiendo palmas, entusiasmado. El Nautilus se había tornado en un arpón formidable, blandido por la mano de su capitán. Se lanzaba contra las masas carnosas y las atravesaba de parte a parte, dejando tras su paso dos movedizas mitades de cachalote. No sentía los tremendos coletazos que azotaban a sus flancos ni los formidables choques. Exterminado un cachalote, corría hacia otro, viraba rápidamente para no fallar la presa, se dirigía hacia adelante o hacia atrás, dócil al timón, sumergiéndose cuando el cetáceo se hundía en las capas profimdas o ascendiendo con él cuando volvía a la superficie, golpeándole de lleno u oblicuamente, cortándole o desgarrándole con su terrible espolón, y en todas las direcciones y a todas las velocidades. ¡Qué carnicería! ¡Qué ruido en la superficie de las aguas producían los agudos silbidos y los ronquidos de los espantosos animales! En medio de aquellas aguas ordinariamente tan bonancibles sus coletazos producían una verdadera marejada. ...
En la línea 2642
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... El capitán Nemo se mantuvo a menudo sobre la plataforma mientras duró la navegación entre los hielos, en atenta observación de aquellos parajes abandonados. A veces veía yo animarse su tranquila mirada. ¿Se decía acaso a sí mismo que en esos mares polares prohibidos al hombre se hallaba él en sus dominios, dueño de los infranqueables espacios? Tal vez. En todo caso, no hablaba. Permanecía inmóvil hasta que el instinto del piloto que había en él le reclamaba. Dirigía entonces el Nautilus con una pericia consumada; evitaba con habilidad los choques con las grandes masas de hielo, algunas de las cuales medían varias millas de longitud y de setenta a ochenta metros de altura. Con frecuencia el horizonte parecía enteramente cerrado. A la altura de los sesenta grados de latitud, todo paso había desaparecido. Pero en su búsqueda cuidadosa no tardaba el capitán Nemo en hallar alguna estrecha apertura por la que se metía audazmente, a sabiendas, sin embargo, de que habría de cerrarse tras él. ...
En la línea 2870
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... -Un enorme bloque de hielo, una montaña entera, ha dado un vuelco -me respondió-. Cuando los icebergs están minados en su base por aguas más calientes o por reiterados choques, su centro de gravedad asciende. Entonces vuelcan y se dan la vuelta. Eso es lo que ha ocurrido. Uno de estos bloques al volcarse se ha abatido sobre el Nautilus, que flotaba bajo las aguas. Luego se ha deslizado bajo su casco y lo ha subido con una irresistible fuerza hasta capas menos densas, sobíe las que se halla tumbado su flanco. ...

la Ortografía es divertida
Más información sobre la palabra Choques en internet
Choques en la RAE.
Choques en Word Reference.
Choques en la wikipedia.
Sinonimos de Choques.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Choques
Cómo se escribe choques o choquez?
Cómo se escribe choques o shoques?
Cómo se escribe choques o coques?
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