La palabra Buscarme ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas
La Biblia en España de Tomás Borrow y Manuel Azaña
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra
Viaje de un naturalista alrededor del mundo de Charles Darwin
La Regenta de Leopoldo Alas «Clarín»
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
Crimen y castigo de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
El jugador de Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece buscarme.
Estadisticas de la palabra buscarme
Buscarme es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE, en el puesto 21641 según la RAE.
Buscarme aparece de media 2.72 veces en cada libro en castellano.
Esta es una clasificación de la RAE que se basa en la frecuencia de aparición de la buscarme en las obras de referencia de la RAE contandose 413 apariciones .
Errores Ortográficos típicos con la palabra Buscarme
Cómo se escribe buscarme o buscarrme?
Cómo se escribe buscarme o buxarme?
Cómo se escribe buscarme o buzcarme?
Cómo se escribe buscarme o vuscarme?

El Español es una gran familia
Algunas Frases de libros en las que aparece buscarme
La palabra buscarme puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 6789
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Planchet, vete a buscarme a Aramis, que venga inmediatamente. ...
En la línea 7251
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -Que vayas a buscarme la carta que tu camarada tiene en bolsillo. ...
En la línea 8602
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Pero no tratéis de morderme porque, os lo advierto, se volvería en perjuicio vues tro; aquí no hay procuradores que arreglen de antemano las suce siones, no hay caballero errante que venga a buscarme pelea por la hermosa dama que retengo prisionera, sino que tengo completamente dispuestos jueces que dispondrán de una mujer lo bastante desvergonzada para venir a deslizarse, bígama, en el lecho de lord de Winter, mi hermano mayor, y estos jueces, os lo advierto, os enviarán a un verdugo que os pondrán los dos hombros parejos. ...
En la línea 10258
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -Lo mostraréis a la abadesa diciendo que vendrán a buscarme, bien hoy, bien mañana, y que yo tendré que seguir a la persona que se presente en vuestro nombre. ...
En la línea 4298
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Por mi parte tenía más de un motivo para alegrarme de venderlo: estaba resabiado y sin domar, y no hacía más que buscarme cuestiones en las cuadras de las _posadas_ donde parábamos a dormir o a comer. ...
En la línea 4476
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Me chocaron tanto el buen humor y la franqueza de aquel hombre, y, sobre todo, la originalidad de carácter que descubrían sus palabras, que de buen grado le ajusté para que nos sirviera de guía hasta Luarca; cerrado el trato, me dejó, prometiendo venir a buscarme con la yegua a las ocho de la mañana siguiente. ...
En la línea 5148
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Con este propósito me instalé para lo restante del día en una famosa fonda francesa de la calle del Caballero de Gracia que, por ser uno de los lugares más concurridos y más elegantes de Madrid, pensé, naturalmente, que sería el último adonde al corregidor se le ocurriría buscarme. ...
En la línea 6444
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Phillipi; me dijo que por encargo suyo un cabriolé iría a buscarme a la posada al ser las once para llevarme a Bonanza, y allí, un individuo, dueño de una tabernucha, a quien de antemano se habían remitido mis cajas y otros bártulos, me alojaría por aquella noche, si bien tendría probablemente que dormir en el suelo. ...
En la línea 4566
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... En esto, volvió en sí el de los Espejos, lo cual visto por don Quijote, le puso la punta desnuda de su espada encima del rostro, y le dijo: -Muerto sois, caballero, si no confesáis que la sin par Dulcinea del Toboso se aventaja en belleza a vuestra Casildea de Vandalia; y demás de esto habéis de prometer, si de esta contienda y caída quedárades con vida, de ir a la ciudad del Toboso y presentaros en su presencia de mi parte, para que haga de vos lo que más en voluntad le viniere; y si os dejare en la vuestra, asimismo habéis de volver a buscarme, que el rastro de mis hazañas os servirá de guía que os traiga donde yo estuviere, y a decirme lo que con ella hubiéredes pasado; condiciones que, conforme a las que pusimos antes de nuestra batalla, no salen de los términos de la andante caballería. ...
En la línea 5802
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... -Calla, Sancho amigo -dijo don Quijote-, que, pues esta señora dueña de tan lueñes tierras viene a buscarme, no debe ser de aquellas que el boticario tenía en su número, cuanto más que ésta es condesa, y cuando las condesas sirven de dueñas, será sirviendo a reinas y a emperatrices, que en sus casas son señorísimas que se sirven de otras dueñas. ...
En la línea 1677
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... 27 de abril de 1835.- Salgo para Coquimbo desde donde tengo intención de ir a visitar a Guasco y más tarde a Copiapó, punto en que el capitán Fitz-Roy ha tenido la bondad de ofrecerme que irá a buscarme. distancia en línea recta, a lo largo de la costa, no es más que 420 millas (675 kilómetros); pero las muchas vueltas que me propongo dar harán el viaje mucho más largo ...
En la línea 9557
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Sí, Ana (Ana la había llamado, estaba ella segura), yo había soñado lo que parecía anunciarse desde nuestra primer entrevista, un espíritu compañero, un hermano menor, de sexo diferente para juntar facultades opuestas en armónica unión; yo había soñado que ya no era Vetusta para mí cárcel fría, ni semillero de envidias que se convierten en culebras, sino el lugar en que habitaba un espíritu noble, puro y delicado, que al buscarme para caminar en la vía santa de salvación, sin saberlo, me guiaba también por esa vía; yo esperaba que usted fuese lo que aquella historia que llorando me contaba, prometía. ...
En la línea 13671
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Tal vez el día en que dejé la puerta abierta a los celos la asusté y por eso tardó en volver a buscarme. ...
En la línea 15516
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¿No quiere ser franco? —pensó Petra —pues que padezca; él vendrá a buscarme donde quiero que me busque. ...
En la línea 2117
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... «Lo haré, sí, señor—contestó al fin, cuidando luego de buscar inconvenientes al plan del sacerdote—. ¿Pero a dónde iré yo que él no venga tras de mí? Al último rincón de la tierra ha de ir a buscarme. Porque usted no sabe lo desatinado que está por… esta su servidora». ...
En la línea 4289
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... «Todo eso lo dices por buscarme la lengua. Eres muy pillincito. Por de pronto vengan esos maderos que no te sirven para nada». ...
En la línea 5050
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Luego siguió hablando consigo mismo: «Es un mareo. Si no lleva usted panderetas con figuras de toros, chulos u otras porquerías así, se lo comen vivo. Veremos si encuentro algunas acuarelas. También necesito mantas, moñas de toros, y trataré de encontrar algún cacharro de carácter. No hay peor calamidad que ser amigo de coleccionistas». Estupiñá, que en aquella temporada frecuentaba el trato de Moreno, por haberle este confiado la administración de su casa de la Cava, se presentó dispuesto a llevarle todo el contenido de las tiendas de Madrid para que escogiese. Panderetas de las más abigarradas, abanicos y algunos cuadritos fueron llegando sucesivamente en todo el transcurso del día, y D. Manuel escogía y pagaba. Aquello le entretuvo agradablemente, y se reía pensando en la felicidad que iba a repartir entre sus amistades londonenses. «Esta suerte de picas con el caballo pisándose las tripas está pintiparada para las de Simpson, que son tan marimachos. Esta pandereta, con la chula tocando la guitarra, para miss Newton. Si ella viera los originales, ¡qué desilusión! Esta pareja del andaluz a caballo y la maja en la reja pelando la pava, para la sentimental y romancesca mistress Mitchell, que pone los ojos en blanco al hablar de España, el país del amor, del naranjo y de las aventuras increíbles… ¡Ah!, este D. Quijote reventando a cuchilladas los cueros de vino, para el amigo Davidson, que llama a D. Quijote don Cuiste, y se las tira de hispanófilo… Bien, bien. De cacharros estamos tal cual. Estos botijos son horribles. Toda la cerámica moderna española no vale dos cuartos. A ver, Plácido, ¿serías tú capaz de buscarme un vestido de torero completo?… Lo quiero para un amigo que sueña con ponérselo en un baile de trajes… Estará hecho un mamarracho. Pero a nosotros no nos importa. ¿Podrás buscármelo?». ...
En la línea 5192
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —Si es usted la que chilla… Yo bien callada entré. Pero se empeña en buscarme el genio. ...
En la línea 4405
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑¡Vámonos! Su hermano no debe enterarse de nuestra entrevista. Acabo de pasar un rato con él en una taberna adonde ha venido a buscarme y no me ha sido nada fácil deshacerme de él. No sé cómo se ha enterado de que le he escrito una carta, pero parece sospechar algo. Sin duda, usted misma le ha hablado de ello, pues nadie más puede habérselo dicho. ...
En la línea 1027
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Apenas hube dejado al general cuando Potapytch vino a buscarme de parte de la abuela. Eran las ocho y acababa de llegar del casino sin un céntimo. Me encaminé a sus habitaciones. La vieja estaba sentada en su sillón, agotada y visiblemente enferma. Marta le servía una taza de té, que le hacía beber casi a la fuerza. La voz y el tono de la abuela habían cambiado. ...
En la línea 1183
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... A decir verdad, sigue enferma todavía, al cabo de un mes. ¿Cuál fue la causa de semejante estado y de aquella escena? ¿Orgullo ofendido? ¿Arrepentimiento o desesperación por haber venido a buscarme? ...

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Más información sobre la palabra Buscarme en internet
Buscarme en la RAE.
Buscarme en Word Reference.
Buscarme en la wikipedia.
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