La palabra Antorchas ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
A los pies de Vénus de Vicente Blasco Ibáñez
El príncipe y el mendigo de Mark Twain
Sandokán: Los tigres de Mompracem de Emilio Salgàri
Grandes Esperanzas de Charles Dickens
Julio Verne de La vuelta al mundo en 80 días
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece antorchas.
Estadisticas de la palabra antorchas
Antorchas es una de las 25000 palabras más comunes del castellano según la RAE, en el puesto 21130 según la RAE.
Antorchas aparece de media 2.81 veces en cada libro en castellano.
Esta es una clasificación de la RAE que se basa en la frecuencia de aparición de la antorchas en las obras de referencia de la RAE contandose 427 apariciones .
Errores Ortográficos típicos con la palabra Antorchas
Cómo se escribe antorchas o hantorchas?
Cómo se escribe antorchas o antorrchas?
Cómo se escribe antorchas o antorchaz?
Cómo se escribe antorchas o antorcas?
Más información sobre la palabra Antorchas en internet
Antorchas en la RAE.
Antorchas en Word Reference.
Antorchas en la wikipedia.
Sinonimos de Antorchas.
Algunas Frases de libros en las que aparece antorchas
La palabra antorchas puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1217
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Cubierto con una capa fue llevado en barca hasta el castillo de Sant' Angelo, donde lo desnudaron y purificaron, revistiéndolo después con el suntuoso traje de gonfaloniero. En la misma noche fue expuesto el cadáver en Santa María dei Popólo y enterrado con gran pompa. El féretro tenia tapa, viéndose el rostro del muerto. Detrás marchaban doscientos hombres con antorchas, toda la nobleza romana amiga del duque, los embajadores de España y de Milán, muchos cardenales y obispos. ...
En la línea 1219
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Contaba la gente que al pasar el entierro nocturno frente al castillo de Sant' Angelo, un grito desgarrador partió de una de sus ventanas. Era el Papa, que se había trasladado por el pasaje subterráneo desde el Vaticano a la fortaleza, para contemplar por última vez el rostro de su hijo preferido, acostado en un féretro, bajo los purpúreos resplandores de doscientas antorchas. ...
En la línea 1363
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... Retrocedamos unas cuantas horas y situémonos en la Abadía de Westminster, a las cuatro de la mañana de este memorable Día de la Coronación. No estamos sin compañía, porque aunque aún es de noche, encontramos las galerías, iluminadas con antorchas, llenas ya de gentes dispuestas a permanecer esperando siete u ocho horas hasta que llegue para ellas el momento de ver lo que no esperan ver dos veces en sus vidas: la coronación de un rey. Sí. Londres y Westminster han estado activos desde que retumbaron los cañonazos de aviso a las tres de la mañana, y ya multitud de ricos sin título, que han comprado el privilegio de buscar sitio para sentarse en las galerías, se agolpa en las entradas reservadas a su clase. ...
En la línea 1365
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... La quietud reina, las antorchas parpadean lánguidamente, el tiempo pasa con pesadez. Mas al fin se afirma la retrasada luz del día, se extinguen las antorchas y un resplandor suave baña los grandes espacios. Ahora se distinguen todos los perfiles del noble edificio, pero dulces y como en sueños, porque el sol está ligeramente velado con nubes. ...
En la línea 1365
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... La quietud reina, las antorchas parpadean lánguidamente, el tiempo pasa con pesadez. Mas al fin se afirma la retrasada luz del día, se extinguen las antorchas y un resplandor suave baña los grandes espacios. Ahora se distinguen todos los perfiles del noble edificio, pero dulces y como en sueños, porque el sol está ligeramente velado con nubes. ...
En la línea 1383
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... Ya cerca del último grupo de plátanos descubrió a gran distancia algunas antorchas que se dirigían hacia la empalizada. ...
En la línea 313
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — ¡Basta de charla! - ordenó el sargento -. Encended esas antorchas. ...
En la línea 315
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... El soldado que llevaba el cesto encendió la lumbre, la hizo prender en tres o cuatro antorchas y, tomando una a su cargo, distribuyó las demás. Poco antes había ya muy poca luz, pero en aquel momento había anochecido por completo y pronto la noche fue muy oscura. Antes de alejarnos de aquel lugar, cuatro soldados dispararon dos veces al aire. Entonces vimos que, a poca distancia detrás de nosotros, se encendían otras antorchas, y otras, también, en los marjales, en la orilla opuesta del río. ...
En la línea 315
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... El soldado que llevaba el cesto encendió la lumbre, la hizo prender en tres o cuatro antorchas y, tomando una a su cargo, distribuyó las demás. Poco antes había ya muy poca luz, pero en aquel momento había anochecido por completo y pronto la noche fue muy oscura. Antes de alejarnos de aquel lugar, cuatro soldados dispararon dos veces al aire. Entonces vimos que, a poca distancia detrás de nosotros, se encendían otras antorchas, y otras, también, en los marjales, en la orilla opuesta del río. ...
En la línea 319
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... Los dos presos iban separados y cada uno de ellos rodeado por algunos hombres que los custodiaban. Yo, entonces, andaba agarrado a la mano de Joe, quien llevaba una de las antorchas. El señor Wopsle quiso emprender el regreso, pero Joe estaba resuelto a seguir hasta el final, de modo que todos continuamos acompañando a los soldados. El camino era ya bastante bueno, en su mayor parte, a lo largo de la orilla del río, del que se separaba a veces en cuanto había una represa con un molino en miniatura y una compuerta llena de barro. Al mirar alrededor podía ver otras luces que se aproximaban a nosotros. Las antorchas que llevábamos dejaban caer grandes goterones de fuego sobre el camino que seguíamos, y allí se quedaban llameando y humeantes. Aparte de eso, la oscuridad era completa. Nuestras luces, con sus llamas agrisadas, calentaban el aire alrededor de nosotros, y a los dos prisioneros parecía gustarles aquello mientras cojeaban rodeados por los soldados y por sus armas de fuego. No podíamos avanzar de prisa a causa de la cojera de los dos desgraciados, quienes estaban, por otra parte, tan fatigados, que por dos o tres veces tuvimos que detenernos todos para darles algún descanso. ...
En la línea 606
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Muy luego el guía se detuvo en la extremidad de un claro alumbrado por algunas antorchas. El suelo estaba cubierto de grupos de durmientes entorpecidos por la embriaguez. Parecía un campo de batalla sembrado de muertos. Hombres, mujeres, niños, todo allí estaba confundido. Algunos había aquí y acullá que dejaban oír el ronquido de la embriaguez. ...
En la línea 607
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... En el fondo, entre las masas de árboles, se alzaba confusamente el templo de Pillaji; pero, con gran despecho de parte del guía, los guardias del rajá, alumbrados por antorchas fuliginosas, vigilaban la puerta, paseándose sable en mano. Podía suponerse que en el interior los sacerdotes estarían velando también. ...
En la línea 614
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... El tiempo les pareció largo. De vez en cuando el guía los dejaba e iba a observar. Los guardias del rajá se huían siempre vigilando a la luz de las antorchas, y una luz vaga se filtraba por las ventanas de la pagoda. ...
En la línea 1190
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Llegó la noche, y Picaporte regresó a la ciudad indígena, vagando por las calles, en medio de faroles multicolores, viendo a los farsantes ejecutar sus maravillosos ejercicios, y a los astrólogos que, al aire libre, reunían a la gente alrededor de su telescopio. Después, volvió al puerto, esmaltado con las luces de los pescadores, que atraían los peces por medio de antorchas encendidas. ...

El Español es una gran familia

la Ortografía es divertida
Busca otras palabras en esta web
Palabras parecidas a antorchas
La palabra pontificados
La palabra inquietase
La palabra batelero
La palabra escoltaban
La palabra prefecto
La palabra palafrenero
La palabra reservadas
Webs Amigas:
VPO en Malaga . Ciclos Fp de Administración y Finanzas en Fuerteventura . VPO en Navarra . - Hotel en Gijón