La palabra Administrativa ha sido usada en la literatura castellana en las siguientes obras.
Fortunata y Jacinta de Benito Pérez Galdós
Por tanto puede ser considerada correcta en Español.
Puedes ver el contexto de su uso en libros en los que aparece administrativa.
Estadisticas de la palabra administrativa
Administrativa es una de las palabras más utilizadas del castellano ya que se encuentra en el Top 5000, en el puesto 4123 según la RAE.
Administrativa tienen una frecuencia media de 2.24 veces en cada libro en castellano
Esta clasificación se basa en la frecuencia de aparición de la administrativa en 150 obras del castellano contandose 341 apariciones en total.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Administrativa
Cómo se escribe administrativa o hadministrativa?
Cómo se escribe administrativa o administrrativa?
Cómo se escribe administrativa o adminiztrativa?
Cómo se escribe administrativa o administratiba?
Más información sobre la palabra Administrativa en internet
Administrativa en la RAE.
Administrativa en Word Reference.
Administrativa en la wikipedia.
Sinonimos de Administrativa.
Algunas Frases de libros en las que aparece administrativa
La palabra administrativa puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1644
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Día memorable fue para Juan Pablo aquel en que tropezó con un cierto amigote de la infancia, camarada suyo en San Isidro. El amigo era diputado de los que llamaban cimbros, y Juan Pablo, que era hombre de mucha labia, le encareció tanto su aburrimiento de la vida comercial y lo bien dispuesto que estaba para la administrativa, que el otro se lo creyó, y hágote empleado. Rubín fue al mes siguiente inspector de policía en no sé qué provincia. Pero su infame estrella se la había jurado: a los tres meses cambió la situación política, y mi Rubín cesante. Había tomado el gusto a la carne de nómina, y ya no podía ser más que empleado o pretendiente. No sé qué hay en ello, pero es lo cierto que hasta la cesantía parece que es un goce amargo para ciertas naturalezas, porque las emociones del pretender las vigorizan y entonan, y por eso hay muchos que el día que les colocan se mueren. La irritabilidad les ha dado vida y la sedación brusca les mata. Juan Pablo sentía increíbles deleites en ir al café, hablar mal del Gobierno, anticipar nombramientos, darse una vuelta por los ministerios, acechar al protector en las esquinas de Gobernación o a la salida del Congreso, dar el salto del tigre y caerle encima cuando le veía venir. Por fin salió la credencial. Pero, ¡qué demonio!, siempre la condenada suerte persiguiéndole, porque todos los empleos que le daban eran de lo más antipático que imaginarse puede. Cuando no era algo de la policía secreta, era cosa de cárceles o presidios. ...
En la línea 2054
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Hubiera hurgado doña Lupe a su sobrino mayor para que le relevase la causa de su tristeza; pero como presumía fuese cosa de política, no quiso tocar este punto delicado por no armar camorra con Juan Pablo, que era o había sido carlista, al paso que doña Lupe era liberal, cosa extraña, liberal en toda la extensión de la palabra. Después de servir a D. Carlos en una posición militar administrativa, Rubín había sido expulsado del Cuartel Real. Sus íntimos amigos le oyeron hablar de calumnias y de celadas traidoras; pero nada se sabía concretamente. Dejaba escapar de su pecho exclamaciones de ira, juramentos de venganza y apóstrofes de despecho contra sí mismo. «¡Bien merecido lo tengo por meterme con esa gente!». Cuando llegó a Madrid echado de la corte de D. Carlos, fue a casa de su tía, según costumbre antigua; pero apenas paraba en la casa. Dormía fuera, comía también fuera, casi siempre en los cafés o en casa de alguna amiga, y doña Lupe se desazonaba juzgando con razón que semejante vida no se ajustaba a las buenas prácticas morales y económicas. De repente, el misántropo volvió al Norte, diciendo que regresaría pronto, y mientras estuvo fuera se supo la muerte de Melitona Llorente. La primera noticia que de la herencia tuvo Juan Pablo diósela su tía paterna por una carta que le dirigió a Bayona. Preparábase a volver a España, y la carta aquella con la noticia que llevaba aceleró su vuelta. Entró por Santander, se fue a Zaragoza por Miranda y de allí a Molina de Aragón. Diez días estuvo en esta villa, donde ninguna dificultad de importancia le ofreció la toma de posesión del caudal heredado. Este ascendía a unos treinta mil duros entre inmuebles y dinero dado a rédito sobre fincas; y descontadas las mandas y los derechos de traslación de dominio, quedaban unos veintisiete mil duros. Cada hermano cobraría nueve mil. Juan Pablo, al llegar a Madrid, escribió a Nicolás para que también viniese, con objeto de estar reunidos los tres hermanos y tratar de la partición. ...
En la línea 5507
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... El hombre compensó con los goces de aquella noche los sufrimientos y tristezas de tantísimos meses. Toda la gente que próxima estaba, mirábale con cierta expresión de asombro y respeto, como se mira a quien es, ha sido o va a ser algo en el mundo. En cuantos asuntos se trataron aquella noche en el círculo, Rubín hizo gala de las ideas más sensatas. Era preciso moralizar la administración provincial, desterrar abusos; sobre todo, en el destierro de los abusos insistió mucho. Su plan de conducta era muy político… contemporizar, contemporizar mientras se pudiera, apurar hasta lo último el espíritu conciliador; y cuando se cargara de razón, levantar el palo y deslomar a todo el que se desmandase… Mucho respeto a las instituciones sobre que descansa el orden social. Cuando va cundiendo el corruptor materialismo, es preciso alentar la fe y dar apoyo a las conciencias honradas. Lo que es en su provincia, ya se tentarían la ropa los revolucionarios de oficio que fueran a predicar ciertas ideas. ¡Bonito genio tenía él… ! En fin, que el pueblo español está ineducado y hay que impedir que cuatro pillastres engañen a los inocentes… La mayoría es buena; pero hay mucho tonto, mucho inocente, y el Gobierno debe velar por los tontos para que no sean engañados… En cuanto a moralidad administrativa, no había que hablar. Él no pasaba ni pasaría por ciertas cosas. Ya le había dicho a Villalonga que aceptaba con la condición de que no le pondría veto a la persecución y exterminio de los pillos… «A muchos que mangonean ahora, les he de llevar codo con codo a la cárcel de partido… Yo soy así; hay que tomarme o dejarme». ...

El Español es una gran familia

la Ortografía es divertida
Busca otras palabras en esta web
Palabras parecidas a administrativa
La palabra apreciaban
La palabra chocolates
La palabra esparce
La palabra seretas
La palabra peludo
La palabra agujereada
La palabra jaquecas
Webs Amigas:
VPO en Sevilla . VPO en Comunidad Valenciana . VPO en Comunidad Valenciana . - Hotel Juderia Palacio de Moratalla