Cual es errónea Tiernas o Tierrnas?
La palabra correcta es Tiernas. Sin Embargo Tierrnas se trata de un error ortográfico.
La falta ortográfica detectada en la palabra tierrnas es que se ha eliminado o se ha añadido la letra r a la palabra tiernas
Errores Ortográficos típicos con la palabra Tiernas
Cómo se escribe tiernas o tierrnas?
Cómo se escribe tiernas o tiernaz?

la Ortografía es divertida
Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra r
Reglas relacionadas con los errores de r
Las Reglas Ortográficas de la R y la RR
Entre vocales, se escribe r cuando su sonido es suave, y rr, cuando es fuerte aunque sea una palabra derivada o compuesta que en su forma simple lleve r inicial. Por ejemplo: ligeras, horrores, antirreglamentario.
En castellano no es posible usar más de dos r

El Español es una gran familia
Algunas Frases de libros en las que aparece tiernas
La palabra tiernas puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1254
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Y la mujerona que tenía cierto afecto a los tres hijos de Batiste porque pagaban todos los sábados, agarró de una mano al señor de Borrull, el cual salió de la escuela balanceándose sobre las tiernas piernecitas, llorando todavía el susto y enseñando algo más que el faldón por la abertura trasera de los calzones. ...
En la línea 3236
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Acudió el capitán a abrazar a su hermano, y él le puso ambas manos en los pechos por mirarle algo más apartado; mas, cuando le acabó de conocer, le abrazó tan estrechamente, derramando tan tiernas lágrimas de contento,que los más de los que presentes estaban le hubieron de acompañar en ellas. ...
En la línea 6020
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible, casarás tus hijos como quisieres, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz y beneplácito de las gentes, y en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte, en vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus terceros netezuelos. ...
En la línea 7306
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Y luego calló, preñados los ojos de tiernas lágrimas, a quien acompañaron muchas de los que presentes estaban. ...
En la línea 3054
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Puede decirse que este país es una meseta de 300 pies de altitud, cortada en muchos puntos por valles de fondo llano. un país granítico, es rara tal forma; pero resulta casi universal en todas las capas más tiernas que de ordinario forman las llanuras ...
En la línea 656
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... - De este modo, gentleman, -dijo el profesor-, podré conversar con usted sin tener que levantar mucho la voz, lo mismo que si hablase con un ser de mi especie. A veces siento el deseo de comunicarle cosas muy importantes para mi, cosas íntimas, cosas tiernas de la amistad, y no me atrevo. ¿Quién sabe si algún universitario conocedor de nuestro idioma vaga por debajo de la mesa y puede oírnos?… Ahora, como podré hablar en voz discreta, tal vez me atreva a decir lo que pienso con algo más de libertad. ...
En la línea 1663
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... De esta manera aquel misántropo llegó a vivir más con la visión interna que con la externa. El que antes era como una ostra había venido a ser algo como un poeta. Vivía dos existencias, la del pan y la de las quimeras. Esta la hacía a veces tan espléndida y tal alta, que cuando caía de ella a la del pan, estaba todo molido y maltrecho. Tenía Maximiliano momentos en que se llegaba a convencer de que era otro, esto siempre de noche y en la soledad vagabunda de sus paseos. Bien era oficial de ejército y tenía una cuarta más de alto, nariz aguileña, mucha fuerza muscular y una cabeza… una cabeza que no le dolía nunca; o bien un paisano pudiente y muy galán, que hablaba por los codos sin turbarse nunca, capaz de echarle una flor a la mujer más arisca, y que estaba en sociedad de mujeres como el pez en el agua. Pues como dije, se iba calentando de tal modo los sesos, que se lo llegaba a creer. Y si aquello le durara, sería tan loco como cualquiera de los que están en Leganés. La suerte suya era que aquello se pasaba, como pasaría una jaqueca; pero la alucinación recobraba su imperio durante el sueño, y allí eran los disparates y el teje maneje de unas aventuras generalmente muy tiernas, muy por lo fino, con abnegaciones, sacrificios, heroísmos y otros fenómenos sublimes del alma. Al despertar, en ese momento en que los juicios de la realidad se confunden con las imágenes mentirosas del sueño y hay en el cerebro un crepúsculo, una discusión vaga entre lo que es verdad y lo que no lo es, el engaño persistía un rato, y Maximiliano hacía por retenerlo, volviendo a cerrar los ojos y atrayendo las imágenes que se dispersaban. «Verdaderamente—decía él—, ¿por qué ha de ser una cosa más real que la otra? ¿Por qué no ha de ser sueño lo del día y vida efectiva lo de la noche? Es cuestión de nombres y de que diéramos en llamar dormir a lo que llamamos despertar, y acostarse al levantarse… ¿Qué razón hay para que no diga yo ahora mientras me visto: 'Maximiliano, ahora te estás echando a dormir. Vas a pasar mala noche, con pesadilla y todo, o sea con clase de Materia farmacéutica animal… ?'». ...
En la línea 3779
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... «Supongamos esto… Pues tu deber en tal caso, es esforzarte en que ese cariño… llamémosle amistad, se aumente todo lo posible. Trabaja contigo misma para conseguirlo. ¡Ah!, hija mía, el trato hace milagros; la buena voluntad también los hace. Evita al propio tiempo la ociosidad, y verás cómo lo que te parece tan difícil te ha de ser muy fácil. Se han dado casos, pero muchos casos, de mujeres unidas por fuerza a un hombre aborrecido, y que le han ido tomando ley poquito a poco hasta llegar a ponerse más tiernas que la manteca. No digo nada si tienes chiquillos, porque entonces… ». ...
En la línea 4600
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Su mujer le agarró por un brazo para llevarle a la mesa, y él no hizo ninguna resistencia. Temían una y otra que no quisiese tomar nada, fundándose en que la comida estaba envenenada; pero con gran sorpresa de ambas, Maxi no manifestó recelo alguno sobre este particular. Tenía poco apetito, y para que pasara algo, las dos hubieron de hacer a competencia considerable gasto de palabras tiernas. Tan cariñosas se mostraron, que Maxi comió más que otros días, sin hacer observación alguna ni quejarse de lo mal condimentado que estaba todo. Hiciéronle café y esto fue lo único que tomó con gana. De sobremesa, trató doña Lupe de alegrarse los espíritus, charlando de cosas enteramente contrarias a aquella monserga del honor; mas él daba a conocer con suspiros profundos que la tormenta de su alma no estaba del todo extinguida. Pero la fuerza del ataque había pasado, y pronto vendría la completa serenidad. Al despedirse para volver a la botica, llevó a su mujer aparte y le dijo: «Prométeme no salir esta tarde… prométeme no salir nunca sino conmigo». ...
En la línea 1335
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... 'El rey, al entrar en la ciudad, fue recibido por el pueblo con plegarias, bienvenidas, gritos y palabras de ternura, y con todas las señales que indican un fervoroso amor de los súbditos a su soberano; y el rey, ofreciendo su alegre semblante para todos los que se hallaban muy distantes, y las más tiernas palabras para aquellos que estaban cerca de Su Gracia, se mostró no menos agradecido de recibir los buenos deseos del pueblo que este de ofrecérselos. A todos los que le deseaban bien, les daba las gracias; a los que decían: 'Dios salve a Su Gracia', les contestaba 'Dios os salve a todos', y añadía que 'Se los agradecía con todo su corazón'. La gente estaba maravillosamente transportada con las amorosas respuestas y ademanes de su rey.' ...
Más información sobre la palabra Tiernas en internet
Tiernas en la RAE.
Tiernas en Word Reference.
Tiernas en la wikipedia.
Sinonimos de Tiernas.
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