Cómo se escribe.org.es

La palabra surjido
Cómo se escribe

Comó se escribe surjido o surgido?

Cual es errónea Surgido o Surjido?

La palabra correcta es Surgido. Sin Embargo Surjido se trata de un error ortográfico.

El Error ortográfico detectado en el termino surjido es que hay un Intercambio de las letras j;g con respecto la palabra correcta la palabra surgido

Más información sobre la palabra Surgido en internet

Surgido en la RAE.
Surgido en Word Reference.
Surgido en la wikipedia.
Sinonimos de Surgido.

Errores Ortográficos típicos con la palabra Surgido

Cómo se escribe surgido o surrgido?
Cómo se escribe surgido o zurgido?
Cómo se escribe surgido o surjido?


la Ortografía es divertida


El Español es una gran familia


Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras j;g

Reglas relacionadas con los errores de j;g

Las Reglas Ortográficas de La J

Se escriben con j las palabras que terminan en -aje. Por ejemplo: lenguaje, viaje.

Se escriben con j los tiempos de los verbos que llevan esta letra en su infinitivo. Por ejemplo:

viajemos, viajáis (del verbo viajar); trabajábamos, trabajemos (del verbo trabajar).

Hay una serie de verbos que no tienen g ni j en sus infinitivos y que se escriben en sus tiempos

verbales con j delante de e y de i. Por ejemplo: dije (infinitivo decir), traje (infinitivo traer).

Las Reglas Ortográficas de la G

Las palabras que contienen el grupo de letras -gen- se escriben con g.

Observa los ejemplos: origen, genio, general.

Excepciones: berenjena, ajeno.

Se escriben con g o con j las palabras derivadas de otra que lleva g o j.

Por ejemplo: - de caja formamos: cajón, cajita, cajero...

- de ligero formamos: ligereza, aligerado, ligerísimo...

Se escriben con g las palabras terminadas en -ogía, -ógico, -ógica.

Por ejemplo: neurología, neurológico, neurológica.

Se escriben con g las palabras que tienen los grupos -agi-, -igi. Por ejemplo: digiere.

Excepciones: las palabras derivadas de otra que lleva j. Por ejemplo: bajito (derivada de bajo), hijito

(derivada de hijo).

Se escriben con g las palabras que empiezan por geo- y legi-, y con j las palabras que empiezan por

eje-. Por ejemplo: geografía, legión, ejército.

Excepción: lejía.

Los verbos cuyos infinitivos terminan en -ger, -gir se escriben con g delante de e y de i en todos sus

tiempos. Por ejemplo: cogemos, cogiste (del verbo coger); elijes, eligieron (del verbo elegir).

Excepciones: tejer, destejer, crujir.

Algunas Frases de libros en las que aparece surgido

La palabra surgido puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 396
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Años enteros había pasado Claudio sin que le preocupase la necesidad de ver a su tío. Era ése un agradable recuerdo nada más, surgido de tarde en tarde en su memoria. Sus gustos y costumbres resultaban diversos, y Borja veíase unido a él únicamente por la evocación de su infancia. ...

En la línea 2589
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Otra tarde le dio Maxi una hermosa sorpresa. Cuando Fortunata entró en el convento, las papeletas de alhajas y ropas de lujo que estaban empeñadas quedaron en poder del joven, que hizo propósito de liberar aquellos objetos en cuanto tuviese medios para ello. Pues bien, ya podía anunciar a su amada con indecible gozo que cuando entrara en la nueva casa, encontraría en ella las prendas de vestir y de adorno que la infeliz había arrojado al mar el día de su naufragio. Por cierto que las alhajas le habían gustado mucho a doña Lupe por lo ricas y elegantes, y del abrigo de terciopelo dijo que con ligeras reformas sería una pieza espléndida. Esto le llevó naturalmente a hablar de la herencia. Ya había cogido su parte, y con un pico que recibió en metálico había redimido las prendas empeñadas. Ya era propietario de inmuebles, y más valía esto que el dinero contante. Y a propósito de la herencia, también le contó que entre su hermano mayor y doña Lupe habían surgido ruidosas desavenencias. Juan Pablo empleó toda su parte en pagar las deudas que le devoraban y un descubierto que dejara en la administración carlista. No bastándole el caudal de la herencia, había tenido el atrevimiento de pedir prestada una cantidad a doña Lupe, la cual se voló ¡y le dijo tantas cosas… ! Total, que tuvieron una fuerte pelotera, y desde entonces no se hablaban tía y sobrino, y este se había ido a vivir con una querida. «¡Y viva la moralidad! ¡Y tradicionalista me soy!». ...

En la línea 3849
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Doña Lupe permaneció un rato en la sala, sin moverse del sillón en que se sentara al entrar, con el manto puesto, la mano en la mejilla, pensando en lo mismo. No había vuelto aún de su asombro, ni volvería en mucho tiempo. Fortunata, de cuya casa venía, le había dado mil duros para que se los colocara del modo que lo creyera más conveniente… y sin querer admitir recibo… Al pronto sospechó la señora de Jáuregui si serían falsos los billetes… pero ¡quia, si eran más legítimos que el sol! Tal prueba de confianza le llegaba al alma, porque no sólo era confianza en su honradez, sino en su talento para hacer producir dinero al dinero… Pues además, Fortunata, en el curso de la conversación, había dado a entender que tenía acciones del Banco, sin decir cuántas. ¿De dónde había salido esta riqueza? Quizás Juanito Santa Cruz… quizás Feijoo… Lo más particular era que doña Lupe, por impulsos de tolerancia que habían surgido bruscamente en su espíritu, se esforzaba en suponer a aquel caudal una procedencia decente. ¡Fascinación que la moneda ejerce en ciertos caracteres, porque para estos lo bueno tiene que tener buen origen!… «¿Y por qué no ha de ser verdad todo eso del arrepentimiento?… —se decía—. Lo que no me explico es una cosa… El primer día me dijo Feijoo que estaba miserable… pero miserable, y comiéndose sus ahorros. ¡Pues si son estas las sobras… ! En fin, doblemos la hoja; pongámonos en un punto de vista imparcial, y no hagamos juicios temerarios antes de tener datos seguros. ¿Quién se atreve a condenar a un semejante sin oírlo? Sería una crueldad, una injusticia. Eso de que siempre hayamos de pensar mal, me parece una barbaridad… Pero me estoy aquí ensimismada, y si tardo, quizás no encuentre en su casa a D. Francisco… Él dirá qué hacemos con todo este guano». ...

En la línea 3174
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... El visitante paseó por toda la estancia una mirada retadora, preguntándose si habría allí algún esbirro, algún espía encargado de vigilarle para impedir su fuga. Pero no había nada de esto. Sólo veía caras de funcionarios que reflejaban cuidados mezquinos, y rostros de otras personas que, como los funcionarios, no se interesaban lo más mínimo por él. Se podría haber marchado al fin del mundo sin llamar la atención de nadie. Poco a poco se iba convenciendo de que si aquel misterioso personaje, aquel fantasma que parecía haber surgido de la tierra y al que había visto el día anterior, lo hubiera sabido todo, lo hubiera visto todo, él, Raskolnikof, no habría podido permanecer tan tranquilamente en aquella sala de espera. Y ni habrían esperado hasta las once para verle, ni le habrían permitido ir por su propia voluntad. Por lo tanto, aquel hombre no había dicho nada… , porque tal vez no sabía nada, ni nada había visto (¿cómo lo habría podido ver?), y todo lo ocurrido el día anterior no había sido sino un espejismo agrandado por su mente enferma. ...

En la línea 3386
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Ya se disponía a abrir la puerta, cuando ésta se abrió sin que él la tocase. Se estremeció y retrocedió rápidamente. La puerta se fue abriendo poco a poco, sin ruido, y de súbito apareció la figura del personaje del día anterior, del hombre que parecía haber surgido de la tierra. ...

En la línea 3438
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Digamos además que Lebeziatnikof, a pesar de su buen carácter, empezaba también a no poder soportar a su huésped y antiguo tutor Piotr Petrovitch: la antipatía había surgido espontánea y recíprocamente por ambas partes. Por poco perspicaz que fuera, Andrés Simonovitch se había dado cuenta de que Piotr Petrovitch no era sincero con él y le despreciaba secretamente; en una palabra, que tenía ante sí a un hombre distinto del que Lujine aparentaba ser. Había intentado exponerle el sistema de Fourier y la teoría de Darwin, pero Piotr Petrovitch le escuchaba con un gesto sarcástico desde hacía algún tiempo, y últimamente incluso le respondía con expresiones insultantes. En resumen, que Lujine se había dado cuenta de que Andrés Simonovitch era, además de un imbécil, un charlatán que no tenía la menor influencia en el partido. Sólo sabía las cosas por conductos sumamente indirectos, e incluso en su misión especial, la de la propaganda, no estaba muy seguro, pues solía armarse verdaderos enredos en sus explicaciones. Por consiguiente, no era de temer como investigador al servicio del partido. ...

Palabras parecidas a surgido

La palabra arrostrando
La palabra ambiciones
La palabra octogenario
La palabra napolitano
La palabra guerrera
La palabra feudatario
La palabra peleas

Webs amigas:

Ciclos formativos en Castellon . VPO en Huesca . VPO en Navarra . - Hotel club Maspalomas Suites Gran Canaria - Arrecife Gran Hotel Spa Lanzarote