Cual es errónea Sirviente o Zirviente?
La palabra correcta es Sirviente. Sin Embargo Zirviente se trata de un error ortográfico.
El Error ortográfico detectado en el termino zirviente es que hay un Intercambio de las letras s;z con respecto la palabra correcta la palabra sirviente
Más información sobre la palabra Sirviente en internet
Sirviente en la RAE.
Sirviente en Word Reference.
Sirviente en la wikipedia.
Sinonimos de Sirviente.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Sirviente
Cómo se escribe sirviente o sirrviente?
Cómo se escribe sirviente o cirviente?
Cómo se escribe sirviente o zirviente?
Cómo se escribe sirviente o sirbiente?

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece sirviente
La palabra sirviente puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 2746
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Lo más particular era que la misma Fortunata, al correr el cerrojo con tanto cuidado, había sentido, allá en el más apartado escondrijo de su alma, un travieso anhelo de volverlo a descorrer. Podría ser ilusión suya; pero creía ver, cual si la puerta fuera de cristal, a la persona que tras esta, a su parecer, estaba… Le conocía, ¡cosa más rara!, en la manera de empujar, en la manera de rasguñar la fechadura en la manera de probar una llave que no servía. Durante un rato, señora y criada no se miraron. A la primera le temblaban las manos y le andaba por dentro del cráneo un barullo tumultuoso. La sirviente clavaba en la señora sus ojos de gato, y su irónica sonrisa podría ser lo mismo el único aspecto cómico de la escena que el más terrible y dramático. Pero de repente, sin saber cómo, criada y ama cruzaron sus miradas, y en una mirada pareció que se entendieron. Patria le decía con sus ojuelos que arañaban: «Abra usted, tonta, y déjese de remilgos». La señora decía: «¿Le parece a usted bien que abra?… ¿Cree usted que… ?». ...
En la línea 2946
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Por fin, a eso de las nueve y media, cuando el médico se fue, sintió doña Lupe un rebullicio, luego cuchicheos en el pasillo. Fortunata había entrado, y hablaba muy bajito con Patria. La mente de la viuda, en la cual hasta entonces todo era confusión y vaguedades, empezó a dar de sí los juicios más extraños, ideas de atrevido alcance y de un pesimismo aterrador. Salió paso a paso a la sala, deseosa de sorprender aquel secreteo. Fortunata entró, pálida como un cirio y con ojos aterrados; mas doña Lupe no le dijo nada. La vio que avanzaba hacia el gabinete, que daba algunos pasos hacia la alcoba deteniéndose en la puerta, y que desde allí alargaba el cuerpo para mirar a su marido. ¿Por qué no entró? ¿Qué temor la detenía? La alcoba estaba casi a oscuras, pues apenas llegaba a ella la claridad de la lámpara encendida en la sala. Doña Lupe llevó al gabinete la luz. Quería observar lo que hacía su sobrina, y por de pronto le llamó la atención su actitud extraña, no muy conforme con los sentimientos naturales en una esposa en situación tan aflictiva. Una vez que le miró bien de lejos, Fortunata, sin hacer maldito caso de persona tan respetable como su tía política, volvió a la sala, que ya estaba medio a oscuras, y se sentó en una silla. Todavía no se había quitado el manto, y parecía que iba a volver a la calle. Apoyada la mejilla en la mano, permaneció inmóvil como un cuarto de hora. El silencio que en las tres piezas reinaba sólo se interrumpía con tal cual palabra estropajosa pronunciada por Maxi, y con el paso gatuno de la sirviente que atravesaba la sala para ir a recibir órdenes de la única persona que aquella noche mandara en la casa. Si el estado del enfermo permitiera alzar la voz, ¡ay!, doña Lupe haría retemblar la casa con el estruendo de su palabra autoritaria y fiscalizadora; pero no podía ser. ¡Qué cosas había de oír su sobrina! Resolvió, pues, la tía dejar la discusión para el día siguiente; mas tanto la apremiaron la curiosidad y el enojo, que no pudo menos de personarse, pasito a paso, en la sala, y decir a Fortunata, con voz oprimida: «Explícame esto». ...
En la línea 1803
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... -Si el señor afronta a los tiburones, no veo por qué su fiel sirviente no lo haría con él. ...
En la línea 4544
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Entró y pidió un aposento a un mozo andrajoso que encontró en el pasillo. El sirviente le dirigió una mirada y lo condujo a una pequeña y asfixiante habitación situada al final del corredor, debajo de la escalera. No había otra: el hotel estaba lleno. El mozo esperaba, mirando a Svidrigailof con expresión interrogante. ...
En la línea 4550
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑¿Nada más? ‑preguntó el sirviente con cierto asombro. ‑Nada más. ...

El Español es una gran familia
Reglas relacionadas con los errores de s;z
Las Reglas Ortográficas de la S
Se escribe s al final de las palabras llanas.
Ejemplos: telas, andamos, penas
Excepciones: alférez, cáliz, lápiz
Se escriben con s los vocablos compuestos y derivados de otros que también se escriben con esta letra.
Ejemplos: pesar / pesado, sensible / insensibilidad
Se escribe con s las terminaciones -esa, -isa que signifiquen dignidades u oficios de mujeres.
Ejemplos: princesa, poetisa
Se escriben con s los adjetivos que terminan en -aso, -eso, -oso, -uso.
Ejemplos: escaso, travieso, perezoso, difuso
Se escribe con s las terminaciones -ísimo, -ísima.
Ejemplos: altísimo, grandísima
Se escribe con s la terminación -sión cuando corresponde a una palabra que lleva esa letra, o cuando otra palabra derivada lleva -sor, -sivo, -sible,-eso.
Ejemplos: compresor, compresión, expreso, expresivo, expresión.
Se escribe s en la terminación de algunos adjetivos gentilicios singulares.
Ejemplos: inglés, portugués, francés, danés, irlandés.
Se escriben s con las sílabas iniciales des-, dis-.
Ejemplos: desinterés, discriminación.
Se escribe s en las terminaciones -esto, -esta.
Ejemplos: detesto, orquesta.
Las Reglas Ortográficas de la Z
Se escribe z y no c delante de a, o y u.
Se escriben con z las terminaciones -azo, -aza.
Ejemplos: pedazo, terraza
Se escriben con z los sustantivos derivados que terminan en las voces: -anza, -eza, -ez.
Ejemplos: esperanza, grandeza, honradez
La X y la S
Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras s;z
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La palabra farmacia
La palabra cejijunta
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La palabra atropellarse
La palabra despachaba
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