Cual es errónea Rompiendo o Rrompiendo?
La palabra correcta es Rompiendo. Sin Embargo Rrompiendo se trata de un error ortográfico.
La falta ortográfica detectada en la palabra rrompiendo es que se ha eliminado o se ha añadido la letra r a la palabra rompiendo

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece rompiendo
La palabra rompiendo puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1966
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... De las vigas, como bambalinas grasientas, colgaban pabellones de longanizas y morcillas o ristras de pequeños pimientos rojos y puntiagudos como dedos de diablo, y rompiendo la monotonía de tal decorado, algún jamón rojo y borlones majestuosos de chorizos. ...
En la línea 2188
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Las ranas cantaban a miles, como si saludasen a las primeras estrellas, contentas de no oír ya los tiros que interrumpían su croqueo y las obligaba a arrojarse medrosamente de cabeza, rompiendo el terso cristal de los estanques putrefactos. ...
En la línea 616
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Salvatierra, que escuchaba impasible las palabras de los jornaleros, se agitó, rompiendo su mutismo al oír al viejo. ¡La caridad! ¿Y para qué servía? Para mantener al pobre en la esclavitud, esperando unas migajas que acallaban su hambre por un momento y prolongaban su servidumbre. ...
En la línea 1775
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Juanón y Fermín, estremecidos de horror, corrieron hacia el grupo, viendo en el centro de él al muchacho, con la cabeza en un charco negro que crecía y crecía, y las piernas estirándose y contrayéndose con el estertor agónico. Una podadera le había abierto el cráneo, rompiendo los huesos. ...
En la línea 3045
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Mientras me esforzaba por separar a los dos antagonistas, mi caballo se escapó, y rompiendo por entre la revuelta multitud, derribó a varios individuos y causó no pocos destrozos. ...
En la línea 3563
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Y cuando a guerra terrible el español esforzado se lanzó, te apareciste caballero en tu caballo rompiendo las filas moras que por Mahoma jurando a tu poder se rindieron, victorioso Santiago. ...
En la línea 5539
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... sabrá quién soy—dije al cabo, rompiendo el silencio. ...
En la línea 3713
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Y, diciendo y haciendo, arrebató de un pan que junto a sí tenía, y dio con él al cabrero en todo el rostro, con tanta furia, que le remachó las narices; mas el cabrero, que no sabía de burlas, viendo con cuántas veras le maltrataban, sin tener respeto a la alhombra, ni a los manteles, ni a todos aquellos que comiendo estaban, saltó sobre don Quijote, y, asiéndole del cuello con entrambas manos, no dudara de ahogalle, si Sancho Panza no llegara en aquel punto, y le asiera por las espaldas y diera con él encima de la mesa, quebrando platos, rompiendo tazas y derramando y esparciendo cuanto en ella estaba. ...
En la línea 4322
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Las labradoras estaban asimismo atónitas, viendo aquellos dos hombres tan diferentes hincados de rodillas, que no dejaban pasar adelante a su compañera; pero, rompiendo el silencio la detenida, toda desgraciada y mohína, dijo: -Apártense nora en tal del camino, y déjenmos pasar, que vamos de priesa. ...
En la línea 5297
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Don Quijote, que los vio tan atentos a mirarle, sin que ninguno le hablase ni le preguntase nada, quiso aprovecharse de aquel silencio, y, rompiendo el suyo, alzó la voz y dijo: -Buenos señores, cuan encarecidamente puedo, os suplico que no interrumpáis un razonamiento que quiero haceros, hasta que veáis que os disgusta y enfada; que si esto sucede, con la más mínima señal que me hagáis pondré un sello en mi boca y echaré una mordaza a mi lengua. ...
En la línea 8413
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Y Ana, que pasaba por hija predilecta de confesión del Magistral, por devota en ejercicio, se había presentado en el teatro en noche prohibida, rompiendo por todo, haciendo alarde de no respetar piadosos escrúpulos, pues precisamente ella no frecuentaba semejante sitio. ...
En la línea 16705
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Y se la castigó rompiendo con ella toda clase de relaciones. ...
En la línea 817
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Tuvo que atender a su traductora, sacándola de su refugio, después de esta broma un poco ruda. Se sentó en el suelo, rompiendo bajo su peso varios árboles. Luego metió una mano en un arroyo próximo, pasando dos dedos sobre la cara de su acompañante. Esta empezó a despertar bajo la caricia húmeda. ...
En la línea 1212
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Las dos damas celebraron aquella broma mientras le arreglaban la cama. Guillermina había salido de la casa sin despedirse, y poco a poco se fueron marchando los demás. Antes de las doce, todo estaba en silencio, y los papás se retiraron a su habitación, después de encargar a Jacinta que estuviese muy a la mira para que el Delfín no se desabrigara. Este parecía dormido profundamente, y su esposa se acostó sin sueño, con el ánimo más dispuesto a la centinela que al descanso. No había transcurrido una hora, cuando Juan despertó intranquilo, rompiendo a hablar de una manera algo descompuesta. Creyó Jacinta que deliraba, y se incorporó en su cama; mas no era delirio, sino inquietud con algo de impertinencia. Procuró calmarle con palabras cariñosas; pero él no se daba a partido. «¿Quieres que llame?».—«No; es tarde, y no quiero alarmar… Es que estoy nervioso. Se me ha espantado el sueño. Ya se ve; todo el día en este pozo del aburrimiento. Las sábanas arden y mi cuerpo está frío». ...
En la línea 1833
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Doña Lupe discutía con ella violentamente, argumentando con crueles pellizcos, y añadiendo que estaba autorizada por la madre para descuartizarla si preciso era. A lo que Papitos contestaba echando lumbre por los ojos: «¡Ay, hija, no me descuartice usted tanto!». Este solía ser el periodo culminante de la disputa, que concluía dándole la señora a su sirviente una gran bofetada y rompiendo la otra a llorar… Los disparates seguían, y al servir la mesa ponía los platos sobre ella sin considerar que no eran de hierro. Doña Lupe la amenazaba con mandarla a la galera o con llamar una pareja, con escabecharla y ponerla en salmuera, y poco a poco se iba aplacando la fierecilla hasta que se quedaba como un guante. ...
En la línea 1997
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... El muchacho se sentó en la silla que junto a la cama estaba, y apoyando el codo en esta, aguantó el achuchón, sin mirar a su juez. Tenía un palillo entre los dientes, y lo llevaba de un lado para otro de la boca con nerviosa presteza. Ya se le había quitado el gran temor que la hermana de su padre le infundía. Como ciertos cobardes se vuelven valientes desde que disparan el primer tiro, Maximiliano, una vez que rompió el fuego con la hombrada de aquella mañana, sentía su voluntad libre del freno que le pusiera la timidez. Dicha timidez era un fenómeno puramente nervioso, y en ella tenían no poca parte también sus rutinarios hábitos de subordinación y apocamiento. Mientras no hubo en su alma una fuerza poderosa, aquellos hábitos y la diátesis nerviosa formaron la costra o apariencia de su carácter; pero surgió dentro la energía, que estuvo luchando durante algún tiempo por mostrarse, rompiendo la corteza. La timidez o falsa humildad endurecía esta, y como la energía interior no encontraba un auxilio en la palabra, porque la sumisión consuetudinaria y la cortedad no le habían permitido educarla para discutir, pasaba tiempo sin que la costra se rompiera. Por fin, lo que no pudieron hacer las palabras, lo hizo un acto. Roto el cascarón, Maximiliano se encontró más valiente y dispuesto a medirse con la fiera. Lo que antes era como levantar una montaña, parecíale ya como alzar del suelo un pañuelo. ...
En la línea 2988
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —Mi tía—añadió el clérigo—, me ha contado los horrores de esta noche… Mi hermano maltratado, herido; usted entrando en casa a deshora, y entrando para recoger su ropa y marcharse, rompiendo la armonía conyugal y dejándonos a todos en la mayor confusión. ¿Me querrá usted explicar a mí este turris-burris? ...
En la línea 1457
del libro Niebla
del afamado autor Miguel De Unamuno
... Y rompiendo bruscamente la voluptuosidad de la conversación se salió. ...
En la línea 2320
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —¡Esperen! —dijo Mariana, rompiendo a llorar. ...
En la línea 2364
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Era ya la una de la madrugada. Habíamos llegado a las primeras rampas de la montaña. Pero para abordarlas había que aventurarse por los difíciles senderos de una vasta espesura. Sí, una espesura de árboles muertos, sin hojas, sin savia, árboles mineralizados por la acción del agua y de entre los que sobresalían aquí y allá algunos pinos gigantescos. Era como una hullera aún en pie, manteniéndose por sus raíces sobre el suelo hundido, y cuyos ramajes se dibujaban netamente sobre el techo de las aguas, a la manera de esas figuras recortadas en cartulina negra. Imagínese un bosque del Harz, agarrado a los flancos de una montaña, pero un bosque sumergido. Los senderos estaban llenos de algas y de fucos, entre los que pululaba un mundo de crustáceos. Yo iba escalando las rocas, saltando por encima de los troncos abatidos, rompiendo las lianas marinas que se balanceaban de un árbol a otro, y espantando a los peces que volaban de rama en rama. Excitado, no sentía la fatiga, y seguía a mi guía incansable. ...
En la línea 3121
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... -¡Ah! ¡Vaya! -exclamó Ned Land, rompiendo a reír-. El señor Conseil me estaba tomando el pelo. ...

El Español es una gran familia
Reglas relacionadas con los errores de r
Las Reglas Ortográficas de la R y la RR
Entre vocales, se escribe r cuando su sonido es suave, y rr, cuando es fuerte aunque sea una palabra derivada o compuesta que en su forma simple lleve r inicial. Por ejemplo: ligeras, horrores, antirreglamentario.
En castellano no es posible usar más de dos r
Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra r
Errores Ortográficos típicos con la palabra Rompiendo
Cómo se escribe rompiendo o rrompiendo?
Más información sobre la palabra Rompiendo en internet
Rompiendo en la RAE.
Rompiendo en Word Reference.
Rompiendo en la wikipedia.
Sinonimos de Rompiendo.
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