Cual es errónea Revolviendo o Rebolbiendo?
La palabra correcta es Revolviendo. Sin Embargo Rebolbiendo se trata de un error ortográfico.
El Error ortográfico detectado en el termino rebolbiendo es que hay un Intercambio de las letras v;b con respecto la palabra correcta la palabra revolviendo
Más información sobre la palabra Revolviendo en internet
Revolviendo en la RAE.
Revolviendo en Word Reference.
Revolviendo en la wikipedia.
Sinonimos de Revolviendo.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Revolviendo
Cómo se escribe revolviendo o rrevolviendo?
Cómo se escribe revolviendo o rebolbiendo?
Algunas Frases de libros en las que aparece revolviendo
La palabra revolviendo puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 7149
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Su madre, que estaba en pie junto a él revolviendo el azúcar en el vaso, le miró desde arriba con gesto de indignación. ...
En la línea 1080
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —¡Hostia, con la tía bruja esta!—dijo para sí Platón, revolviendo las palabras con mugidos; y luego en voz alta—: Pues como dije a la señora, si la señora quiere al Pituso, que se aboque con Castelar… ...
En la línea 1916
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Registra por aquí, registra por allá, nada encontraba que sirviera de comprobación a la horrible noticia. Abrió la cómoda, valiéndose de las llaves de la suya, y allí tampoco había nada. La hucha estaba en su sitio y llena, quizás más pesada que antes. Retratos, no los vio por ninguna parte. Hallábase doña Lupe engolfada en su investigación policíaca, sin descubrir rastro del crimen, cuando entró Maximiliano. Papitos le abrió la puerta; dirigiose a su cuarto sorprendido de ver luz en él, y al encarar con su tía, que estaba revolviendo el tercer cajón de la cómoda, comprendió que su secreto había sido descubierto, y le corrieron escalofríos de muerte por todo el cuerpo. Doña Lupe supo contenerse. Era persona de buen juicio y muy oportunista, quiero decir que no gustaba de hacer cosa ninguna fuera de sazón, y para calentarle las orejas a su sobrino no era buena hora la media noche. Porque seguramente ella había de alzar la voz y no convenía el escándalo. También era probable que al chico le diera una jaqueca muy fuerte si le sofocaban tan a deshora, y doña Lupe no quería martirizarle. Lelo y mudo estaba el estudiante en la puerta de su cuarto, cuando su tía se volvió hacia él, y echándole una mirada muy significativa, le dijo: ...
En la línea 2268
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Volvió, pues, a su casa la tía de Maximiliano revolviendo en su mente planes soberbios. La pasión de domesticar se despertaba en ella delante de aquel magnífico animal que estaba pidiendo una mano hábil que lo desbravase. Y véase aquí cómo a impulsos de distintas pasiones, tía y sobrino vinieron a coincidir en sus deseos; véase cómo la tirana de la casa concluyó por mirar con ojos benévolos a la misma persona de quien había dicho tantas perrerías. Mucho agradecía esto el joven, y juzgando por sí mismo, creía que la indulgencia de doña Lupe se derivaba de un afecto, cuando en rigor provenía de esa imperiosa necesidad que sienten los humanos de ejercitar y poner en funciones toda facultad grande que poseen. Por esto la viuda no cesaba de pensar en el gran partido que podía sacar de Fortunata, desbastándola y puliéndola hasta tallarla en señora, e imaginaba una victoria semejante a la que Maximiliano pretendía alcanzar en otro orden. La cosa no sería fácil, porque el animal debía tener muchos resabios; pero mientras más grandes fueran las dificultades, más se luciría la maestra. De repente le entraban a la señora de Jáuregui recelos punzantes, y decía: «Si no puede ser, si es mucha mujer para medio hombre. Si no existiera este maldito desequilibrio de sangre, él con su cariño y yo con lo mucho que sé, domaríamos a la fiera; pero esta moza se nos tuerce el mejor día, no hay duda de que se nos tuerce». ...
En la línea 3128
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Su prisión por sospechas de conspiración acentuole la soberbia y la murria soñadora, revolviendo más al propio tiempo el pisto manchego de su programa político-social. Salió de la cárcel con la cabeza más aturullada y los ánimos más encendidos. Entrole entonces cierto afán por las lecturas, porque reconocía su ignorancia y la necesidad de entender las ideas de los grandes hombres y los sucesos notables que habían pasado en el mundo. Durante un par de semanas leyó mucho, devorando obras diferentes, y como tenía facilidad de asimilación y mucha labia, lo que leía por las mañanas lo desembuchaba por las noches en el café convertido en pajaritas. Pajaritas eran sus conceptos; pero no por serlo, dejaban de cautivar a D. Basilio, a Leopoldo Montes y al mismo Feijoo. ...

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Reglas relacionadas con los errores de v;b
Las Reglas Ortográficas de la V
Regla 1 de la V Se escriben con v el presente de indicativo, subjuntivo e imperativo del verbo ir, así como el pretérito perfecto simple y el pretérito imperfecto de subjuntivo de los verbos tener, estar, andar y sus derivados. Por ejemplo: estuviera o estuviese.
Regla 2 de la V Se escriben con v los adjetivos que terminan en -ava, -ave, -avo, -eva, -eve, -evo, -iva, -ivo.
Por ejemplo: octava, grave, bravo, nueva, leve, longevo, cautiva, primitivo.
Regla 3 de la V Detrás de d y de b también se escribe v. Por ejemplo: advertencia, subvención.
Regla 4 de la V Las palabras que empiezan por di- se escriben con v.
Por ejemplo: divertir, división.
Excepciones: dibujo y sus derivados.
Regla 5 de la V Detrás de n se escribe v. Por ejemplo: enviar, invento.
Las Reglas Ortográficas de la B
Regla 1 de la B
Detrás de m se escribe siempre b.
Por ejemplo:
sombrío
temblando
asombroso.
Regla 2 de la B
Se escriben con b las palabras que empiezan con las sílabas bu-, bur- y bus-.
Por ejemplo: bujía, burbuja, busqué.
Regla 3 de la B
Se escribe b a continuación de la sílaba al- de inicio de palabra.
Por ejemplo: albanés, albergar.
Excepciones: Álvaro, alvéolo.
Regla 4 de la B
Las palabras que terminan en -bundo o -bunda y -bilidad se escriben con b.
Por ejemplo: vagabundo, nauseabundo, amabilidad, sociabilidad.
Excepciones: movilidad y civilidad.
Regla 5 de la B
Se escriben con b las terminaciones del pretérito imperfecto de indicativo de los verbos de la primera conjugación y también el pretérito imperfecto de indicativo del verbo ir.
Ejemplos: desplazaban, iba, faltaba, estaba, llegaba, miraba, observaban, levantaba, etc.
Regla 6 de la B
Se escriben con b, en todos sus tiempos, los verbos deber, beber, caber, haber y saber.
Regla 7 de la B
Se escribe con b los verbos acabados en -buir y en -bir. Por ejemplo: contribuir, imbuir, subir, recibir, etc.
Excepciones: hervir, servir y vivir, y sus derivados.
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