Cual es errónea Parroquianos o Parrrroquianos?
La palabra correcta es Parroquianos. Sin Embargo Parrrroquianos se trata de un error ortográfico.
La falta ortográfica detectada en la palabra parrrroquianos es que se ha eliminado o se ha añadido la letra r a la palabra parroquianos
Algunas Frases de libros en las que aparece parroquianos
La palabra parroquianos puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 100
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Tenía sus parroquianos la pobre mujer esparcidos en toda la ciudad. ...
En la línea 942
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Era una exhalación, una sombra blanca que no llegaba a fijarse, por su rapidez, en los turbios ojos de los parroquianos de Copa. ...
En la línea 1386
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... ¡Y qué novia, santo Dios! No había más que oír a los parroquianos cuando parloteaban ante su mesa. ...
En la línea 1416
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Un par de sillones con asiento de esparto y brazos pulidos por el uso, un anafe en el que hervía el puchero del agua, los paños de dudoso color y unas navajas melladas, que arañaban el duro cutis de los parroquianos con rascones espeluznantes, constituían toda la fortuna de estos establecimientos al aire libre. ...
En la línea 1822
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... ¡Salud, _aguadores_ de Asturias, que, con vuestro grosero vestido de muletón y vuestras monteras de piel, os sentáis por centenares al lado de las fuentes, sobre las cubas vacías, o tambaleándoos bajo su peso, una vez llenas, subís hasta los últimos pisos de las casas más altas! ¡Salud, _caleseros_ de Valencia, que, recostados perezosamente en vuestros carruajes, picáis tabaco para liar un cigarro de papel, en espera de parroquianos! ¡Salud, mendigos de la Mancha, hombres y mujeres que, embozados en burdas mantas, imploráis la caridad indistintamente a las puertas de los palacios o de las cárceles! ¡Salud, criados montañeses, _mayordomos_ y secretarios de Vizcaya y Guipúzcoa, _toreros_ de Andalucía, _reposteros_ de Galicia, tenderos de Cataluña! ¡Salud, castellanos, extremeños y aragoneses, de cualquier oficio que seáis! Y, en fin, vosotros, los veinte mil _manolos_ de Madrid, hijos genuinos de la capital, hez de la villa, que con vuestras terribles navajas causasteis tal estrago en las huestes de Murat el día Dos de Mayo, ¡salud! Y a las clases más elevadas—a los caballeros, a las _señoras_—, ¿las pasaré en silencio? En verdad tengo poco que decir de ellos. ...
En la línea 1842
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Había muchos parroquianos, todos con cara de bandidos; a mi saludo contestaron quitándose los _sombreros_ con mucha ceremonia y abriéndome calle hasta el mostrador. ...
En la línea 2304
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Yo le odio, _don Jorge_; debido a él, vienen a mi casa tan pocos parroquianos. ...
En la línea 2307
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... ¿Es que vienen a Córdoba muchos compatriotas míos? —_¡Toma!_—respondió el posadero—, son mis mejores parroquianos; he tenido en casa ingleses de todas categorías, desde el hijo de Belington hasta un _médico_ joven que curó a esta _chica_, hija mía, del dolor de oídos. ...
En la línea 7405
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Algo más que las reyertas entre los parroquianos ocultaba Paula a su hijo. ...
En la línea 96
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... La biografía mercantil de este hombre es tan curiosa como sencilla. Era muy joven cuando entró de hortera en casa de Arnaiz, y allí sirvió muchos años, siempre bien quisto del principal por su honradez acrisolada y el grandísimo interés con que miraba todo lo concerniente al establecimiento. Y a pesar de tales prendas, Estupiñá no era un buen dependiente. Al despachar, entretenía demasiado a los parroquianos, y si le mandaban con un recado o comisión a la Aduana, tardaba tanto en volver, que muchas veces creyó D. Bonifacio que le habían llevado preso. La singularidad de que teniendo Plácido estas mañas, no pudieran los dueños de la tienda prescindir de él, se explica por la ciega confianza que inspiraba, pues estando él al cuidado de la tienda y de la caja, ya podían Arnaiz y su familia echarse a dormir. Era su fidelidad tan grande como su humildad, pues ya le podían reñir y decirle cuantas perrerías quisieran, sin que se incomodase. Por esto sintió mucho Arnaiz que Estupiñá dejara la casa en 1837, cuando se le antojó establecerse con los dineros de una pequeña herencia. Su principal, que le conocía bien, hacía lúgubres profecías del porvenir comercial de Plácido, trabajando por su cuenta. ...
En la línea 458
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —Porque te dije que le encargaras medio solomillo, y ¿sabes lo que me mandó?, un pedazo enorme de contrafalda o babilla y un trozo de espaldilla, lleno de piltrafas y tendones… Vaya un modo de portarse con los parroquianos. Nunca más se le compra nada. La culpa la tienes tú… Ahí tienes lo que son tus protegidos… ...
En la línea 708
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Y no se habló más del loco. Por la noche fue Guillermina, y Jacinta, que conservaba la mugrienta tarjeta con las señas de Ido, se la dio a su amiga para que en sus excursiones le socorriese. En efecto, la familia del corredor de obras (Mira el Río 12), merecía que alguien se interesara por ella. Guillermina conocía la casa y tenía en ella muchos parroquianos. Después de visitarla, hizo a su amiguita una pintura muy patética de la miseria que en la madriguera de los Idos reinaba. La esposa era una infeliz mujer, mártir del trabajo y de la inanición, humilde, estropeadísima, fea de encargo, mal pergeñada. Él ganaba poco, casi nada. Vivía la familia de lo que ganaban el hijo mayor, cajista, y la hija, polluela de buen ver que aprendía para peinadora. ...
En la línea 1957
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... «Mire usted, señora, estos señoritos disolutos son buenos parroquianos, porque no reparan en el materialismo del premio y del plazo; pero al fin la dan, y la dan gorda. Hay que tener mucho ojo con ellos. Al principio, el embargo les asusta; pero como lleguen a perder el punto una vez, lo mismo les da fu que fa. Aunque usted les ponga en la publicidad de la Gaceta, se quedan tan frescos. Vea usted al marquesito de Casa-Bojío; le embargué el mes pasado; le vendí hasta la lámina en que tenía el árbol genealógico. Pues, finalmente, a los tres días me le vi en un faetón, como si tal cosa, y pasó por junto a mí y las ruedas me salpicaron el barro de la calle… No es que me importe el materialismo del barro; lo digo para que se vea lo que son… ¿Pues creerá usted que encontró después quien le prestara? Ello fue al cuatro mensual; pero aun al cinco sería, como quien dice, el todo por el todo. Verdad que no molestan, y si a mano viene, cuando piden prórroga, por tenerle a uno contento le dan un destinillo para un sobrino, como hizo el chico de Pez conmigo… pero el materialismo del destino no importa; a lo mejor la pegan y de canela fina, créame usted. Por eso, ya puede venir ahora a tocar a esta puerta, que le he de mandar a plantar cebollino». ...
En la línea 1378
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... - Comprendo, caballero, que las personas distinguidas de Londres no pueden ser parroquianos de un sastre rural, como regla general. Pero si, de vez en cuando, quisiera usted darse una vuelta por aquí en su calidad de habitante de Londres, yo quedaría profundamente agradecido. Buenos días, caballero. Estoy muy agradecido… ¡La puerta! ...

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Entre vocales, se escribe r cuando su sonido es suave, y rr, cuando es fuerte aunque sea una palabra derivada o compuesta que en su forma simple lleve r inicial. Por ejemplo: ligeras, horrores, antirreglamentario.
En castellano no es posible usar más de dos r
Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra r

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Más información sobre la palabra Parroquianos en internet
Parroquianos en la RAE.
Parroquianos en Word Reference.
Parroquianos en la wikipedia.
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