Cual es errónea Palos o Paloz?
La palabra correcta es Palos. Sin Embargo Paloz se trata de un error ortográfico.
El Error ortográfico detectado en el termino paloz es que hay un Intercambio de las letras s;z con respecto la palabra correcta la palabra palos

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece palos
La palabra palos puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1437
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Junto a la rampa de bajada estaban los animales de desecho; asnos sin orejas, de pelo sucio y asquerosas pústulas; caballos tristes, cuyo pellejo parecía agujerearse con lo anguloso de la descarnada osamenta; mulas cegatas, con cuello de cigüeña; toda la miseria del mercado, los náufragos del trabajo, que, con el cuero rayado a palos, el estómago contraído y las excoriaciones inflamadas por las moscas verdosas y panzudas, esperaban la llegada del contratista de las corridas de toros o del mendigo, que aún sabría utilizarlos. ...
En la línea 2129
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Los palos seguían en alto, relucían las navajas en los grupos; pero nadie se aproximaba a Batiste, y éste retrocedió lentamente de espaldas, enarbolando el ensangrentado taburete. ...
En la línea 673
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --¡Calla, mal corazón! ¡Poquito que me hiciste sufrir en aquella temporá!... Yegaba en mi jaca, después de haber ido en la sierra a tiros con los del resguardo, y lo mismo era verte que abrírseme las entrañas con un miedo que me hacía temblar. «Le diré esto, le diré lo otro». Y verte y no icirte na, too era lo mismo. Se me trababa la lengua, se me hacía de noche dentro del caletre, como cuando iba a la escuela; tenía miedo de que te ofendieras y que el padrino me diese encima unos cuantos palos con una tranca, disiéndome: «¡Arre allá, so sinvergüensa!», lo mismo que cuando se mete en la viña un perro vagabundo... Por fin, salió la cosa. ¿Te acuerdas? Algo costó, pero nos entendimos. Fue dimpués der balazo, cuando tú me cuidabas como una marecita y por las tardes hacíamos nuestro poquito de cante ahí cerca, bajo los arcadas. El padrino tañía la guitarra y yo, sin saber cómo, me arranqué por _martinetes_, con los ojos fijos en los tuyos, como si fuese a comérmelos: Fragua, yunque y martillo Rompen los metales, Pero este cariño que yo te tengo No lo rompe nadie. ...
En la línea 952
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... En el patio se tropezó con _Alcaparrón_, que atraído por el ruido de la fiesta esperaba una coyuntura para introducirse en la sala con su pegajosidad de parásito. El aperador le amenazó con varios palos si seguía allí. ...
En la línea 1304
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --Y quien dice jambre, dice desorden, palos y bronca. Va a correr sangre, y en el presidio le preparan el puesto a más de uno... Milagro será que no acabe esto levantando catafalcos el carpintero, en la plaza de la Cárcel. ...
En la línea 1675
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... La vieja tenía razón; esto güele a palos. ...
En la línea 1786
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... La vida que llevan es poco envidiable, porque cuando están de guardia, nos burlamos de ellos, y con frecuencia los damos de palos. ...
En la línea 1924
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Yo le compraba muchas naranjas, y no tardó en sentir gran amistad por mí ni en contarme su historia; ninguna cosa notable había en ella; el suceso más importante era una aventura que le ocurrió en la sierra de Granada, donde cayó en poder de unos gitanos que le dejaron en cueros y luego le despidieron dándole de palos. ...
En la línea 2261
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Cansado de andar a paso de tortuga, até las riendas del caballo remolón a la grupa del mío, y sin escatimar espolazos ni palos le obligué a salir al trote o cosa así, y el otro no tuvo más remedio que aligerar los remos. ...
En la línea 2262
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Por dos veces intentó arrojarse al suelo, con gran espanto de su anciano jinete, que me suplicaba una y otra vez que hiciese alto y le permitiera apearse; pero yo, sin hacerle caso, continué dando espolazos y palos con infatigable energía y tan buen éxito que en menos de media hora vimos unas luces muy cerca de nosotros, y al instante llegamos a un río, cruzamos un puente, encontrándonos a la puerta de Córdoba sin habernos roto la nuca ni haberse perniquebrado los caballos. ...
En la línea 256
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Dábanle voces sus amos que no le diese tanto y que le dejase, pero estaba ya el mozo picado y no quiso dejar el juego hasta envidar todo el resto de su cólera; y, acudiendo por los demás trozos de la lanza, los acabó de deshacer sobre el miserable caído, que, con toda aquella tempestad de palos que sobre él vía, no cerraba la boca, amenazando al cielo y a la tierra, y a los malandrines, que tal le parecían. ...
En la línea 263
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... El labrador estaba admirado oyendo aquellos disparates; y, quitándole la visera, que ya estaba hecha pedazos de los palos, le limpió el rostro, que le tenía cubierto de polvo; y apenas le hubo limpiado, cuando le conoció y le dijo: -Señor Quijana -que así se debía de llamar cuando él tenía juicio y no había pasado de hidalgo sosegado a caballero andante-, ¿quién ha puesto a vuestra merced desta suerte? Pero él seguía con su romance a cuanto le preguntaba. ...
En la línea 376
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... -Ferido no -dijo don Quijote-, pero molido y quebrantado, no hay duda en ello; porque aquel bastardo de don Roldán me ha molido a palos con el tronco de una encina, y todo de envidia, porque ve que yo solo soy el opuesto de sus valentías. ...
En la línea 820
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Pero lo que él debió más de sentir fue que, viendo los arrieros la fuerza que a sus yeguas se les hacía, acudieron con estacas, y tantos palos le dieron que le derribaron malparado en el suelo. ...
En la línea 456
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Durante una cacería en las orillas del Uruguay me enseñaron algunos árboles donde esos animales acuden siempre, dícese que con el fin de afilarse las uñas. Me hicieron que me fijase en tres árboles, sobre todo; por delante, su corteza está lisa como por el roce continuo de un animal; a cada lado hay tres descortezamientos, o mejor dicho, tres canales, que se extienden en línea oblicua y tienen cerca de un metro de longitud. Esos surcos procedían, con plena evidencia, de diferentes épocas. No hay más que examinar esos árboles para saber enseguida si hay un jaguar en los alrededores. Esa costumbre del jaguar es exactamente análoga a la de nuestros gatos ordinarios, cuando con las patas extendidas y sacando las uñas de la vaina arañan los palos de una silla; por otra parte, sé que los gatos destrozan a menudo en Inglaterra jóvenes árboles frutales. ...
En la línea 506
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Durante esta operación el caballo, con el asombro y el susto de sentirse ceñido así alrededor del cuerpo, se revuelca muchas veces encima del suelo y no se le puede levantar sino a palos. Por último, cuando se ha concluido de ensillarlo, el pobre animal, blanco de espuma, apenas puede respirar: tan espantado está. Prepárase entonces el gaucho a montar, apoyándose con fuerza en el estribo de modo que el caballo no pierda el equilibrio; puesto ya a horcajadas, tira del nudo corredizo y queda libre el caballo. ...
En la línea 725
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... 6 de febrero.- Hemos llegado a Woollya, y se queja tanto Matthews de la conducta de los fueguenses, que el capitán se decide a volverlo a bordo del Beagle; más tarde lo dejamos en Nueva-Zelanda, donde su hermano era misionero. En cuanto nos separamos comenzaron los indígenas a despojarlo de todo lo que tenía; todos los días llegaban nuevos grupos de fueguenses; York y Jemmy habían perdido muchas cosas y Matthews todo lo que no había tenido la precaución de enterrar. Se creía que los indígenas habían roto o desgarrado todo cuanto habían cogido, distribuyéndose los pedazos. Matthews estaba destrozado de cansancio; de día y de noche le rodeaban los indígenas, haciendo, para que no durmiese, un ruido horrible junto a su cabeza. Un día le mandó a un viejo que se marchase de su choza, pero volvió a poco con una piedra tremenda en la mano. Otro día acudió un pelotón armado de piedras y palos y Matthews tuvo que aplacarlos a fuerza de regalos. Otros quisieron despojarlo de las ropas y pelarlo enteramente. Creo que llegamos a tiempo justo de salvarle la vida. Los parientes de Jemmy habían sido lo bastante vanos y lo bastante locos para enseñarles a sus vecinos de otras tribus todo lo que habían adquirido y para decirles cómo se lo habían proporcionado. Bien triste era tener que dejar a nuestros tres fueguenses en medio de sus salvajes compatriotas, pero como ellos no sentían ningún temor, este pensamiento nos servía de gran consuelo. York, hombre fuerte y resuelto, estaba casi seguro de salir sano y salvo, lo mismo que Fuegía, su mujer, de las emboscadas que pudieran tenderle. ...
En la línea 2213
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... dos se os acercan lo bastante para poder matarlos a palos y hasta para poder cogerlos, como yo mismo traté de hacerlo, con el sombrero. fusil es arma poco menos que inútil en estas islas; yo he llegado a empujar a un halcón con el cañón de mi carabina. día que estaba sentado en el suelo vino un sinsonte a posarse en el vaso de concha de tortuga que tenía yo en la mano y se puso a beber en él; mientras estaba bebiendo levantaba yo el vaso del suelo sin -que el animal se estremeciese; he tratado muchas veces de coger estos pájaros por las patas y lo he logrado bastante ...
En la línea 6582
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... —Eso es inútil —observó el Magistral con una voz muy dulce —; como el madero aquel se ha metido entre los dos palos de la banda. ...
En la línea 7408
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... La llamaban la Muerta por su blancura pálida; y creyendo fácil aquella conquista, muchos borrachos se arrojaban sobre ella como sobre una presa; pero Paula los recibía a puñadas, a patadas, a palos; más de un vaso rompió en la cabeza de una fiera de las cuevas y tuvo el valor de cobrárselo. ...
En la línea 11282
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¿pero usted qué hace que no les balda a palos? Fuera de mi casa. ...
En la línea 14251
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Miraba como tonto los accidentes del paisaje, los palos del telégrafo que iba dejando atrás de tarde en tarde. ...
En la línea 1394
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Los curiosos ya no reían de la grotesca revolución de los hombres. Lanzaban los periódicos edición tras edición para contar la historia de este suceso, el más inaudito e inesperado desde que las mujeres constituyeron los Estados Unidos de la Felicidad. Los insurgentes de Balmuff se habían lanzado con piedras y palos sobre la Universidad de su capital, apoderándose de ella sin más esfuerzo que repartir unos cuantos garrotazos entre los profesores femeninos y otros empleados de igual sexo que dependían del lejano y omnipotente Momaren. Luego se habían esparcido por el Museo Histórico, apoderándose de los fusiles y cañones que figuraban en sus salas. Precisamente el gobierno de la Confederación, para satisfacer sin gasto alguno la vanidad de las mujeres patriotas de este Estado remoto, había enviado, poco después del triunfo femenil, enormes cantidades del antiguo material de guerra de los hombres, para que con esta ferretería inútil adornasen su palacio universitario. ...
En la línea 337
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Vieron la opulenta ribera del Júcar, pasaron por Alcira, cubierta de azahares, por Játiva la risueña; después vino Montesa, de feudal aspecto, y luego Almansa en territorio frío y desnudo. Los campos de viñas eran cada vez más raros, hasta que la severidad del suelo les dijo que estaban en la adusta Castilla. El tren se lanzaba por aquel campo triste, como inmenso lebrel, olfateando la vía y ladrando a la noche tarda, que iba cayendo lentamente sobre el llano sin fin. Igualdad, palos de telégrafo, cabras, charcos, matorrales, tierra gris, inmensidad horizontal sobre la cual parecen haber corrido los mares poco ha; el humo de la máquina alejándose en bocanadas majestuosas hacia el horizonte; las guardesas con la bandera verde señalando el paso libre, que parece el camino de lo infinito; bandadas de aves que vuelan bajo, y las estaciones haciéndose esperar mucho, como si tuvieran algo bueno… Jacinta se durmió y Juanito también. Aquella dichosa Mancha era un narcótico. Por fin bajaron en Alcázar de San Juan, a media noche, muertos de frío. Allí esperaron el tren de Andalucía, tomaron chocolate, y vuelta a rodar por otra zona manchega, la más ilustre de todas, la Argamasillesca. ...
En la línea 833
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Pasaron junto a las dos damas figuras andrajosas, ciegos que iban dando palos en el suelo, lisiados con montera de pelo, pantalón de soldado, horribles caras. Jacinta se apretaba contra la pared para dejar paso franco. Encontraban mujeres con pañuelo a la cabeza y mantón pardo, tapándose la boca con la mano envuelta en un pliegue del mismo mantón. Parecían moras; no se les veía más que un ojo y parte de la nariz. Algunas eran agraciadas; pero la mayor parte eran flacas, pálidas, tripudas y envejecidas antes de tiempo. ...
En la línea 3126
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Rubín, después de su fracaso en el campo y corte de D. Carlos, había tomado en aborrecimiento a los hombres del bando absolutista; pero conservaba las ideas autoritarias y la opinión de que no se puede gobernar bien sino dando muchos palos. Toda la parte religiosa del programa carlista la descartaba, quedándose tan sólo con la política, porque ya había visto prácticamente que los curas lo echan todo a perder. Decía que su ideal era un gobierno de leña, que hiciera las leyes y nos las aplicara sin contemplaciones, mirando siempre a la justicia, con una tranca muy grande y siempre alzada en la mano. Este sistema autocrático comprendía las maneras de gobernar más que las ideas y soluciones teóricas, porque entre las que profesaba Rubín habíalas marcadamente avanzadas, populares y aun socialistas. Uno de sus temas era este: «Conviene que todo el mundo coma… porque el hambre y la pobretería son lo que más estorba la acción de los gobiernos, lo que da calor a las revoluciones, manteniendo a la nación en la intranquilidad y el desbarajuste». Este socialismo sin libertad, combinado con el absolutismo sin religión, formaba en la cabeza de aquel buen hombre un revoltijo de mil demonios. ...
En la línea 3391
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... «Si esta pavisosa—pensó Santa Cruz mirándola también—, viera con qué donaire se sienta en un puff Sofía la Ferrolana, tendría mucho que aprender. Lo que es esta, ni a palos aprenderá nunca esas blanduras de la gata, esos arqueos de un cuerpo pegadizo y sutil que acaricia el asiento ¡Ah!, ¡qué bestias nos hizo Dios!… ». ...
En la línea 1825
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... -Seguramente; desde la quilla a la punta de los palos; pero todo lo que es de madera, se entiende. ...
En la línea 1828
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Al día siguiente, 19, se quemaron los palos, las piezas de respeto, las berlingas. La tripulación empleaba un celo increíble en hacer leña. Picaporte, rajando, cortando y serrando, hacía el trabajo de cien hombres. Era un furor de demolición. ...

El Español es una gran familia
Reglas relacionadas con los errores de s;z
Las Reglas Ortográficas de la S
Se escribe s al final de las palabras llanas.
Ejemplos: telas, andamos, penas
Excepciones: alférez, cáliz, lápiz
Se escriben con s los vocablos compuestos y derivados de otros que también se escriben con esta letra.
Ejemplos: pesar / pesado, sensible / insensibilidad
Se escribe con s las terminaciones -esa, -isa que signifiquen dignidades u oficios de mujeres.
Ejemplos: princesa, poetisa
Se escriben con s los adjetivos que terminan en -aso, -eso, -oso, -uso.
Ejemplos: escaso, travieso, perezoso, difuso
Se escribe con s las terminaciones -ísimo, -ísima.
Ejemplos: altísimo, grandísima
Se escribe con s la terminación -sión cuando corresponde a una palabra que lleva esa letra, o cuando otra palabra derivada lleva -sor, -sivo, -sible,-eso.
Ejemplos: compresor, compresión, expreso, expresivo, expresión.
Se escribe s en la terminación de algunos adjetivos gentilicios singulares.
Ejemplos: inglés, portugués, francés, danés, irlandés.
Se escriben s con las sílabas iniciales des-, dis-.
Ejemplos: desinterés, discriminación.
Se escribe s en las terminaciones -esto, -esta.
Ejemplos: detesto, orquesta.
Las Reglas Ortográficas de la Z
Se escribe z y no c delante de a, o y u.
Se escriben con z las terminaciones -azo, -aza.
Ejemplos: pedazo, terraza
Se escriben con z los sustantivos derivados que terminan en las voces: -anza, -eza, -ez.
Ejemplos: esperanza, grandeza, honradez
La X y la S
Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras s;z
Errores Ortográficos típicos con la palabra Palos
Cómo se escribe palos o paloz?
Más información sobre la palabra Palos en internet
Palos en la RAE.
Palos en Word Reference.
Palos en la wikipedia.
Sinonimos de Palos.
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