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La palabra maraviyosas
Cómo se escribe

Comó se escribe maraviyosas o maravillosas?

Cual es errónea Maravillosas o Maraviyosas?

La palabra correcta es Maravillosas. Sin Embargo Maraviyosas se trata de un error ortográfico.

La Palabra maraviyosas es una error ortográfica de la palabra maravillosas en la que se ha cambiado la letra u por la ü o viceversa, esto es falta o sobra la diéresis sobre una de sus vocales u de la palabra correcta que es maravillosas


la Ortografía es divertida

Reglas relacionadas con los errores de ll;y

Las Reglas Ortográficas de la LL y la Y

Se escribe LL:

Se escribe ll en las palabras que terminan en -illo, -illa. Por ejemplo: librillo, ventanilla.

Las Reglas Ortográficas de la Y:

Se escriben con y algunos tiempos y personas de los verbos cuyos infinitivos terminan en -uir:
Presente del Modo Indicativo
Ejemplos: construyo, influyes, huyo.
Excepciones: Nunca se escriben con y la primera y segunda personas del plural: huimos, construís, influimos.

Modo Imperativo
Ejemplo: construye, influye, influyamos, construya
Tercera persona del singular y del plural del pretérito indefinido.
Ejemplos: influyó, influyeron, construyó, construyeron
Modo subjuntivo.
Ejemplos: influya, construyera, influyere

Se escriben con y algunas formas de los verbos caer, leer, oír.
Ejemplos: cayó, leyeras, oyes


Vaya error ortográfico ¡¡¡¡


El Español es una gran familia

Algunas Frases de libros en las que aparece maravillosas

La palabra maravillosas puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 600
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Muchos hombres dormían tendidos en sus esterillas con un ronquido fatigoso, aspirando a ras de tierra las emanaciones asfixiantes del rescoldo de boñiga. En el fondo, las mujeres, sentadas en el suelo con las faldas abombadas como hongos, contábanse cuentos o relataban curaciones maravillosas ocurridas en la sierra por milagro de las vírgenes. ...

En la línea 2850
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Muchas historias, maravillosas precisamente por ser ciertas, podrían, sin duda, extraerse de los archivos del seminario papista inglés de Valladolid. ...

En la línea 3554
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Santiago se alza en una planicie amena, rodeada de montañas; la más notable es una de forma cónica, llamada Pico Sacro, de la que se cuentan muchas leyendas maravillosas. ...

En la línea 5343
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... (Nota de Borrow.) ¡Nada de particular en su historia! Mucho me engaño, o un solo capítulo de su vida, de haberse escrito, hubiera contenido más peripecias maravillosas que cincuenta volúmenes de aventuras por tierra y mar de las que más arriesgadas parezcan. ...

En la línea 5584
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... _Al campo, al campo._ «Camina, avanza prósperamente y reina por medio de la verdad y de la mansedumbre y de la justicia; tu diestra te conducirá a cosas maravillosas.» Caminaré, pues, María. ...

En la línea 690
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Pero no necesito de largas reflexiones para dar por falsa la idea del ensueño. Había que aceptar todos los caprichos de una realidad que parecía complacerse en provocar su asombro, ofreciéndole maravillosas semejanzas. ...

En la línea 802
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Verá usted cosas maravillosas en aquellas frondosidades, que, según la credulidad de nuestros remotos abuelos, fueron habitadas por los primeros dioses. Encontrará árboles casi de su estatura y tal vez bestias de caza muy interesantes. ...

En la línea 2378
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Mauricia creía que estaba ya bastante iluminada, porque la excitación encendía sus ideas dándole un cierto entusiasmo; y después de hacer un poco de ejercicio corporal colgándose de la reja, porque sus miembros apetecían estirarse, se puso a rezar con toda la devoción de que era capaz, luchando con las varias distracciones que llevaban su mente de un lado para otro, y por fin se quedó dormida sobre el duro lecho de tablas. Sacáronla del encierro al día siguiente temprano, y al punto se puso a trabajar en la cocina, sumisa, callada y desplegando maravillosas actividades. Después de cumplir una condena, lo que ocurría infaliblemente una vez cada treinta o cuarenta días, la mujer napoleónica estaba cohibida y como avergonzada entre sus compañeras, poniendo toda su atención en las obligaciones, demostrando un celo y obediencia que encantaban a las madres. Durante cuatro o cinco días desempeñaba sin embarazo ni fatiga la tarea de tres mujeres. Pasadas dos semanas, advertían que se iba cansando; ya no había en su trabajo aquella corrección y diligencia admirables; empezaban las omisiones, los olvidos, los descuidillos, y todo esto iba en aumento hasta que la repetición de las faltas anunciaba la proximidad de otro estallido. Con Fortunata volvió a intimar después de la escena violenta que he descrito, y juntas echaron largos párrafos en la cocina, mientras pelaban patatas o fregaban los peroles y cazuelas. Allí gozaban de cierta libertad, y estaban sin tocas y en traje de mecánica como las criadas de cualquier casa. ...

En la línea 3573
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Don Evaristo vivía, desde que obtuvo el retiro, en el segundo piso de un caserón aristocrático de la calle de Don Pedro. Era uno de esos palacios grandones y sin arquitectura, construidos por la nobleza. En el principal había una embajada, y cuando en ella se celebraba sarao, decoraban la escalera con tiestos y le ponían alfombra. Habíase acostumbrado Feijoo a la amplitud desnuda de sus habitaciones, a las grandes vidrieras, a la altura de techos, y no podía vivir en estas casas de cartón del Madrid moderno. Su domicilio tenía algo de convento, y su vecino en el segundo de la izquierda era un arqueólogo, poseedor de colecciones maravillosas. En toda la casa no se oía ni el ruido de una mosca, pues el Ministro Plenipotenciario del principal era hombre solo, y fuera de las noches de recepción, que eran muy contadas, creeríase que allí no vivía nada. ...

En la línea 16
del libro El príncipe y el mendigo
del afamado autor Mark Twain
... Poco a poco, las lecturas y los sueños de Tom sobre la vida principesca le produjeron un efecto tan fuerte que empezó a hacer el príncipe, inconscientemente. Su discurso y sus modales se volvieron singularmente ceremoniosos y cortesanos, para gran admiración y diversión de sus íntimos. Pero la influencia de Tom entre aquellos muchachos empezó a crecer, ahora, de día en día, y con el tiempo vino a ser mirado por ellos con una especie de temor reverente, como a un ser superior. ¡Parecía saber tanto, y sabía hacer y decir tantas cosas maravillosas, y además era tan profundo y tan sabio! ...

En la línea 2693
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Acababa de iluminar mi mente la súbita revelación de los proyectos del capitán. Comprendí que las maravillosas posibilidades del Nautilus iban a servirle una vez más en tan sobrehumana empresa. ...

Errores Ortográficos típicos con la palabra Maravillosas

Cómo se escribe maravillosas o marravillosas?
Cómo se escribe maravillosas o maravillozaz?
Cómo se escribe maravillosas o marabillosas?
Cómo se escribe maravillosas o maraviyosas?

Más información sobre la palabra Maravillosas en internet

Maravillosas en la RAE.
Maravillosas en Word Reference.
Maravillosas en la wikipedia.
Sinonimos de Maravillosas.

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La palabra esterillas
La palabra meridional
La palabra nacer
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La palabra goteando
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