Cual es errónea Llenan o Yenan?
La palabra correcta es Llenan. Sin Embargo Yenan se trata de un error ortográfico.
La Palabra yenan es una error ortográfica de la palabra llenan en la que se ha cambiado la letra u por la ü o viceversa, esto es falta o sobra la diéresis sobre una de sus vocales u de la palabra correcta que es llenan
Más información sobre la palabra Llenan en internet
Llenan en la RAE.
Llenan en Word Reference.
Llenan en la wikipedia.
Sinonimos de Llenan.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Llenan
Cómo se escribe llenan o yenan?
Algunas Frases de libros en las que aparece llenan
La palabra llenan puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 8962
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Ese hombre y este pueblo me llenan la vida de prosa miserable; diga lo que quiera don Fermín, para volar hacen falta alas, aire. ...
En la línea 9550
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Era mejor vivir como todos, dejarse ir, ocupar el ánimo con los pasatiempos vulgares, sosos, pero que, al fin, llenan las horas. ...
En la línea 3076
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... ¿De qué hablaban aquellos hombres durante tantas y tantas horas? El español es el ser más charlatán que existe sobre la tierra, y cuando no tiene asunto de conversación, habla de sí mismo; dicho se está que ha de hablar mal. En nuestros cafés se habla de cuanto cae bajo la ley de la palabra humana desde el gran día de Babel, en que Dios hizo las opiniones. Óyense en tales sitios vulgaridades groseras, y también conceptos ingeniosos, discretos y oportunos. Porque no sólo van al café los perdidos y maldicientes; también van personas ilustradas y de buena conducta. Hay tertulias de militares, de ingenieros; las de empleados y estudiantes son las que más abundan, y los provincianos forasteros llenan los huecos que aquellos dejan. En un café se oyen las cosas más necias y también las más sublimes. Hay quien ha aprendido todo lo que sabe de filosofía en la mesa de un café, de lo que se deduce que hay quien en la misma mesa pone cátedra amena de los sistemas filosóficos. Hay notabilidades de la tribuna o de la prensa, que han aprendido en los cafés todo lo que saben. Hombres de poderosa asimilación ostentan cierto caudal de conocimientos, sin haber abierto un libro, y es que se han apropiado ideas vertidas en esos círculos nocturnos por los estudiosos que se permiten una hora de esparcimiento en tertulias tan amenas y fraternales. También van sabios a los cafés; también se oyen allí observaciones elocuentes y llenas de sustancia, exposiciones sintéticas de profundas doctrinas. No es todo frivolidad, anécdotas callejeras y mentiras. El café es como una gran feria en la cual se cambian infinitos productos del pensamiento humano. Claro que dominan las baratijas; pero entre ellas corren, a veces sin que se las vea, joyas de inestimable precio. ...
En la línea 5144
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Otra vez sentía retumbar en su oído las tremendas palabras de aquel: «Si vuelves a pronunciar delante de mí, etc… ». Y el comentario parecía producirse en el cerebro paralelamente a la repetición de la filípica: «¡Ah!, tuno, no hablabas antes de ese modo. En Junio, sí, bien me acuerdo, todo era te quiero y te adoro, y bastante que nos reíamos de la mona del Cielo, aunque siempre la teníamos por virtuosa. ¿Que es sagrada, dices?… ¿Entonces, para qué la engañas? ¡Sagrada! Ahora sales con eso. Cojo mi sombrero y no me vuelves a ver… Eso es que tú lo quieres hace tiempo. Estás buscando un motivo, y te agarras a lo que dije. Te comparo con ella, y si pierdes en la comparación, échate a ti misma la culpa. Eso es decirme que soy un trasto, que yo no puedo ser honrada aunque quiera… ¡Cómo me requemaba oyendo esto y cómo me requemo ahora mismo! Se me aprieta la garganta, y los ojos se me llenan de lágrimas. ¡Decirme a mí esto, a mí, que me estoy condenando por él… ! Pero, Señor, ¡qué culpa tendré yo de que esa niña bonita sea ángel! Hasta la virtud sirve para darme a mí en la cabeza. ¡Ingrato!». ...
Reglas relacionadas con los errores de ll;y
Las Reglas Ortográficas de la LL y la Y
Se escribe LL:
Se escribe ll en las palabras que terminan en -illo, -illa. Por ejemplo: librillo, ventanilla.
Las Reglas Ortográficas de la Y:
Se escriben con y algunos tiempos y personas de los verbos cuyos infinitivos terminan en -uir:
Presente del Modo Indicativo
Ejemplos: construyo, influyes, huyo.
Excepciones: Nunca se escriben con y la primera y segunda personas del plural: huimos, construís, influimos.
Modo Imperativo
Ejemplo: construye, influye, influyamos, construya
Tercera persona del singular y del plural del pretérito indefinido.
Ejemplos: influyó, influyeron, construyó, construyeron
Modo subjuntivo.
Ejemplos: influya, construyera, influyere
Se escriben con y algunas formas de los verbos caer, leer, oír.
Ejemplos: cayó, leyeras, oyes
Vaya error ortográfico ¡¡¡¡

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