Cual es errónea Limpiar o Limpiarr?
La palabra correcta es Limpiar. Sin Embargo Limpiarr se trata de un error ortográfico.
La falta ortográfica detectada en la palabra limpiarr es que se ha eliminado o se ha añadido la letra r a la palabra limpiar
Más información sobre la palabra Limpiar en internet
Limpiar en la RAE.
Limpiar en Word Reference.
Limpiar en la wikipedia.
Sinonimos de Limpiar.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Limpiar
Cómo se escribe limpiar o limpiarr?
Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra r
Reglas relacionadas con los errores de r
Las Reglas Ortográficas de la R y la RR
Entre vocales, se escribe r cuando su sonido es suave, y rr, cuando es fuerte aunque sea una palabra derivada o compuesta que en su forma simple lleve r inicial. Por ejemplo: ligeras, horrores, antirreglamentario.
En castellano no es posible usar más de dos r

El Español es una gran familia
Algunas Frases de libros en las que aparece limpiar
La palabra limpiar puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1114
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Y después de limpiar el sudor frío y viscoso de la cara de la enferma, ofreciole la alcazarra de agua. ...
En la línea 3212
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... La voz procedía de un centinela del arrabal, uno de esos singulares migueletes, medio soldados, medio _guerillas_ que en general emplea el Gobierno de España en limpiar de ladrones los caminos. ...
En la línea 3422
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Sus funciones propias se asemejan, sin embargo, a las de la policía y están encargados de limpiar de ladrones los caminos, para lo cual se hallan en cierto respecto muy bien preparados, porque, en general, todos son ladrones durante alguna época de su vida. ...
En la línea 5490
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... A la mañana siguiente estaba yo en la cama reflexionando sobre esta pérdida, y me preguntaba de qué nación sería mi servidor futuro, cuando oí un ruido al parecer causado por una persona ocupada en limpiar vigorosamente zapatos o botas, y a intervalos una voz extraña y discordante que cantaba trozos de una canción en una lengua desconocida; no sabiendo lo que aquello podría ser, toqué la campanilla. ...
En la línea 5966
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... ¡Jabón para limpiar las almas! Me preguntó qué daba a entender con eso, y le dije que llevaba, para vender, libros muy buenos y baratos. ...
En la línea 2237
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... -Y bien -prosiguió don Quijote-, he aquí que acabó de limpiar su trigo y de enviallo al molino. ...
En la línea 4491
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Anduvo el tiempo, vendióse el vino, y al limpiar de la cuba hallaron en ella una llave pequeña, pendiente de una correa de cordobán.» Porque vea vuestra merced si quien viene desta ralea podrá dar su parecer en semejantes causas. ...
En la línea 6371
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Y vuelvo a decir que se tenga cuenta con mi sustento y con el de mi rucio, que es lo que en este negocio importa y hace más al caso; y, en siendo hora, vamos a rondar, que es mi intención limpiar esta ínsula de todo género de inmundicia y de gente vagamunda, holgazanes, y mal entretenida; porque quiero que sepáis, amigos, que la gente baldía y perezosa es en la república lo mesmo que los zánganos en las colmenas, que se comen la miel que las trabajadoras abejas hacen. ...
En la línea 820
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Calló un momento para limpiar el sudor de la frente y del cogote con el pañuelo perfumado de Obdulia, porque el suyo estaba empapado tiempo hacía en elocuencia liquefacta. ...
En la línea 3452
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Y solía limpiar los labios con el pañuelo después de decir esto. ...
En la línea 9341
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Para resistir mejor su cruz, decidió tomarle afición al oficio de enfermero y lo consiguió: llegó a ser para él tan divertido como hacer pórticos ojivales de marquetería, el preparar menjurjes y pintarle el cuerpo a su mujer con yodo; soplar y limpiar caldos y consultar el reloj para contar los minutos y hasta los segundos; operación en que llegó a poner una exactitud que impacientaba a Petra y a Servanda. ...
En la línea 15228
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Pero como tenía empeño en limpiar de toda culpa a su Mesía, a su señor, al hombre a quien se había entregado en cuerpo y en alma por toda la vida, según ella, pronto le disculpaba, reflexionando que el pobre Álvaro hacía aquello por amor, por arrojar del pensamiento de su Ana todo escrúpulo, todo miramiento que pudiera atarla al viejo que había hecho de lo mejor de su vida un desierto de tristeza. ...
En la línea 562
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Mientras tanto, los maestros barberos empuñaban dos largos palos rematados por hojas férreas, a modo de guadañas bien afiladas, que iban a limpiar el rostro del gigante de su dura vegetación. Cada uno de los aparatos era manejado por tres barberos, que rascaban con energía este cutis humano mas grueso que el de un elefante del país, llevándose una gruesa ola de espuma, con las canas negras de los pelos cortadas al mismo tiempo. ...
En la línea 569
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... - ¡Ojo con lo que cae! -gritó otro barbero al limpiar su guadaña. ...
En la línea 1270
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Así vivían, satisfechos de su nueva situación, participando de la pobreza y las esperanzas de todo aquel rebaño servil, que escuchaba a Ra-Ra como a un apóstol. El doctor era el encargado de cocinar y también de limpiar la choza en que vivían, encontrando un placer original en el desempeño de estas funciones que habían pertenecido a su sexo en tiempos tan remotos que ya estaban olvidados. Además se consideraba feliz porque Ra-Ra parecía contento. La fe de este en la victoria de los hombres había acabado por sentirla ella igualmente, traicionando por amor los intereses de su sexo. ...
En la línea 1864
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... También compró dos onzas de tocino; luego una brecolera en el puesto de verduras de la carnicería, y en la tienda de la esquina, arroz, cuatro huevos y una lata de pimientos morrones. Al volver a su casa, revisó la lumbre y se puso a limpiar y a barrer. Mientras quitaba el polvo a los muebles, volvió al tema: «No se encuentra todos los días un hombre que quiera echarse encima una carga como esta». ...
En la línea 2313
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Los trabajos eran diversos y en ocasiones rudos. Ponían las maestras especial cuidado en desbastar aquellas naturalezas enviciadas o fogosas, mortificando las carnes y ennobleciendo los espíritus con el cansancio. Las labores delicadas, como costura y bordados, de que había taller en la casa, eran las que menos agradaban a Fortunata, que tenía poca afición a los primores de aguja y los dedos muy torpes. Más le agradaba que la mandaran lavar, brochar los pisos de baldosín, limpiar las vidrieras y otros menesteres propios de criadas de escalera abajo. En cambio, como la tuvieran sentada en una silla haciendo trabajos de marca de ropa se aburría de lo lindo. También era muy de su gusto que la pusieran en la cocina a las órdenes de la hermana cocinera, y era de ver cómo fregaba ella sola todo el material de cobre y loza, mejor y más pronto que dos o tres de las más diligentes. ...
En la línea 3170
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —Lo primero, hijas mías—decía con unción el expositor—, es limpiar el intellectus de errores adquiridos en la infancia, de prejuicios y muletillas; lo primero es querer entender. No admito argumentos que no sean racionales. ...
En la línea 3518
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —¡Cómo ha de ser!… Sí, esta es mi única distracción. Y no sé ninguna labor delicada; no sé coser en fino; no bordo ni toco el piano. Tampoco pinto platos como esa Antonia, amiga de Villalonga, la cual está siempre de pinceles; yo apenas sé leer y no le saco sentido a ningún libro… ¿qué he de hacer?, fregar y limpiar. Con esto no me acuerdo de otras cosas. ...
En la línea 2163
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... La desesperación centuplicaba las fuerzas de los piratas. Descargaron de un solo golpe los dos cañones y las culebrinas para limpiar de fusileros las amuras, y en seguida lanzaron las grapas de abordaje. ...
En la línea 3073
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Y de creer a Toussenel este azote no es nada en comparación con el que golpeará a nuestros descendientes cuando los mares estén despoblados de focas y de ballenas. Entonces, llenos de pulpos, de medusas, de calamares, se tornarán en grandes focos de infección al haber perdido «esos vastos estómagos a los que Dios había dado la misión de limpiar los mares». ...
En la línea 941
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... En cuanto llegué aquella noche a mi casa y di cuenta de este mensaje para Joe, mi hermana se encolerizó en un grado alarmante, pues jamás habíamos visto cosa igual. Nos preguntó a Joe y a mí si nos figurábamos que era algún limpiabarros para nuestros pies y cómo nos atrevíamos a tratarla de aquel modo, así como también de quién nos figurábamos que podría ser digna compañera. Cuando hubo derramado un torrente de preguntas semejantes, tiró una palmatoria a la cabeza de Joe, se echó a llorar ruidosamente, sacó el recogedor del polvo (lo cual siempre era un indicio temible), se puso su delantal de faena y empezó a limpiar la casa con extraordinaria rabia. Y, no satisfecha con limitarse a sacudir el polvo, sacó un cubo de agua y un estropajo y nos echó de la casa, de modo que ambos tuvimos que quedarnos en el patio temblando de frío. Dieron las diez de la noche antes de que nos atreviésemos a entrar sin hacer ruido, y entonces ella preguntó a Joe por qué no se había casado, desde luego, con una negra esclava. El pobre Joe no le contestó, sino que se limitó a acariciarse las patillas y a mirarme tristemente, como si creyese que habría hecho mucho mejor siguiendo la indicación de su esposa. ...
En la línea 571
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Sin embargo, poco a poco iban acudiendo a su mente otros pensamientos. Incluso llegó a caer en una especie de delirio. A veces se olvidaba de las cosas esenciales y fijaba su atención en los detalles más superfluos. Sin embargo, como dirigiera una mirada a la cocina y viese que debajo de un banco había un cubo con agua, se le ocurrió lavarse las manos y limpiar el hacha. Sus manos estaban manchadas de sangre, pegajosas. Introdujo el hacha en el cubo; después cogió un trozo de jabón que había en un plato agrietado sobre el alféizar de la ventana y se lavó. ...
En la línea 3480
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑¡No tiene usted otra cosa en la cabeza! ¡Sólo piensa en esas malditas necesidades! ¡Qué arrepentido estoy de haberle expuesto mi sistema y haberle hablado de esas necesidades prematuramente! ¡El diablo me lleve! ¡Ésa es la piedra de toque de todos los hombres que piensan como usted! Se burlan de una cosa antes de conocerla. ¡Y todavía pretenden tener razón! Adoptan el aire de enorgullecerse de no sé qué. Yo siempre he sido de la opinión de que estas cuestiones no pueden exponerse a los novicios más que al final, cuando ya conocen bien el sistema, en una palabra, cuando ya han sido convenientemente dirigidos y educados. Pero, en fin, dígame, se lo ruego, qué es lo que ve usted de vergonzoso y vil en… las letrinas, llamémoslas así. Yo soy el primero que está dispuesto a limpiar todas las letrinas que usted quiera, y no veo en ello ningún sacrificio. Por el contrario, es un trabajo noble, ya que beneficia a la sociedad, y desde luego superior al de un Rafael o un Pushkin, puesto que es más útil. ...

la Ortografía es divertida
Palabras parecidas a limpiar
La palabra sintiera
La palabra mascado
La palabra fuelle
La palabra harapos
La palabra salusita
La palabra exuberancia
La palabra vagaba
Webs amigas:
VPO en Guadalajara . Ciclos Fp de informática en Jaén . Ciclos Fp de Administración y Finanzas en Badajoz . - Hotel en Zahara De Los Atunes Zahara Sol