Cual es errónea Institutos o Hinstitutos?
La palabra correcta es Institutos. Sin Embargo Hinstitutos se trata de un error ortográfico.
La falta ortográfica detectada en la palabra hinstitutos es que se ha eliminado o se ha añadido la letra h a la palabra institutos
Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra h
Reglas relacionadas con los errores de h
Las Reglas Ortográficas de la H
Regla 1 de la H Se escribe con h todos los tiempos de los verbos que la llevan en sus infinitivos. Observa estas formas verbales: has, hay, habría, hubiera, han, he (el verbo haber), haces, hago, hace (del verbo hacer), hablar, hablemos (del verbo hablar).
Regla 2 de la H Se escriben con h las palabras que empiezan con la sílaba hum- seguida de vocal. Observa estas palabras: humanos, humano.
Se escriben con h las palabras que empiezan por hue-. Por ejemplo: huevo, hueco.
Regla 3 de la H Se escriben con h las palabra que empiezan por hidro- `agua', hiper- `superioridad', o `exceso', hipo `debajo de' o `escasez de'. Por ejemplo: hidrografía, hipertensión, hipotensión.
Regla 4 de la H Se escriben con h las palabras que empiezan por hecto- `ciento', hepta- `siete', hexa- `seis', hemi- `medio', homo- `igual', hemat- `sangre', que a veces adopta las formas hem-, hemo-, y hema-, helio-`sol'. Por ejemplo: hectómetro, heptasílaba, hexámetro, hemisferio, homónimo, hemorragia, helioscopio.
Regla 5 de la H Los derivados de palabras que llevan h también se escriben con dicha letra.
Por ejemplo: habilidad, habilitado e inhábil (derivados de hábil).
Excepciones: - óvulo, ovario, oval... (de huevo)
- oquedad (de hueco)
- orfandad, orfanato (de huérfano)
- osario, óseo, osificar, osamenta (de hueso)

El Español es una gran familia
Algunas Frases de libros en las que aparece institutos
La palabra institutos puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 2282
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Hay en Madrid tres conventos destinados a la corrección de mujeres. Dos de ellos están en la población antigua, uno en la ampliación del Norte, que es la zona predilecta de los nuevos institutos religiosos y de las comunidades expulsadas del centro por la incautación revolucionaria de sus históricas casas. En esta faja Norte son tantos los edificios religiosos que casi es difícil contarlos. Los hay para monjas reclusas, y para las religiosas que viven en comunicación con el mundo y en batalla ruda con la miseria humana, en estas órdenes modernas derivadas de la de San Vicente de Paúl, cuya mortificación consiste en recoger ancianos, asistir enfermos o educar niños. Como por encanto hemos visto levantarse en aquella zona grandes pelmazos de ladrillo, de dudoso valer arquitectónico, que manifiestan cuán positiva es aún la propaganda religiosa, y qué resultados tan prácticos se obtienen del ahorro espiritual, o sea la limosna, cultivado por buena mano. Las Hermanitas de los Pobres, las Siervas de María y otras, tan apreciadas en Madrid por los positivos auxilios que prestan al vecindario, han labrado en esta zona sus casas con la prontitud de las obras de contrata. De institutos para clérigos sólo hay uno, grandón, vulgar y triste como un falansterio. Las Salesas Reales, arrojadas del convento que les hizo doña Bárbara, tienen también domicilio nuevo, y otras monjas históricas, las que recogieron y guardaron los huesos de D. Pedro el Cruel, acampan allá sobre las alturas del barrio de Salamanca. ...
En la línea 2407
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Feliz entre todos los mortales se creía el buen estudiante de Farmacia, viendo que su querida no rechazaba la idea de dar por concluida la cuarentena y apresurar el casamiento. Sin duda estaba ya su alma más limpia que una patena. Lo malo era que el tontaina de Nicolás, a los cinco meses de estar la pobre chica en el convento, decía que no era bastante y que por lo menos debían esperar al año. Maximiliano se ponía furioso, y doña Lupe, consultada sobre el particular, dio su dictamen favorable a la salida. Aunque dos o tres veces, llevada por su sobrino había visitado al basilisco, no había podido averiguar si estaba ya bien despercudida de las máculas de marras, pero ella quería ejercitar, como he dicho antes, su facultad educatriz, y todo lo que se tardase en tener a Fortunata bajo su jurisdicción, se detenía el gran experimento. Desconfiaba algo la buena señora de la eficacia de los institutos religiosos para enderezar a la gente torcida. Lo que allí aprendían, decía, era el arte de disimular sus resabios con formas hipócritas. En el mundo, en el mundo, en medio de las circunstancias es donde se corrigen los defectos, bajo una dirección sabia. Muy santo y muy bueno que al raquitismo se apliquen los reconstituyentes; pero doña Lupe opinaba que de nada valen estos si no van acompañados del ejercicio al aire libre y de la gimnasia, y esto era lo que ella quería aplicar, el mundo, la vida y al mismo tiempo principios. ...

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Errores Ortográficos típicos con la palabra Institutos
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Más información sobre la palabra Institutos en internet
Institutos en la RAE.
Institutos en Word Reference.
Institutos en la wikipedia.
Sinonimos de Institutos.
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