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La palabra franquesa
Cómo se escribe

Comó se escribe franquesa o franqueza?

Cual es errónea Franqueza o Franquesa?

La palabra correcta es Franqueza. Sin Embargo Franquesa se trata de un error ortográfico.

El Error ortográfico detectado en el termino franquesa es que hay un Intercambio de las letras z;s con respecto la palabra correcta la palabra franqueza


la Ortografía es divertida


El Español es una gran familia

Reglas relacionadas con los errores de z;s

Las Reglas Ortográficas de la Z

Se escribe z y no c delante de a, o y u.

Se escriben con z las terminaciones -azo, -aza.

Ejemplos: pedazo, terraza

Se escriben con z los sustantivos derivados que terminan en las voces: -anza, -eza, -ez.

Ejemplos: esperanza, grandeza, honradez

La X y la S

Las Reglas Ortográficas de la S

Se escribe s al final de las palabras llanas.
Ejemplos: telas, andamos, penas
Excepciones: alférez, cáliz, lápiz

Se escriben con s los vocablos compuestos y derivados de otros que también se escriben con esta letra.
Ejemplos: pesar / pesado, sensible / insensibilidad

Se escribe con s las terminaciones -esa, -isa que signifiquen dignidades u oficios de mujeres.
Ejemplos: princesa, poetisa

Se escriben con s los adjetivos que terminan en -aso, -eso, -oso, -uso.
Ejemplos: escaso, travieso, perezoso, difuso

Se escribe con s las terminaciones -ísimo, -ísima.
Ejemplos: altísimo, grandísima

Se escribe con s la terminación -sión cuando corresponde a una palabra que lleva esa letra, o cuando otra palabra derivada lleva -sor, -sivo, -sible,-eso.
Ejemplos: compresor, compresión, expreso, expresivo, expresión.

Se escribe s en la terminación de algunos adjetivos gentilicios singulares.
Ejemplos: inglés, portugués, francés, danés, irlandés.

Se escriben s con las sílabas iniciales des-, dis-.
Ejemplos: desinterés, discriminación.

Se escribe s en las terminaciones -esto, -esta.
Ejemplos: detesto, orquesta.


Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras z;s

Algunas Frases de libros en las que aparece franqueza

La palabra franqueza puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 766
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... --Con franqueza, don Ramón, ¿en quién cree usted más? ¿en la vid americana, o en las bendiciones que ese padre les echará a las cepas?... ...

En la línea 987
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... La mujer de _Zarandilla_ puso la mesa, ayudada por las jóvenes serranas, que habían adquirido cierto aplomo al verse en las habitaciones del amo. Además, el señorito, con una franqueza que las enorgullecía, haciéndolas subir a la cara oleadas de sangre, iba de una a otra con la botella y la batea de cañas, obligándolas a que bebiesen. El padre de las _Moñotieso_ las hacía enrojecer y prorrumpir en risotadas semejantes a cocleos de gallinas, relatándolas al oído cuentos impúdicos. ...

En la línea 1084
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Y por altivez, no decía que era él quien había metido en la cuadra al animal, librando a la pobre gitana de las astas que removían feroces sus ropas. Y callaba igualmente su pelea con el amo, después de salvar a Mari-Cruz; la franqueza con que le había censurado y el arrebato de don Luis queriendo abofetearle, como si fuese un matón de su comitiva. ...

En la línea 326
del libro El cuervo
del afamado autor Leopoldo Alias Clarín
... Cuervo veía en la sencillez de las costumbres aldeanas una franqueza y sinceridad muy conformes con su manera de entender las cosas relativas a la muerte. ...

En la línea 520
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Tanto mejor para mí, señor, si me habláis, como decís, con franqueza; porque entonces me haréis el honor de estimar este parecido de gustos; mas si habéis teni do alguna desconfianza, muy natural por otra parte, siento que me pierdo diciendo la verdad; pero, tanto peor; así no dejaréis de estimar me, y es lo que quiero más que cualquier otra cosa en el mundo. ...

En la línea 522
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Tanta pe netración, tanta franqueza, en fin, le causaba admiración, pero no disi paba enteramente sus dudas; cuanto más superior fuera este joven a los demás, tanto más era de temer si se engañaba. ...

En la línea 2190
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -¿De quién sospecháis? Veamos, responded con franqueza. ...

En la línea 2540
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... -Desafío a Vuestra Eminencia a probarlo -exclamó el señor de Tréville con su franqueza completamente gascona y su rudeza militar-. ...

En la línea 4012
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Con franqueza, mi amo, si encontramos a las almas, me escapo y no paro de correr hasta tirarme de cabeza al mar. ...

En la línea 4342
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Hablando con franqueza, no sé cómo nos arreglaremos al llegar a los descampados que hay aquí cerca; de noche, y con lluvia, será muy difícil encontrar el camino. ...

En la línea 4476
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Me chocaron tanto el buen humor y la franqueza de aquel hombre, y, sobre todo, la originalidad de carácter que descubrían sus palabras, que de buen grado le ajusté para que nos sirviera de guía hasta Luarca; cerrado el trato, me dejó, prometiendo venir a buscarme con la yegua a las ocho de la mañana siguiente. ...

En la línea 4512
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Hablando con franqueza, no siento lo más mínimo que los guías estén fuera, porque la compañía de usted me agrada, y estoy seguro de que a usted le agrada la mía. ...

En la línea 3389
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Donde Visitación demostraba su intimidad con los amigos, su franqueza y trato sencillísimo era en casa de los demás. ...

En la línea 3610
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Mesía hablaba de la Regenta con Visita con más franqueza que con Paco. ...

En la línea 5268
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Al Magistral no le podía tragar, pero temía su influencia en las casas nobles y le trataba con fingida franqueza y amabilidad falsa. ...

En la línea 5276
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... en fin, a usted se le puede hablar con franqueza, porque es una persona ilustrada. ...

En la línea 959
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... —Todos los documentos de aquel tiempo, lo mismo las crónicas particulares que las comunicaciones diplomáticas, hablan de la fornicación general de las tropas y de sus capitanes, empezando por el rey. Según testimonio de los franceses, las bellas italianas no esperaban a ser violadas o solamente rogadas, sino que se ofrecían espontáneamente. Después de haber gozado de todas maneras la hospitalidad de la duquesa Blanca de Saboya y la marquesa de Monferrato, se hacía prestar Carlos Octavo, con una franqueza admirable, las joyas de estas hermosas damas, empeñándolas para pagar sus tropas. Luego la orgía continuaba en el Milanesado. ...

En la línea 1122
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Aún latía en su interior la cólera que le había hecho prescindir de las conveniencias sociales, diciendo lo que pensaba con insolente franqueza. Quiso desafiar con su presencia a los que simulaban no verlo. Se quedaría allí para demostrarles que no le inspiraban miedo. ...

En la línea 1129
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Acompañó silenciosamente a Borja hasta la meseta final de su majestuosa escalinata, oprimiéndole siempre una mano y sin decir palabra. Creyó el joven adivinar sus pensamientos. El diplomático abominaba de su franqueza escandalosa; el escritor la creía admirable. ...

En la línea 1498
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... «Este descendiente de caballeros de la Reconquista española—se dijo Claudio—era por nacimiento generoso e intrépido. En todos los Borgias la franqueza y la bravura fueron condiciones naturales; pero trasladados al ambiente italiano del siglo xv tuvieron que adaptarse a él, para poder vivir. Teniendo en torno la traición y la astucia, la mentira y la duplicidad, propias de la Corte romana, en medio de eclesiásticos familiarizados con el disimulo y la perfidia, acabaron por sobresalir en esta nueva atmósfera, pues su inteligencia superior y su voluntad férrea les facilitaron dicha transformación. César, nacido en Italia y desarrollando su Infancia y su juventud en el mundo papal, resultó el hombre más sutil de su época.» ...

En la línea 1519
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... «Baldomero está incomodado con tu bromazo. Juan le habló claro. No hay tal hijo ni a cien mil leguas. La verdad, tú te precipitaste; y en cuanto al parecido… Hablando con franqueza, hija; no se parece nada, pero nada». ...

En la línea 1786
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... La verdad ante todo. ¿Para qué decir una cosa por otra? La franqueza es una virtud cuando no se tienen otras, y la franqueza obligaba a Fortunata a declarar que en la primera temporada de anarquía moral se había divertido algo, olvidando sus penas como las olvidan los borrachos. Su éxito fue grande, y su falta de educación ayudaba a cegarla. Llegó a creer que encenegándose mucho se vengaba de los que la habían perdido, y solía pensar que si el pícaro Santa Cruz la veía hecha un brazo de mar, tan elegantona y triunfante, se le antojaría quererla otra vez. ¡Pero sí, para él estaba… ! Contó a renglón seguido tantas cosas, que Maximiliano se sintió lastimado. Tuvo precisión de echar un velo, como dicen los retóricos, sobre aquella parte de la historia de su amada. El velo tenía que ser muy denso porque la franqueza de Fortunata arrojaba luz vivísima sobre los sucesos referidos, y su pintoresco lenguaje los hacía reverberar… Dio ella entonces algunos cortes a su relación, comiéndose no ya las letras sino párrafos y capítulos enteros, y he aquí en sustancia lo que dijo: Torrellas, el célebre paisajista catalán, era tan celoso que no la dejaba vivir. Inventaba mil tormentos armándole trampas para ver si caía o no caía. Tan odioso llegó a serle aquel hombre, que al fin se dejó ella caer. Metiose adrede en la trampa, conociéndola, por gusto de jugarle una partida al muy majadero, porque así se vengaba de las muchas que le habían jugado a ella. Y nada más… Total, que por poco la mata el condenado pintor de árboles… Lo que más quemaba a este era que la infidelidad había sido con un íntimo amigo suyo, pintor también, autor del cuadro de David mirando a… Fortunata no se acordaba del nombre, pero era una que estaba bañándose… A ninguno de los dos artistas quería ella; por ninguno de los dos hubiera dado dos cuartos, si se compraran con dinero. Más que ellos valían sus cuadros. Desde que engañó al primero con el segundo, se le puso en la cabeza la idea de pegársela a los dos con otro, y la satisfacción de este deseo se la proporcionó un empleado joven, pobre y algo simpático que se parecía mucho a Juanito Santa Cruz. ...

En la línea 1786
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... La verdad ante todo. ¿Para qué decir una cosa por otra? La franqueza es una virtud cuando no se tienen otras, y la franqueza obligaba a Fortunata a declarar que en la primera temporada de anarquía moral se había divertido algo, olvidando sus penas como las olvidan los borrachos. Su éxito fue grande, y su falta de educación ayudaba a cegarla. Llegó a creer que encenegándose mucho se vengaba de los que la habían perdido, y solía pensar que si el pícaro Santa Cruz la veía hecha un brazo de mar, tan elegantona y triunfante, se le antojaría quererla otra vez. ¡Pero sí, para él estaba… ! Contó a renglón seguido tantas cosas, que Maximiliano se sintió lastimado. Tuvo precisión de echar un velo, como dicen los retóricos, sobre aquella parte de la historia de su amada. El velo tenía que ser muy denso porque la franqueza de Fortunata arrojaba luz vivísima sobre los sucesos referidos, y su pintoresco lenguaje los hacía reverberar… Dio ella entonces algunos cortes a su relación, comiéndose no ya las letras sino párrafos y capítulos enteros, y he aquí en sustancia lo que dijo: Torrellas, el célebre paisajista catalán, era tan celoso que no la dejaba vivir. Inventaba mil tormentos armándole trampas para ver si caía o no caía. Tan odioso llegó a serle aquel hombre, que al fin se dejó ella caer. Metiose adrede en la trampa, conociéndola, por gusto de jugarle una partida al muy majadero, porque así se vengaba de las muchas que le habían jugado a ella. Y nada más… Total, que por poco la mata el condenado pintor de árboles… Lo que más quemaba a este era que la infidelidad había sido con un íntimo amigo suyo, pintor también, autor del cuadro de David mirando a… Fortunata no se acordaba del nombre, pero era una que estaba bañándose… A ninguno de los dos artistas quería ella; por ninguno de los dos hubiera dado dos cuartos, si se compraran con dinero. Más que ellos valían sus cuadros. Desde que engañó al primero con el segundo, se le puso en la cabeza la idea de pegársela a los dos con otro, y la satisfacción de este deseo se la proporcionó un empleado joven, pobre y algo simpático que se parecía mucho a Juanito Santa Cruz. ...

En la línea 1786
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... La verdad ante todo. ¿Para qué decir una cosa por otra? La franqueza es una virtud cuando no se tienen otras, y la franqueza obligaba a Fortunata a declarar que en la primera temporada de anarquía moral se había divertido algo, olvidando sus penas como las olvidan los borrachos. Su éxito fue grande, y su falta de educación ayudaba a cegarla. Llegó a creer que encenegándose mucho se vengaba de los que la habían perdido, y solía pensar que si el pícaro Santa Cruz la veía hecha un brazo de mar, tan elegantona y triunfante, se le antojaría quererla otra vez. ¡Pero sí, para él estaba… ! Contó a renglón seguido tantas cosas, que Maximiliano se sintió lastimado. Tuvo precisión de echar un velo, como dicen los retóricos, sobre aquella parte de la historia de su amada. El velo tenía que ser muy denso porque la franqueza de Fortunata arrojaba luz vivísima sobre los sucesos referidos, y su pintoresco lenguaje los hacía reverberar… Dio ella entonces algunos cortes a su relación, comiéndose no ya las letras sino párrafos y capítulos enteros, y he aquí en sustancia lo que dijo: Torrellas, el célebre paisajista catalán, era tan celoso que no la dejaba vivir. Inventaba mil tormentos armándole trampas para ver si caía o no caía. Tan odioso llegó a serle aquel hombre, que al fin se dejó ella caer. Metiose adrede en la trampa, conociéndola, por gusto de jugarle una partida al muy majadero, porque así se vengaba de las muchas que le habían jugado a ella. Y nada más… Total, que por poco la mata el condenado pintor de árboles… Lo que más quemaba a este era que la infidelidad había sido con un íntimo amigo suyo, pintor también, autor del cuadro de David mirando a… Fortunata no se acordaba del nombre, pero era una que estaba bañándose… A ninguno de los dos artistas quería ella; por ninguno de los dos hubiera dado dos cuartos, si se compraran con dinero. Más que ellos valían sus cuadros. Desde que engañó al primero con el segundo, se le puso en la cabeza la idea de pegársela a los dos con otro, y la satisfacción de este deseo se la proporcionó un empleado joven, pobre y algo simpático que se parecía mucho a Juanito Santa Cruz. ...

En la línea 496
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... -¡Pues serviría para quejarse! Ya es algo. Y si estos piratas (y digo piratas por respeto y por no contrariar al señor profesor, que prohibe llamarles caníbales) se figuran que van a guardarme en esta jaula en la que me ahogo, sin oír las imprecaciones con que yo suelo sazonar mis arrebatos, se equivocan de medio a medio. Veamos, señor Aronnax, hable con franqueza, ¿cree usted que nos tendrán por mucho tiempo en esta jaula de hierro? ...

En la línea 1902
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... -La conclusión vendrá a su tiempo. Además, no podemos hacer nada, y estamos discutiendo inútilmente. Si viniera usted a decirme: «Se nos ofrece una oportunidad de evasión», la discutiría con usted. Pero no es éste el caso, y para hablarle con toda franqueza, no creo que el capitán Nemo se aventure nunca por los mares europeos. ...

En la línea 2650
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Y debo confesar, a fuerza de franqueza, que no me disgustaba tan aventurada excursión. La belleza de esas regiones nuevas me maravillaba hasta lo indecible. Los hielos cobraban formas soberbias. Aquí, su conjunto tomaba el aspecto de una ciudad oriental con sus alminares y sus innumerables mezquitas. Allá, una ciudad derruida como si hubiera sido abatida por una convulsión del suelo. Aspectos incesantemente variados por los oblicuos rayos del sol, o perdidos en las brumas grises en medio de los vendavales de nieve. Y por todas partes formidables detonaciones, desmoronamientos y derrumbamientos de icebergs que cambiaban el decorado como el paisaje de un diorama. ...

En la línea 654
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — Pues créeme que lo siento mucho, Pip. Podemos hablarnos con franqueza, sin el temor de que tu hermana se irrite. Y lo mejor será que no nos acordemos de eso, como si no hubiese sido intencionado. Y ahora mira, Pip. Yo, que soy buen amigo tuyo, voy a decirte una cosa. Si por el camino recto no puedes llegar a ser una persona extraordinaria, jamás lo conseguirás yendo por los caminos torcidos. Ahora no les cuentes más mentiras y procura vivir y morir feliz. ...

En la línea 1177
del libro Grandes Esperanzas
del afamado autor Charles Dickens
... — Si pudiese lograr enamorarme de ti… ¿No te importa que te hable con tanta franqueza, teniendo en cuenta que ya somos antiguos amigos? ...

En la línea 1281
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑¡Oh! Hace ya bastante tiempo que ha vuelto en sí: esta mañana ‑dijo Rasumikhine, cuya familiaridad respiraba tanta franqueza y simpatía, que Piotr Petrovitch empezó a sentirse menos cohibido. Además, hay que tener presente que el impertinente y desharrapado joven se había presentado como estudiante. ...

En la línea 1913
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Manifestó que había encontrado al enfermo en un estado francamente satisfactorio. Según sus observaciones, la enfermedad se debía no sólo a las condiciones materiales en que su paciente había vivido durante mucho tiempo, sino a otras causas de índole moral. Se trataba, por decirlo así, del complejo resultado de diversas influencias: inquietudes, cuidados, ideas, etc. Al advertir, sin demostrarlo, que Avdotia Romanovna le escuchaba con suma atención, Zosimof se extendió sobre el tema con profunda complacencia. Pulquería Alejandrovna le preguntó, inquieta, por «ciertos síntomas de locura» y el doctor repuso, con una sonrisa llena de franqueza y serenidad que se había exagerado el sentido de sus palabras. Sin duda, el enfermo daba muestras de estar dominado por una idea fija, algo así como una monomanía. Él, Zosimof, estaba entonces enfrascado en el estudio de esta rama de la medicina. ...

En la línea 2003
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑Verá usted, Dmitri Prokofitch ‑comenzó a decir. Pero se detuvo y preguntó a su hija‑: Debo hablar con toda franqueza a Dmitri Prokofitch, ¿verdad, Dunetchka? ...

En la línea 2190
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑Me parece muy bien. Que todo se haga de acuerdo con tus deseos. Celebro tu resolución, porque detesto la ficción y la mentira. Que el asunto se ventile con toda franqueza. Y si Piotr Petrovitch se molesta, allá él. ...

En la línea 248
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... —Usted sabe perfectamente que me permito decirlo todo y preguntar a menudo con la mayor franqueza. Le repito que soy su esclavo. Nadie se avergüenza ante los esclavos y un esclavo no puede ofender. ...

En la línea 297
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Está estupefacto de que se hubiese expresado así, de que conservase sobre mí un imperio semejante, hasta el extremo de decirme claramente: “Corre a tu pérdida, mientras yo permaneceré aquí muy tranquila. “ Había en sus palabras un cinismo y una franqueza a mi parecer excesivos. ¿Pero cómo se comportaría después conmigo? Esto rebasaba los límites del envilecimiento y de la esclavitud. Y por absurda e increíble que fuese toda nuestra conversación, mi corazón se estremecía. ...

En la línea 347
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... —¡Oh, no crea eso, no hay nada de eso! —grité a mi vez al general—. Lo que hice no estuvo bien, lo confieso con toda franqueza. Se puede calificar de chiquillada estúpida e indecorosa, pero… . eso es todo. Y sepa, mi general, que me arrepiento de veras. Pero aquí media una circunstancia que, a mis ojos, me dispensa casi del arrepentimiento. En estos últimos tiempos, desde hace dos o tres semanas, me siento enfermo. Estoy nervioso, irritable, abúlico, y me ocurre que pierdo muchas veces el dominio de mí mismo. Verdaderamente muchas veces tengo gran deseo de dirigirme al marqués Des Grieux y de… Por otra parte, juzgo inútil terminar; tal vez se ofendería. En resumen, son síntomas de enfermedad. ...

En la línea 385
del libro El jugador
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... —Cuando el barón haya hecho esto, yo le presentaré a mi vez excusas, libremente, con sinceridad y franqueza. En una palabra —concluí—pido tan sólo que el barón me deje en libertad de obrar. ...

En la línea 840
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... -¿Dónde tiene usted los ojos, hombre? -exclamó Lucía con su franqueza castellana-. ¡Valor se necesita para decir eso!, es hermosísima la sueca; en cualquier parte, emboba a la gente. Más blanca es que la leche, y luego unos ojos… ...

En la línea 974
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... -Anda a paseo ¡a paseo! -exclamó Perico, fiel a su sistema de franqueza y desahogo-. ¿No te podrás aguardar una quincena por darme gusto? ¿Qué vas hacer tú en España? Meterte en León, y vegetar, vegetar. Aquí estás en la luna, en la luna de miel… Nada, nada; os dejo a mi hermanita, ya sé que estará bien cuidada, bien cuidada. Abur, que es la hora del tren. Te traeré una cabeza de corzo para porta-bastón… ...

Errores Ortográficos típicos con la palabra Franqueza

Cómo se escribe franqueza o frranqueza?
Cómo se escribe franqueza o franquesa?

Más información sobre la palabra Franqueza en internet

Franqueza en la RAE.
Franqueza en Word Reference.
Franqueza en la wikipedia.
Sinonimos de Franqueza.

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