Cómo se escribe.org.es

La palabra ferocaril
Cómo se escribe

Comó se escribe ferocaril o ferrocarril?

Cual es errónea Ferrocarril o Ferocaril?

La palabra correcta es Ferrocarril. Sin Embargo Ferocaril se trata de un error ortográfico.

La falta ortográfica detectada en la palabra ferocaril es que se ha eliminado o se ha añadido la letra r a la palabra ferrocarril

Más información sobre la palabra Ferrocarril en internet

Ferrocarril en la RAE.
Ferrocarril en Word Reference.
Ferrocarril en la wikipedia.
Sinonimos de Ferrocarril.

Errores Ortográficos típicos con la palabra Ferrocarril

Cómo se escribe ferrocarril o ferocaril?
Cómo se escribe ferrocarril o ferrrrocarrrril?

Algunas Frases de libros en las que aparece ferrocarril

La palabra ferrocarril puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 15343
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... En el servicio de Petra había algo de la responsabilidad de un jefe de estación de ferrocarril. ...

En la línea 102
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Deseaba pasar con él varios días, viendo al mismo tiempo la famosa Costa Azul, que siempre había contemplado desde el ferrocarril como una visión cinematográfica. Revelaba en su carta un entusiasmo de adolescente al ocuparse de este lugar famoso. Iba a conocerlo al lado de su sobrino, gran mundano que le hacía recordar a los héroes de ciertas novelas leídas en sus tiempos de seminarista. ...

En la línea 533
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Sólo estuvo en Valencia unos días. Volvió otra vez a Madrid, no queriendo seguir el vial e en ferrocarril hasta Barcelona, Peñíscola estaba en el camino. Además, saliendo de España por la estación de Port-Bou caería en Aviñón, y esto le pareció equivalente a volcar con un pie la colmena de sus recuerdos, que, como abejas irritadas le perseguirían en su fuga. ...

En la línea 2838
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Los paneles que recubrían los cristales del salón estaban cerrados por precaución, ya que el casco del Nautilus podía chocar con cualquier bloque sumergido. Pasé, por tanto, aquel día ordenando mis anotaciones. Tenía la mente embargada por los recuerdos del Polo. Habíamos alcanzado ese punto inaccesible sin fatiga, sin peligro, como si nuestro vagón flotante se hubiese deslizado por los ralles del ferrocarril. El retorno comenzaba verdaderamente ahora. ¿Me reservaría aún semejantes sorpresas? Así lo creía yo, tan inagotable es la serie de maravillas submarinas. Desde que cinco meses y medio antes el azar nos había embarcado allí, habíamos recorrido catorce mil leguas, y en ese trayecto, más largo que el del ecuador terrestre, ¡cuántos curiosos o terribles incidentes habían jalonado nuestro viaje! ¡La caza en los bosques de Crespo, el encallamiento en el estrecho de Torres, el cementerio de coral, las pesquerías de Ceilán, el túnel arábigo, los fuegos de Santorin, los millones de la bahía de Vigo, la Atlántida, el Polo Sur! ...

En la línea 246
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... «La cosa no puede estar más clara ‑pensaba, sonriendo con aire triunfal y malicioso, como si estuviese seguro de su éxito‑. No, mamá; no, Dunia; no conseguiréis engañarme… Y todavía se disculpan de haber decidido la cosa por su propia cuenta y sin pedirme consejo. ¡Claro que no me lo han pedido! Creen que es demasiado tarde para romper el compromiso. Ya veremos si se puede romper o no. ¡Buen pretexto alegan! Piotr Petrovitch está siempre tan ocupado, que sólo puede casarse a toda velocidad, como un ferrocarril en marcha. No, Dunetchka, lo veo todo claro; sé muy bien qué cosas son esas que me tienes que decir, y también lo que pensabas aquella noche en que ibas y venias por la habitación, y lo que confiaste, arrodillada ante la imagen que siempre ha estado en el dormitorio de mamá: la de la Virgen de Kazán. La subida del Gólgota es dura, muy dura… Decís que el asunto está definitivamente concertado. Tú, Avdotia Romanovna, has decidido casarte con un hombre de negocios, un hombre práctico que posee cierto capital (que ha amasado ya cierta fortuna: esto suena mejor e impone más respeto). Trabaja en dos departamentos del Estado y comparte las ideas de las nuevas generaciones (como dice mamá), y, según Dunetchka, parece un hombre bueno. Este 'parece' es lo mejor: Dunetchka se casa impulsada por esta simple apariencia. ¡Magnifico, verdaderamente magnifico! ...

En la línea 2647
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... ‑No lo crea ‑respondió con toda calma Svidrigailof‑. En lo que concierne a Marfa Petrovna, no disputaba casi nunca con ella. Vivíamos en perfecta armonía, y ella estaba satisfecha de mí. Sólo dos veces usé el látigo durante nuestros siete años de vida en común (dejando aparte un tercer caso bastante dudoso). La primera vez fue a los dos meses de casarnos, cuando llegamos a nuestra hacienda, y la segunda, en el caso que acabo de mencionar… Y usted me considera un monstruo, ¿no?, un retrógrado, un partidario de la esclavitud… A propósito, Rodion Romanovitch, ¿recuerda usted que hace algunos años, en el tiempo de nuestras felices asambleas municipales, se cubrió de oprobio a un terrateniente, cuyo nombre no recuerdo, culpable de haber azotado a una extranjera en un vagón de ferrocarril? ¿Se acuerda? Me parece que fue el mismo año en que se produjo «el más horrible incidente del siglo». Es decir, Las noches egipcias, las conferencias, ¿recuerda… ? ¡Los ojos negros… ! ¡Oh, tiempos maravillosos de nuestra juventud!, ¿dónde estáis… ? Pues bien, he aquí mi opinión. Yo critico severamente a ese señor que fustigó a la extranjera, pues es un acto inicuo que uno no puede menos de censurar. Pero también debo decirle que algunas de esas extranjeras le soliviantan a uno de tal modo, que ni el hombre de ideas más avanzadas puede responder de sus actos. Nadie ha examinado la cuestión en este aspecto, pero estoy seguro de que ello es un error, pues mi punto de vista es perfectamente humano. ...

En la línea 4840
del libro Crimen y castigo
del afamado autor Fyodor Mikhailovich Dostoyevsky
... Apenas comenzaron los debates, la madre de Raskolnikof cayó enferma. Dunia y Rasumikhine consiguieron mantenerla alejada de Petersburgo durante toda la instrucción del sumario. Dmitri Prokofitch alquiló una casa para las mujeres en un pueblo de las cercanías de la capital por el que pasaba el ferrocarril. Así pudo seguir toda la marcha del proceso y visitar con cierta frecuencia a Avdotia Romanovna. La enfermedad de Pulqueria Alejandrovna era una afección nerviosa bastante rara, acompañada de una perturbación parcial de las facultades mentales. ...

En la línea 528
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... Ignacio no contestó. Comenzaba, en efecto, a parecerle algo y aun algos extraña la conducta de aquel recién casado, que así abandonaba a su mujer la noche de novios, dejándola en un vagón de ferrocarril. Por fuerza algún incidente desagradable, imprevisto, había ocurrido al Miranda incógnito, cuyo destino, por singular caso, influía así en el suyo de cuarenta y ocho horas acá. ...

En la línea 761
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... Aunque Lucía, y sobre todo Pilar, se sentían un tanto fatigadas del largo trayecto en ferrocarril, no dejaron de entusiasmarse con la belleza de la morada que les deparaba el destino. El balcón, sobre todo, les parecía delicioso para hacer labor y para leer. Acordábase Pilar de cuantas acuarelas, países de abanico y estampas sentimentales había visto, que representasen el ya trivial asunto de una joven cuya cabeza asoma por entre un marco de follaje. Lucía, a su vez, comparaba su casa de León, antigua, maciza, y lóbrega, con aquella vivienda, donde todo era flamante y gentil, desde los encerados relucientes pisos hasta las cortinas de cretona azul rameadas de campanillas rosa. Al otro día de la llegada, cuando Lucía saltó del lecho, fue su primer cuidado salir al balcón, de allí al jardín, recogiéndose la bata con unos alfileres para no mojarla en el húmedo piso. Halló a las rosas acabaditas de salir del baño de rocío, tersas, muy ufanas, adornadas cada cual con su collar de perlas o de diamantes. Fue oliéndolas una por una, pasándoles los dedos por las hojas sin atreverse a cortarlas; dábale mucha lástima pensar cómo se quedaría la mata, huérfana de su flor. A aquella hora apenas olían las rosas: era más bien un aroma general de humedad y frescura, que se elevaba del césped de las plantas, y del conjunto de árboles vecinos. Haylos en Vichy por todas partes; a la tarde, cuando Lucía y Pilar recorrieron las calles de la villa termal para informarse de su traza, lanzaron exclamaciones de contento al dar a cada instante con una sombra, una alameda, un parque. Pilar opinaba que Vichy tenía aspecto elegante; Lucía, menos entendida en elegancias y modas, gustaba sencillamente de tanto verdor, de tanta Naturaleza, que reposaba sus ojos, moviéndola a veces a imaginar que, a despecho de sus calles concurridas, de sus tiendas brillantes, era Vichy una aldea, dispuesta a propósito para contentar sus exigencias secretas e íntimas de soledad. Aldea formada de palacios, adornada con todo el refinamiento de comodidad y lujo inteligente que caracteriza a nuestro siglo; pero al fin aldea. ...

En la línea 992
del libro Un viaje de novios
del afamado autor Emilia Pardo Bazán
... Ello es, que estas locas imaginaciones, ayudadas de los desvelos de enfermera, y acaso de alguna otra causa, marchitaban la tez de Lucía y alteraban su antes regocijado y apacible genio. Miranda, que privado de toda sociedad ya frecuentaba la de su mujer, notó el sello de melancolía impreso en sus facciones, y renacieron en él pensamientos nunca del todo extintos desde el malhadado percance del ferrocarril, jamás había de arrancársele por completo aquella espina, que dolorosamente le punzaba en lo más sensible del amor propio, el cual era a su vez lo más vivo de sus afectos. A tener Miranda alma mejor templada, ganaría con el amor el corazón abierto y generoso de la niña leonesa; pero no parece sino que le inspiraba el diablo para hacer todo lo más inoportuno. Dio en hablar ásperamente a Lucía y en mostrarle cierto desdén, como si reconociese su condición inferior. Recordole con embozadas alusiones su esfera social. Espió sus menores actos, le echó en cara el tiempo invertido en cuidar a la hermana de Perico, y, en suma, adoptó el sistema de contrariedad y violencia, de seguros resultados con las mujeres fáciles y depravadas, a quienes subyuga y enamora. A Lucía la puso a dos dedos de la desesperación. ...

En la línea 162
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... A la extremidad de Saville Row había un punto de coches. Pilileas Fogg y su criado montaron en un 'cab', que se dirigía rápidamente a la estación de Charing Cross, donde termina uno de los ramales del ferrocarril del Sureste. ...

En la línea 363
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... La mayor parte de los viajeros embarcados en Brindisi iban a la India. Unos se encaminaban a Bombay y otros a Calcuta, pero por la vía de Bombay, porque desde que un ferrocarril atraviesa en toda su anchura la península hindú, ya no es necesario doblar la punta de Ceylán. ...

En la línea 385
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Así lo espero, señor Fix. ¡Ya comprenderéis que no es permitido a un hombre de entendimiento sano pasar la vida saltando de un vapor aun ferrocarril, y de un ferrocarril a un vapor, con el pretexto de dar la vuelta al mundo en ochenta días! No, toda esta gimnasia terminará en Bombay, no lo dudéis. ...

En la línea 385
del libro Julio Verne
del afamado autor La vuelta al mundo en 80 días
... Así lo espero, señor Fix. ¡Ya comprenderéis que no es permitido a un hombre de entendimiento sano pasar la vida saltando de un vapor aun ferrocarril, y de un ferrocarril a un vapor, con el pretexto de dar la vuelta al mundo en ochenta días! No, toda esta gimnasia terminará en Bombay, no lo dudéis. ...


El Español es una gran familia


Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra r

Reglas relacionadas con los errores de r

Las Reglas Ortográficas de la R y la RR

Entre vocales, se escribe r cuando su sonido es suave, y rr, cuando es fuerte aunque sea una palabra derivada o compuesta que en su forma simple lleve r inicial. Por ejemplo: ligeras, horrores, antirreglamentario.

En castellano no es posible usar más de dos r


la Ortografía es divertida

Palabras parecidas a ferrocarril

La palabra furores
La palabra astuta
La palabra andamiaje
La palabra propicia
La palabra pagada
La palabra manirroto
La palabra solicitadas

Webs amigas:

Ciclos Fp de Automoción en Teruel . Ciclos Fp de Automoción en Ciudad Real . VPO en Comunidad Valenciana . - Hotel en Almería Avenida Almeria