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La palabra excitarr
Cómo se escribe

Comó se escribe excitarr o excitar?

Cual es errónea Excitar o Excitarr?

La palabra correcta es Excitar. Sin Embargo Excitarr se trata de un error ortográfico.

La falta ortográfica detectada en la palabra excitarr es que se ha eliminado o se ha añadido la letra r a la palabra excitar

Más información sobre la palabra Excitar en internet

Excitar en la RAE.
Excitar en Word Reference.
Excitar en la wikipedia.
Sinonimos de Excitar.


la Ortografía es divertida

Algunas Frases de libros en las que aparece excitar

La palabra excitar puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 5575
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Al regente le costó trabajo contener la risa, que procuraba excitar Glocester. ...

En la línea 16130
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... A doña Paula se le ocurría un medio de castigar a los infames, sobre todo al barbilindo agostado; este medio era divulgar el crimen, propalar el ominoso adulterio, y excitar al don Quijote de don Víctor para que saliera lanza en ristre a matar a don Álvaro. ...

En la línea 654
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... También desfilaban ante las mesas castillos embanderados; todos de confitería, y estas obras eran arrojadas a continuación por los balcones del comedor sobre el populacho, que coreaba desde fuera con sus gritos las músicas del banquete. Igualmente estaban hechos de turrón y otras materias semejantes diez navíos que se presentaban cargados de peladillas en forma de bellotas, por figurar la bellota en el escudo de los Roveres. Como final, aparecía Venus en su carro de nácar tirado por cisnes; una montaña que se partía, saliendo de ella un poeta para expresar en forma rimada su admiración ante tal banquete; y tropas coreográficas de mujeres, bailando danzas antiguas, pretexto, según el gusto de entonces, para excitar la concupiscencia. En los tres años que duró su cardenalato, gastó Pedro Riario trescientos mil ducados de oro (varios millones de la moneda actual), dejando aún deudas por valor de sesenta mil. Sixto IV le lloraba con un dolor de padre, olvidando sus despilfarros y la enfermedad crapulosa que ocasionó su muerte en pocos días, viendo solamente lo que este joven, digno de su época, había hecho en favor de las artes, protegiendo a pintores, escultores y arquitectos. Todos los poetas de Roma le lloraron en sus versos como un nuevo Mecenas. ...

En la línea 1104
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Por indicación de Flimnap, el ejército cesó en su movimiento ascendente, manteniéndose lejos de la Galería. Su presencia podía excitar de nuevo la irritabilidad del coloso. Un simple destacamento de la Guardia acompañó a las autoridades y al profesor cuando se aproximaron al edificio. Flimnap empezó a dar gritos a la servidumbre para que volviesen todos a ocupar sus puestos, como si no hubiese ocurrido nada. Detrás del rebaño doméstico entro él con sus ilustres acompañantes y la escolta. ...

En la línea 2437
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Es cosa muy cargante para el historiador verse obligado a hacer mención de muchos pormenores y circunstancias enteramente pueriles, y que más bien han de excitar el desdén que la curiosidad del que lee, pues aunque luego resulte que estas nimiedades tienen su engranaje efectivo en la máquina de los acontecimientos, no por esto parecen dignas de que se las traiga a cuento en una relación verídica y grave. Ved, pues, por qué pienso que se han de reír los que lean aquí ahora que Sor Marcela tenía miedo a los ratones; y no valdrá seguramente añadir que el miedo de la cojita era grande, espantoso, ocasionado a desagradables incidentes y aun a derivaciones trágicas. Como ella sintiera en la soledad de su celda el bulle bulle del maldecido animal, ya no pegaba los ojos en toda la noche. Le entraba tal rabia, que no podía ni siquiera rezar, y la rabia, más que contra el ratón, era contra Sor Natividad, que se había empeñado en que no hubiera gatos en el convento, porque el último que allí existió no participaba de sus ideas en punto al aseo de todos los rincones de la casa. ...

En la línea 4857
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Maxi continuaba tranquilo. Más bien parecía un convaleciente que un enfermo. Estaba muy débil y no apetecía más que sentarse junto a los cristales del balcón del gabinete, contemplando con incierta mirada a los transeúntes. Esto no le hacía maldita gracia a Fortunata, porque… «si al otro le da la gana de pasar también esta tarde y Maxi le ve, se va a excitar mucho». Por tal motivo estuvo muy inquieta, y a cada instante se asomaba y volvía para adentro, tratando de que su marido se pusiese en otra parte. Pero al otro no le dio la gana de pasar aquella tarde. Lo que hizo fue mandar un recadito a su amiga, sacándola del purgatorio de incertidumbre y tristeza en que estaba. Servía de Celestina para estas comunicaciones la tía de Fortunata, Segunda Izquierdo, que en Mayo último se le había presentado, miserable y llorosa, a que le diera una limosna. Desde entonces iba todas las semanas, y su sobrina la socorría, unas veces con dinero, otras con comida sobrante o alguna prenda de vestir. ...

En la línea 4980
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Sin saber cómo ni por qué, ciertas impresiones de aquel día se reprodujeron en su mente. Entre ellas la menos fugaz fue esta: Por la mañana, entrando en el Retiro, se le puso delante uno de esos pobres asquerosos que suelen pedir en los extremos de la población, y que a veces se corren hasta el centro. Era un hombre cubierto de andrajos, y que andaba con un pie y una muleta; la otra pierna era un miembro repugnante, el muslo hinchado y cubierto de costras, el pie colgando, seco, informe y sanguinolento. Mostraba aquello para excitar la compasión. Era la pierna para él su modo de vivir, su finca, su oficio, lo que para los mendigos músicos es la guitarra o el violín. Tales espectáculos indignaban a Moreno, que al verse acosado por estos industriales de la miseria humana, trinaba de ira. Pues cuando se volvía para no verle, el maldito, haciendo un quiebro con su ágil muleta, se le ponía otra vez delante, mostrándole la pierna. Al aburrido caballero se le quitaban las ganas de dar limosna, y por fin la dio para librarse de persecución tan terrorífica. Alejose del pordiosero, renegando. «¡Ni esto es país, ni esto es capital, ni aquí hay civilización!… ¡Qué ganas tengo de pasar el Pirineo!». ...

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Las Reglas Ortográficas de la R y la RR

Entre vocales, se escribe r cuando su sonido es suave, y rr, cuando es fuerte aunque sea una palabra derivada o compuesta que en su forma simple lleve r inicial. Por ejemplo: ligeras, horrores, antirreglamentario.

En castellano no es posible usar más de dos r


Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra r


El Español es una gran familia

Errores Ortográficos típicos con la palabra Excitar

Cómo se escribe excitar o hexcitar?
Cómo se escribe excitar o excitarr?
Cómo se escribe excitar o esccitar?
Cómo se escribe excitar o exzitar?

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