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La palabra encarjaba
Cómo se escribe

Comó se escribe encarjaba o encargaba?

Cual es errónea Encargaba o Encarjaba?

La palabra correcta es Encargaba. Sin Embargo Encarjaba se trata de un error ortográfico.

El Error ortográfico detectado en el termino encarjaba es que hay un Intercambio de las letras j;g con respecto la palabra correcta la palabra encargaba

Más información sobre la palabra Encargaba en internet

Encargaba en la RAE.
Encargaba en Word Reference.
Encargaba en la wikipedia.
Sinonimos de Encargaba.

Errores Ortográficos típicos con la palabra Encargaba

Cómo se escribe encargaba o hencargaba?
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Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras j;g

Reglas relacionadas con los errores de j;g

Las Reglas Ortográficas de La J

Se escriben con j las palabras que terminan en -aje. Por ejemplo: lenguaje, viaje.

Se escriben con j los tiempos de los verbos que llevan esta letra en su infinitivo. Por ejemplo:

viajemos, viajáis (del verbo viajar); trabajábamos, trabajemos (del verbo trabajar).

Hay una serie de verbos que no tienen g ni j en sus infinitivos y que se escriben en sus tiempos

verbales con j delante de e y de i. Por ejemplo: dije (infinitivo decir), traje (infinitivo traer).

Las Reglas Ortográficas de la G

Las palabras que contienen el grupo de letras -gen- se escriben con g.

Observa los ejemplos: origen, genio, general.

Excepciones: berenjena, ajeno.

Se escriben con g o con j las palabras derivadas de otra que lleva g o j.

Por ejemplo: - de caja formamos: cajón, cajita, cajero...

- de ligero formamos: ligereza, aligerado, ligerísimo...

Se escriben con g las palabras terminadas en -ogía, -ógico, -ógica.

Por ejemplo: neurología, neurológico, neurológica.

Se escriben con g las palabras que tienen los grupos -agi-, -igi. Por ejemplo: digiere.

Excepciones: las palabras derivadas de otra que lleva j. Por ejemplo: bajito (derivada de bajo), hijito

(derivada de hijo).

Se escriben con g las palabras que empiezan por geo- y legi-, y con j las palabras que empiezan por

eje-. Por ejemplo: geografía, legión, ejército.

Excepción: lejía.

Los verbos cuyos infinitivos terminan en -ger, -gir se escriben con g delante de e y de i en todos sus

tiempos. Por ejemplo: cogemos, cogiste (del verbo coger); elijes, eligieron (del verbo elegir).

Excepciones: tejer, destejer, crujir.


El Español es una gran familia

Algunas Frases de libros en las que aparece encargaba

La palabra encargaba puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 717
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Todos los troncos de caballos y mulas, así como los corceles de silla del millonario, habían salido de las grandes cuadras que tenía adosadas a la bodega; y con ellos, los brillantes arreos y los vehículos de todas clases que compraba en España o encargaba a Inglaterra, con su prodigalidad de rico, imposibilitado de poder demostrar de otro modo su opulencia. ...

En la línea 1943
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... El mocetón siguió exponiendo sus planes. Don Fernando se encargaba de convencer al viejo; además, le daría cartas para sus amigos de América. ...

En la línea 5481
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... El Gobierno, en un documento transmitido a sir Jorge, reconoció que me habían detenido sin razón bastante, y que ninguna tacha quedaba sobre mí de resultas de la prisión; se encargaba al propio tiempo de pagar todos los gastos que la tramitación del asunto me originó. ...

En la línea 2759
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Ronzal encargaba la ropa a Madrid; por cada traje le pedían el valor de tres y nunca le sentaban bien las levitas. ...

En la línea 943
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... —Hacía gala de sus amoríos con sus dos cuñados: Juan y César. Era, inútil que éstos guardasen cierta prudencia; ella, con cínicos alardes, se encargaba de hacer saber a todos sus placeres incestuosos. Al mismo tiempo se entendía con otros hombres de la Corte papal que eran de su gusto, así eclesiásticos como laicos. Lo raro fue que no atentase contra su propio suegro, el Pontífice, pues éste, a pesar de su vejez, continuaba mostrándose alegre y galante con las damas en las fiestas del Vaticano… Alejandro sentíase, en realidad, indignado por la conducta de su nuera y la triste situación de su hijo Jofre. Este sólo deseaba que su mujer lo dejase tranquilo y olvidado. Ella lo escarnecía por la prudencia con que cuidaba su salud, y tales y tan continuos fueron los escándalos dados por la napolitana, que el Papa, en sus últimos tiempos, acabó por encerrarla en el castillo de Sant' Angelo, para que no hablasen más en Roma de su ostentosa impudicia. ...

En la línea 1339
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Se hablaba tanto en Europa de la posibilidad de un Concilio y de negar la obediencia del Papa, que Cristóbal Colón, al fundar su mayorazgo, en el mismo año 1498, disponiendo de las riquezas descubiertas por él, que aún eran entonces imaginarias, encargaba a su hijo mayor, Diego, que acudiese en auxilio del Pontífice si un cisma de la Iglesia hacía perder a éste su dignidad o sus bienes temporales. ...

En la línea 5374
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Con el cambio de vida y domicilio, reanudó la señora de Rubín algunas relaciones de familia que estaban absolutamente quebrantadas, siendo de notar entre ellas la de José Izquierdo, que, empezando por ir a cenar con su hermana y sobrina algunas noches, acabó, conforme a su genial parasitario, por estar allí todo el tiempo que tenía libre. Fortunata encontró a su tío transfigurado moralmente, con un reposo espiritual que nunca viera en él, suelto de palabra, curado de su loca ambición y de aquel negro pesimismo que le hacía renegar de su suerte a cada instante. El bueno de Platón, encontrando al fin el descanso de su vida vagabunda, se había sentado en una piedra del camino, a la sombra de frondoso árbol cargado de fruto (valga la figura) sin que nadie le disputase el hartarse de ella. No existía por aquel entonces en Madrid un modelo mejor, y los pintores se lo disputaban. Veíase Izquierdo acosado, requerido; recibía esquelas y recados a toda hora, y le desconsolaba el no tener tres o cuatro cuerpos para servir con ellos al arte. Ni había oficio en el mundo que más le cuadrase, porque aquello no era trabajar ¡qué demonio!, era retratarse, y el que trabajaba era el pintor, poniendo en él sus cinco sentidos y mirándole como se mira a una novia. En aquellos días de Febrero del 76, como se pusiera a hablar con su hermana y sobrina de las muchas obras que traía entre manos, no acababa. En tal estudio hacía de Pae Eterno, en el momento de estar fabricando la luz; en otro de Rey D. Jaime, a caballo, entrando en Valencia. Allí de Nabucodonosor andando a cuatro patas; aquí de un tío en pelota que le llaman Eneas, con su padre a la pela. «Pero lo mejor que estamos pintando ahora… y que lo vamos sacando de lo fino… , es aquel paso de Hernán-Cortés cuando manda dar fuego a las judías naves… ». Ganaba mi hombre todo lo que necesitaba, y era venturoso, y la sujeción del día la compensaba con las largas expansiones de charla y copas que se daba de noche en algún café, convidando a los amigos. A su sobrina le prestaba servicios, haciéndole cuantos encargos eran compatibles con sus tareas artísticas. Solía ella enviarle con algún mensaje a casa de su costurera, o se valía de él para recados y compras. Más de una vez le mandó a la gran tienda de Samaniego por tela o encajes para el ajuar que estaba haciendo; pero siempre le encargaba que no la descubriese allí, pues ya que Aurora no había ido a verla, lo que propiamente era una falta de educación, y hablando mal y pronto, una cochinada, no quería ella tampoco aparentar que solicitaba su amistad; y si razones tenía la Samaniega para retraerse, también ella las tenía para no rebajarse. «A fina me ganará; pero a orgullosa no». ...


la Ortografía es divertida

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La palabra placidez
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