Cual es errónea Encantos o Encantoz?
La palabra correcta es Encantos. Sin Embargo Encantoz se trata de un error ortográfico.
El Error ortográfico detectado en el termino encantoz es que hay un Intercambio de las letras s;z con respecto la palabra correcta la palabra encantos
Más información sobre la palabra Encantos en internet
Encantos en la RAE.
Encantos en Word Reference.
Encantos en la wikipedia.
Sinonimos de Encantos.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Encantos
Cómo se escribe encantos o hencantos?
Cómo se escribe encantos o encantoz?

la Ortografía es divertida
Algunas Frases de libros en las que aparece encantos
La palabra encantos puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 1317
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... La alegría de la muchacha, la frescura de su piel de morena fuerte, producían en el señorito cierta emoción. La castidad voluntaria que observaba en su retiro, le hacían ver considerablemente agrandados los encantos de la campesina. Siempre había sentido cierta predilección por la muchacha, encontrando en ella un encanto modesto, pero picante y fuerte, como el perfume de las hierbas del campo. Pero ahora, en la soledad, María de la Luz le parecía superior a la _Marquesita_ y a todas las cantaoras y mozas de arranque de Jerez. ...
En la línea 6457
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... D'Artagnan volvió a encontrar a la Circe que ya le había envuelto en sus encantos. ...
En la línea 8794
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Luego sus cabellos adoptaron sucesiva mente bajo sus manos sabias las ondulaciones que creyó que podían ayudar a los encantos de su ros tro. ...
En la línea 9085
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Además, siempre os quedarán vuestros encantos para seducir los. ...
En la línea 6186
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Una vez más me encontraba en la hermosa Sevilla, con tiempo y comodidad bastantes para gozar de sus encantos y de sus deliciosos alrededores. ...
En la línea 3458
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... -Por el omnipotente Dios juro -dijo a esta sazón don Quijote-, que la vuestra grandeza ha dado en el punto, y que alguna mala visión se le puso delante a este pecador de Sancho, que le hizo ver lo que fuera imposible verse de otro modo que por el de encantos no fuera; que sé yo bien de la bondad e inocencia deste desdichado, que no sabe levantar testimonios a nadie. ...
En la línea 3480
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Del estraño modo con que fue encantado don Quijote de la Mancha, con otros famosos sucesos Cuando don Quijote se vio de aquella manera enjaulado y encima del carro, dijo: -Muchas y muy graves historias he yo leído de caballeros andantes, pero jamás he leído, ni visto, ni oído, que a los caballeros encantados los lleven desta manera y con el espacio que prometen estos perezosos y tardíos animales; porque siempre los suelen llevar por los aires, con estraña ligereza, encerrados en alguna parda y escura nube, o en algún carro de fuego, o ya sobre algún hipogrifo o otra bestia semejante; pero que me lleven a mí agora sobre un carro de bueyes, ¡vive Dios que me pone en confusión! Pero quizá la caballería y los encantos destos nuestros tiempos deben de seguir otro camino que siguieron los antiguos. ...
En la línea 3645
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... De mí sé decir que, después que soy caballero andante, soy valiente, comedido, liberal, bien criado, generoso, cortés, atrevido, blando, paciente, sufridor de trabajos, de prisiones, de encantos; y, aunque ha tan poco que me vi encerrado en una jaula, como loco, pienso, por el valor de mi brazo, favoreciéndome el cielo y no me siendo contraria la fortuna, en pocos días verme rey de algún reino, adonde pueda mostrar el agradecimiento y liberalidad que mi pecho encierra. ...
En la línea 4351
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... ¿Qué diablos es esto? ¿Qué descaecimiento es éste? ¿Estamos aquí, o en Francia? Mas que se lleve Satanás a cuantas Dulcineas hay en el mundo, pues vale más la salud de un solo caballero andante que todos los encantos y transformaciones de la tierra. ...
En la línea 2959
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... En suma, es un país muy agradable, pero sin los encantos de Taití, ni la grandeza del Brasil. día siguiente subo a la Pulga, monte llamado así porque está coronado por una roca que tiene la figura de una pulga; se alza detrás de la ciudad a una altura de 2.600 pies. centro de la isla consiste en una gran meseta rodeada de montes antiguos basálticos en ruinas, cuyas capas se inclinan hacia el mar. meseta central formada por corrientes de lava relativamente reciente, es oval, teniendo el eje menor una longitud de 13 millas geográficas ...
En la línea 1137
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Don Víctor observó que la muchacha no había reparado el desorden de su traje, que no era traje, pues se componía de la camisa, un pañuelo de lana, corto, echado sobre los hombros y una falda que, mal atada al cuerpo, dejaba adivinar los encantos de la doncella, dado que fueran encantos, que don Víctor no entraba en tales averiguaciones, por más que sin querer aventuró, para sus adentros, la hipótesis de que las carnes debían de ser muy blancas, toda vez que la chica era rubia azafranada. ...
En la línea 1198
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Don Víctor levantó entonces los ojos y pudo apreciar que eran, en efecto, encantos los que no velaba bien aquella chica. ...
En la línea 1343
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Tomó un aya, una española inglesa que en nada se parecía a la de Cervantes, pues no tenía encantos morales, y de los corporales, si de alguno disponía, hacía mal uso. ...
En la línea 1438
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Y se la devoraba con los ojos; se deseaba un milagroso crecimiento instantáneo de aquellos encantos que no estaban en la niña sino en la imaginación de los socios del casino. ...
En la línea 1168
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... La belleza morena picante de Sancha se armonizaba con el esplendor rublo y la hermosura tranquila de Lucrecia, cuyos encantos podían llamarse pasivos. Diversas por su temperamento, se parecían a causa del perpetuo desacuerdo en que vivían con sus esposos. Las dos se quejaban de falta de servicio marital: la una, por estar casada con un adolescente débil; la otra, por los vicios de Juan Sforza, que hacían presentir un pronto divorcio. ...
En la línea 2274
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... El entusiasmo que la joven sentía era como los encantos de una moda que empieza. Iban, pues, los dos amantes, como he dicho, por aquellos altozanos de Vallehermoso, ya entre tejares, ya por veredas trazadas en un campo de cebada, y al fin se cansaron de tanta charla religiosa. A Rubín se le acabó su saber de liturgia, y a Fortunata le empezaba a molestar un pie, a causa de la apretura de la bota. El calzado estrecho es gran suplicio, y la molestia física corta los vuelos de la mente. Habían pasado por junto a los cementerios del Norte, luego hicieron alto en los depósitos de agua; la samaritana se sentó en un sillar y se quitó la bota. Maximiliano le hizo notar lo bien que lucía desde allí el apretado caserío de Madrid con tanta cúpula y detrás un horizonte inmenso que parecía la mar. Después le señaló hacia el lado del Oriente una mole de ladrillo rojo, parte en construcción, y le dijo que aquel era el convento de las Micaelas donde ella iba a entrar. Pareciéronle a Fortunata bonitos el edificio y su situación, expresando el deseo de entrar pronto, aquel mismo día si era posible. Asaltó entonces el pensamiento de Rubín una idea triste. Bueno era lo bueno, pero no lo demasiado. Tanta piedad podía llegar a ser una desgracia para él, porque si Fortunata se entusiasmaba mucho con la religión y se volvía santa de veras, y no quería más cuentas con el mundo, sino quedarse allí encerradita adorando la custodia durante todo el resto de sus días… ¡Oh!, esta idea sofocó tanto al pobre redentor, que se puso rojo. Y bien podía suceder, porque algunas que entraban allí cargadas de pecados se corregían de tal modo y se daban con tanta gana a la penitencia, que no querían salir más, y hablarles de casarse era como hablarles del demonio… Pero no, Fortunata no sería así; no tenía ella cariz de volverse santa en toda la extensión de la palabra, como diría doña Lupe. Si lo fuera, Maximiliano se moriría de pena, se volvería entonces protestante, masón, judío, ateo. ...
Reglas relacionadas con los errores de s;z
Las Reglas Ortográficas de la S
Se escribe s al final de las palabras llanas.
Ejemplos: telas, andamos, penas
Excepciones: alférez, cáliz, lápiz
Se escriben con s los vocablos compuestos y derivados de otros que también se escriben con esta letra.
Ejemplos: pesar / pesado, sensible / insensibilidad
Se escribe con s las terminaciones -esa, -isa que signifiquen dignidades u oficios de mujeres.
Ejemplos: princesa, poetisa
Se escriben con s los adjetivos que terminan en -aso, -eso, -oso, -uso.
Ejemplos: escaso, travieso, perezoso, difuso
Se escribe con s las terminaciones -ísimo, -ísima.
Ejemplos: altísimo, grandísima
Se escribe con s la terminación -sión cuando corresponde a una palabra que lleva esa letra, o cuando otra palabra derivada lleva -sor, -sivo, -sible,-eso.
Ejemplos: compresor, compresión, expreso, expresivo, expresión.
Se escribe s en la terminación de algunos adjetivos gentilicios singulares.
Ejemplos: inglés, portugués, francés, danés, irlandés.
Se escriben s con las sílabas iniciales des-, dis-.
Ejemplos: desinterés, discriminación.
Se escribe s en las terminaciones -esto, -esta.
Ejemplos: detesto, orquesta.
Las Reglas Ortográficas de la Z
Se escribe z y no c delante de a, o y u.
Se escriben con z las terminaciones -azo, -aza.
Ejemplos: pedazo, terraza
Se escriben con z los sustantivos derivados que terminan en las voces: -anza, -eza, -ez.
Ejemplos: esperanza, grandeza, honradez
La X y la S
Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras s;z

El Español es una gran familia
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