Cual es errónea Dioses o Diozez?
La palabra correcta es Dioses. Sin Embargo Diozez se trata de un error ortográfico.
El Error ortográfico detectado en el termino diozez es que hay un Intercambio de las letras s;z con respecto la palabra correcta la palabra dioses
Más información sobre la palabra Dioses en internet
Dioses en la RAE.
Dioses en Word Reference.
Dioses en la wikipedia.
Sinonimos de Dioses.
Errores Ortográficos típicos con la palabra Dioses
Cómo se escribe dioses o diozez?

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Reglas relacionadas con los errores de s;z
Las Reglas Ortográficas de la S
Se escribe s al final de las palabras llanas.
Ejemplos: telas, andamos, penas
Excepciones: alférez, cáliz, lápiz
Se escriben con s los vocablos compuestos y derivados de otros que también se escriben con esta letra.
Ejemplos: pesar / pesado, sensible / insensibilidad
Se escribe con s las terminaciones -esa, -isa que signifiquen dignidades u oficios de mujeres.
Ejemplos: princesa, poetisa
Se escriben con s los adjetivos que terminan en -aso, -eso, -oso, -uso.
Ejemplos: escaso, travieso, perezoso, difuso
Se escribe con s las terminaciones -ísimo, -ísima.
Ejemplos: altísimo, grandísima
Se escribe con s la terminación -sión cuando corresponde a una palabra que lleva esa letra, o cuando otra palabra derivada lleva -sor, -sivo, -sible,-eso.
Ejemplos: compresor, compresión, expreso, expresivo, expresión.
Se escribe s en la terminación de algunos adjetivos gentilicios singulares.
Ejemplos: inglés, portugués, francés, danés, irlandés.
Se escriben s con las sílabas iniciales des-, dis-.
Ejemplos: desinterés, discriminación.
Se escribe s en las terminaciones -esto, -esta.
Ejemplos: detesto, orquesta.
Las Reglas Ortográficas de la Z
Se escribe z y no c delante de a, o y u.
Se escriben con z las terminaciones -azo, -aza.
Ejemplos: pedazo, terraza
Se escriben con z los sustantivos derivados que terminan en las voces: -anza, -eza, -ez.
Ejemplos: esperanza, grandeza, honradez
La X y la S
Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras s;z
Algunas Frases de libros en las que aparece dioses
La palabra dioses puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 993
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Pero el olor de la carne, de la sagrada carne siempre vista de lejos y de la que se hablaba en la gañanía como de un manjar de dioses, pareció marearlas con una embriaguez más intensa que la del vino. Una tras otra, fueron arrojándose sobre los platos, y perdido el primer escrúpulo, comenzaron a devorar como si saliesen de larguísimos ayunos. ...
En la línea 1358
del libro La Bodega
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Pero seguía llenándose el vaso entre bocado y bocado, paladeando el néctar frío y envidiando a los ricos que podían permitirse diariamente este placer de dioses. ...
En la línea 3899
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Se han guardado mucho de decírmelo, y mi mujer por su parte, me ha jurado por todos los dioses que ella no lo sabía. ...
En la línea 6079
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... D'Artagnan encontró que tenían razón al decir que la ven ganza es placer de dioses. ...
En la línea 4211
del libro El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
del afamado autor Miguel de Cervantes Saavedra
... Quiso ver el emperador aquel famoso templo de la Rotunda, que en la antigüedad se llamó el templo de todos los dioses, y ahora, con mejor vocación, se llama de todos los santos, y es el edificio que más entero ha quedado de los que alzó la gentilidad en Roma, y es el que más conserva la fama de la grandiosidad y magnificencia de sus fundadores: él es de hechura de una media naranja, grandísimo en estremo, y está muy claro, sin entrarle otra luz que la que le concede una ventana, o, por mejor decir, claraboya redonda que está en su cima, desde la cual mirando el emperador el edificio, estaba con él y a su lado un caballero romano, declarándole los primores y sutilezas de aquella gran máquina y memorable arquitetura; y, habiéndose quitado de la claraboya, dijo al emperador: ''Mil veces, Sacra Majestad, me vino deseo de abrazarme con vuestra Majestad y arrojarme de aquella claraboya abajo, por dejar de mí fama eterna en el mundo''. ...
En la línea 1500
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... La muchacha envidiaba a los dioses de Homero que vivían como ella había soñado que se debía vivir, al aire libre, con mucha luz, muchas aventuras y sin la férula de un aya semi-inglesa. ...
En la línea 14180
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¡Oh, qué cosas tan nuevas encuentro en estos libros que apenas entendía en Loreto! Los dioses, los héroes, la vida al aire libre, el arte por religión, un cielo lleno de pasiones humanas, el contento de este mundo. ...
En la línea 176
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Otro humanista todavía más escéptico, Becadelli, el autor de El hermafrodita, se unía a Valla, defendiendo ambos el deleite sensual como soberano bien, y declarando la virginidad voluntaria como un vicio del cristianismo, un crimen contra la benigna Naturaleza. Presentaban los amores de los dioses paganos como regla de vida. Todos los seres del Olimpo, exceptuando a. Minerva, habían conocido el ayuntamiento carnal, y Júpiter, en cuanto dependió de él, no pudo consentir jamás cerca de su persona ninguna virginidad. ...
En la línea 445
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... —No; te amo como antes, como te amaré siempre, y a mi pasión se une un intenso agradecimiento. Tú me hiciste conocer felicidades que nunca había sospechado, y gracias a tu amor me he creído igual a los dioses. Pudiste escoger entre los hombres más famosos; una de tus miradas habría bastado para hacerlos correr nacía ti en ardiente rivalidad, y, sin embargo, te fijaste misericordiosa en mi persona humilde, elevándola hasta la altura de tu belleza. ...
En la línea 578
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Hacía colocar estatuas de los dioses olímpicos, figurando Venus desnuda cerca de la Virgen. ...
En la línea 582
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Los que se dedicaban al placer habían hecho voto de morir jóvenes. Nunca se conoció mayor desprecio por la vida ajena. El que tenia un enemigo .lo asesinaba por sí mismo o valiéndose del auxilio de un mercenario Los grandes mantenían un alquimista de cámara para que les preparase nuevos venenos. La liviandad de esposas e hijas daba origen a terribles venganzas. En la Roma de entonces, raro era el amanecer que no se encontraban en las calles varios cadáveres; pero esto no impedía las arriesgadas aventuras de la noche siguiente. Además, según decían los humanistas, «los favoritos de los dioses deben morir jóvenes», y únicamente los burgueses, vulgares y tímidos, podían aspirar a una monótona vejez. ...
En la línea 392
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Lo único cierto es que Eulame volvió a Liliput, pero no en una simple barca, como la que le trajo a usted, Gentleman-Montaña. Al otro lado de la gran barrera de rocas y espumas levantada por nuestros dioses quedó, según cuentan los cronistas de aquella época, un buque de proporciones inmensas, un verdadero navío de gigantes. Un simple bote salvó el obstáculo de la muralla divina, trayendo hasta nuestras costas a Eulame y a un Hombre-Montaña viejo, seco de cuerpo, con barba blanca, que supongo debió ser su estudioso protector. ...
En la línea 393
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Este tenía el propósito de ir trayendo en la lancha hasta nuestra tierra todos los inventos de su mundo, de que venía repleto el navío enorme; pero nuestros dioses, como aman poco a los gigantes, agitaron el mar sin límites con una furiosa tempestad, y el buque se estrelló contra la barrera de rocas y de espumas. ...
En la línea 397
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... ¡Las cosas que hizo Eulame en poco tiempo! Jamás se conoció en nuestra historia una actividad como la suya. El pueblo no pudo creer que fuese un hombre igual a los demás, y le tuvo por hijo de los dioses. Hasta la industria del país la modificó radicalmente en pocos meses. Implantó entre nosotros todos los progresos mecánicos que había visto en el mundo de los colosos. Nuestros ingenieros, que hasta entonces habían marchado a ciegas, moviéndose siempre dentro del mismo circulo, luego de escuchar las lecciones de Eulame vieron nuevos caminos abiertos ante sus ojos, y se lanzaron por ellos, haciendo descubrimientos con una rapidez vertiginosa, inventando casi instantáneamente lo que había costado tal vez largos años de meditación en el país de los gigantes. ...
En la línea 414
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Y los de Blefuscu se prepararon a su vez para una tercera guerra… . Al mismo tiempo había luchas sangrientas entre los demás países poblados por gentes de nuestra especie. Ninguna nación podía conformarse con sus límites actuales. A la adoración de los antiguos dioses había sucedido la idolatría de unos trapos de colores llamados banderas. Cada uno, con agresivo fetichismo, consideraba que el trapo de su nación era más hermoso que los otros y debía ondear triunfante sobre los países inmediatos. Las gentes separadas por un brazo de mar, un río, una montaña o un bosque, llamados fronteras, se odiaban de un modo feroz, sin haberse visto nunca. Cada país calumniaba al otro, inventando sobre él, las más absurdas mentiras, y estas mentiras las aceptaban las generaciones siguientes sin tomarse el trabajo de comprobarlas. De padres a hijos se perpetuaba la degollina por la simple razón de que los abuelos también se habían degollado. ...
En la línea 4604
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Errores de la teogonía egipcia y persa… Esto reza el epígrafe del capítulo… Pero, criatura, ¿que siempre ha de estar usted metiéndose en lo que no le importa? ¿Qué le va a usted ni qué le viene con que aquellos bárbaros, que ya se murieron hace miles de años, adoraran muchos dioses?… Es gana de meterse en vidas ajenas. ¡Que tenían los dioses por gruesas! Bueno, ¿y qué? ¿Acaso los tiene usted que mantener? Lo que yo digo: es gana de entrometerse. No puedo ver tanta tontería (exaltándose más a cada frase y llegando hasta la cólera); no puedo ver que un cristiano se queme las cejas por averiguar cosas de las cuales ha de sacar lo que el negro del sermón… Que le escondo los libros, que se los quemo… Voy al momento». ...
En la línea 4611
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... —¿Pues no he de querer? Bueno va. Pedradas de esas vengan todos los días, ilustre amigo mío. Iremos… en el bien entendido de que venga Padilla esta noche a quedarse de guardia. Vamos ahora, mi queridísimo colega, a hacer estas píldoras de protoioduro de mercurio. Prepare usted el regaliz y el mucílago de goma arábiga. Receta de cuidado. Mucho ojo… Le digo a usted que no hay ciencia más sublime que la Farmacia. ¡Cuánto más bonita que averiguar si hubo o no tantas o cuántas docenas de dioses! Vamos allá; mucho cuidado con este precioso mercurial. Aviado estará el enfermo para quien sea. No, no le arriendo la ganancia. Pero a fe que se habrá divertido bastante en este mundo con las mozas guapas, y si buenos azotes le cuesta ahora, buenas ínsulas se habrá calzado. ¡Eh!… cuidado con las dosis. No sea usted tan vivo de genio. Mire que va a jorobar al paciente, y la saliva que eche va a llegar hasta aquí… ¡Qué hermosa es la Farmacia! Para mí hay dos artes, la Farmacia y la Música. Ambas curan a la humanidad. La Música es la Farmacia del alma, y la… viceversa, ya usted me entiende. Nosotros, ¿qué somos si no los compositores del cuerpo? Usted es un Rossini, por ejemplo, yo un Beethoven. En uno y otro arte todo es combinar, combinar. Llámanse notas allá, aquí las llamamos drogas, sustancias; allá sonatas, oratorios y cuartetos… aquí vomitivos, diuréticos, tónicos, etc… El quid está en saber herir con la composición la parte sensible… ¿Qué le parecen a usted estas teorías?… Cuando desafinamos, el enfermo se muere. ...
Palabras parecidas a dioses
La palabra cenado
La palabra visible
La palabra batea
La palabra adquirido
La palabra pidiera
La palabra escoltado
La palabra cabayero
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