Cual es errónea Combatir o Comvatir?
La palabra correcta es Combatir. Sin Embargo Comvatir se trata de un error ortográfico.
El Error ortográfico detectado en el termino comvatir es que hay un Intercambio de las letras b;v con respecto la palabra correcta la palabra combatir
Errores Ortográficos típicos con la palabra Combatir
Cómo se escribe combatir o conbatir?
Cómo se escribe combatir o combatirr?
Cómo se escribe combatir o sombatir?
Cómo se escribe combatir o comvatir?

la Ortografía es divertida
Reglas relacionadas con los errores de b;v
Las Reglas Ortográficas de la B
Regla 1 de la B
Detrás de m se escribe siempre b.
Por ejemplo:
sombrío
temblando
asombroso.
Regla 2 de la B
Se escriben con b las palabras que empiezan con las sílabas bu-, bur- y bus-.
Por ejemplo: bujía, burbuja, busqué.
Regla 3 de la B
Se escribe b a continuación de la sílaba al- de inicio de palabra.
Por ejemplo: albanés, albergar.
Excepciones: Álvaro, alvéolo.
Regla 4 de la B
Las palabras que terminan en -bundo o -bunda y -bilidad se escriben con b.
Por ejemplo: vagabundo, nauseabundo, amabilidad, sociabilidad.
Excepciones: movilidad y civilidad.
Regla 5 de la B
Se escriben con b las terminaciones del pretérito imperfecto de indicativo de los verbos de la primera conjugación y también el pretérito imperfecto de indicativo del verbo ir.
Ejemplos: desplazaban, iba, faltaba, estaba, llegaba, miraba, observaban, levantaba, etc.
Regla 6 de la B
Se escriben con b, en todos sus tiempos, los verbos deber, beber, caber, haber y saber.
Regla 7 de la B
Se escribe con b los verbos acabados en -buir y en -bir. Por ejemplo: contribuir, imbuir, subir, recibir, etc.
Excepciones: hervir, servir y vivir, y sus derivados.
Las Reglas Ortográficas de la V
Regla 1 de la V Se escriben con v el presente de indicativo, subjuntivo e imperativo del verbo ir, así como el pretérito perfecto simple y el pretérito imperfecto de subjuntivo de los verbos tener, estar, andar y sus derivados. Por ejemplo: estuviera o estuviese.
Regla 2 de la V Se escriben con v los adjetivos que terminan en -ava, -ave, -avo, -eva, -eve, -evo, -iva, -ivo.
Por ejemplo: octava, grave, bravo, nueva, leve, longevo, cautiva, primitivo.
Regla 3 de la V Detrás de d y de b también se escribe v. Por ejemplo: advertencia, subvención.
Regla 4 de la V Las palabras que empiezan por di- se escriben con v.
Por ejemplo: divertir, división.
Excepciones: dibujo y sus derivados.
Regla 5 de la V Detrás de n se escribe v. Por ejemplo: enviar, invento.
Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras b;v

El Español es una gran familia
Algunas Frases de libros en las que aparece combatir
La palabra combatir puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 2096
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... ? ¡Adiós amistades recientes, respetos nacidos junto al ataúd de un pobre niño! Toda la consideración creada por la desgracia veníase abajo como torre de naipes, desvanecíase como tenue nube, reapareciendo de golpe el antiguo odio, la solidaridad de toda la huerta, que al combatir al intruso defendía su propia existencia. ...
En la línea 2194
del libro La Barraca
del afamado autor Vicente Blasco Ibañez
... Entraba en tierra extranjera, y como soldado que se prepara a combatir apenas cruza la frontera enemiga, Batiste buscó en su faja las municiones de guerra, dos cartuchos con bala y postas, fabricados por él mismo, y cargó su escopeta. ...
En la línea 7116
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... La noche fue por tanto una de las más ruidosas, como se puede suponer, porque en semejantes casos, no se puede combatir la extrema precaución más que con el extremo descuido. ...
En la línea 8442
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Milady, al respirar aquel aire del océano más vivo y más balsámico a la proximidad de la tierra, al con templar todo el poder de aquellospreparativos que ella estaba encargada de destruir, todo el poderío de aquel ejército que ella debía combatir sola -ella mujer-con algunas bolsas de oro, se comparó mentalmente a Judith, la terrible judía, cuando penetró en el campa mento de los Asirios y cuando vio la masa enorme de carros, de caba llos, de hombres y de armas que un gesto de su mano debía disipar como una nube de humo. ...
En la línea 8626
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... Apenas si el propio lord de Winter reconoció a la tigresa que un momento antes él se aprestaba a combatir. ...
En la línea 8651
del libro Los tres mosqueteros
del afamado autor Alejandro Dumas
... El tema de apoderarse de la ciudad a viva fuerza, debatido con fre cuencia en el consejo real, había sido descartado siempre; en primer lugar, La Rochelle parecía inconquistable, pues el cardenal, dijera lo que dijera, sabía de sobra que el horror de la sangre derramada en este encuentro, en que franceses debían combatir contra franceses, era un movimiento retrógrado de sesenta años impreso en la política, y el cardenal era en aquella época lo que hoy se denomina un hombre de pro greso. ...
En la línea 7104
del libro La Biblia en España
del afamado autor Tomás Borrow y Manuel Azaña
... Mi propio hijo, que tiene siete años, fué a combatir la _ayana_, y él solo recogió cinco libras de huevos, huevos que la _ayana_ había dejado bajo la arena, y se los llevó al cónsul, y el cónsul pagó el precio. ...
En la línea 10912
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... ¿Qué cosa mejor que aquella pasión ideal, aquel afán por una buena obra, aquella abnegación, a que se proponía entregarse, para combatir la tentación cada vez más temible del recuerdo de Mesía, que estaba en Palomares enamorado de la ministra?. ...
En la línea 11091
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Pero además, se nos ocurre preguntar: ¿Es muy higiénico que ciertos roedores se introduzcan en el seno del hogar para ir minando poco a poco y con influencia deletérea y pseudo-religiosa, la paz de las familias, la tranquilidad de las conciencias? Si todos los elementos liberales, sin exageraciones, de nuestra culta capital no aúnan sus esfuerzos para combatir al poderoso tirano hierocrático que nos oprime, pronto seremos todos víctimas del fanatismo más torpe y descarado. ...
En la línea 13362
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Y crea usted que yo no le quería a usted mal, pero como mi propósito era combatir el fanatismo, al clero en general. ...
En la línea 16623
del libro La Regenta
del afamado autor Leopoldo Alas «Clarín»
... Y poco después, mientras Benítez traía a la vida con antiespasmódicos a la Regenta y recetaba nuevas medicinas para combatir peligros nuevos, complicaciones del sistema nervioso, Frígilis en el tocador leía la carta del que siempre llamaba ya para sus adentros cobarde asesino; y después de leer el papel asqueroso, lo arrugaba entre sus puños de labrador y decía con voz ronca: —¡Idiota! ¡infame! ¡grosero! ¡idiota! Don Álvaro en aquel papel que olía a mujerzuela, hablaba con frases románticas e incorrectas de su crimen, de la muerte de Quintanar, de la ceguera de la pasión. ...
En la línea 271
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Además el descendiente de los caballeros de Játiva, eternos guerreadores contra los moros, publicó inmediatamente cuál iba a ser la verdadera finalidad de su Pontificado: combatir a los turcos hasta reconquistar Constantinopla, que su antecesor, el Pontífice bibliófilo, había dejado perderse con desesperados lamentos, pero sin ninguna medida enérgica que impidiese dicha catástrofe cristiana. ...
En la línea 469
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... —Márchate, si ése es tu capricho. Parte lejos y que se cumpla tu suerte. Eres libre. Me convenzo de que no mereces la vida que has llevado aquí. Tus gustos son ordinarios, como los de todos los seres que necesitan combatir para abrirse paso, conquistando el dinero o el renombre. Amas la vida ruda del luchador. Para ti es un tormento la feliz pereza de los que nacieron únicamente para gozar. No puedes amoldarte a la inactividad de los que ya tenemos nuestro puesto seguro en la vida por el trabajo de otros. Vuelve a la existencia que llevabas en Madrid y que tú me has contado muchas veces, de labores improductivas, de pequeñas luchas, de envidias, de tempestades en un vaso de agua, con la ambición de que tu nombre figure impreso en papeles. Ve a reunirte con tu tío el canónigo, para hablar de historias viejas que a. nadie Interesan. Puedes también ir a ¡loma, al lado de don Arístides y de su hija, esa pobre tontita de Estela, a la que sin duda amas. ¡Dios mío! ¿Cómo no he visto antes todo esto?… Cásate con ella: es la mujer que te conviene; y tened muchos hijos, allá en una casa de Madrid, dentro de un piso como una jaula… ¿Por qué no me dices valientemente la verdad?… ¡Cobarde!… ¡Cobarde!… ...
En la línea 526
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... —El primer Papa Borja, ocupado en combatir a los turcos, apenas construyó. Además, era un jurisconsulto. Alejandro Sexto, más artista, fue ensanchando el Vaticano y quiso adornar los salones papales con azulejos de Manises, encargando pisos enteros a losrajolarius de aquí, tal vez con arreglo a dibujos hechos por el Pinturicchio. Esto último es lo que me tacita averiguar, ...
En la línea 865
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Pajo la infidencia de Ascanio Storza, y deseoso de recobrar las posesiones de la Santa Sede usurpadas por la dinastía de Nápoles, entró Alejandro en una alianza formada por Venecia. Milán y otros estados Italianos. Esta Liga iba a proporcionarle tropas con que combatir a Virgilio Orsim, quitándole los dominios de la Iglesia vendidos indebidamente por Civo, el hijo de Inocencio VIII. ...
En la línea 1410
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Y sus gritos los lanzaban de buena fe, sin ninguna ironía. Lo importante para ellos era hacer la guerra, no parándose en averiguar contra quien la hacían. Marchaban a combatir a los hombres porque estaban en la capital; de haberse encontrado en Balmuff, hubiesen ido a combatir a las mujeres, profiriendo gritos radicalmente contrarios con el mismo entusiasmo y la misma voluntad de ser héroes. ...
En la línea 1410
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Y sus gritos los lanzaban de buena fe, sin ninguna ironía. Lo importante para ellos era hacer la guerra, no parándose en averiguar contra quien la hacían. Marchaban a combatir a los hombres porque estaban en la capital; de haberse encontrado en Balmuff, hubiesen ido a combatir a las mujeres, profiriendo gritos radicalmente contrarios con el mismo entusiasmo y la misma voluntad de ser héroes. ...
En la línea 1571
del libro El paraíso de las mujeres
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... La escuadra del Sol Naciente había zarpado días antes, lo mismo que las flotas aéreas, para combatir a los insurrectos, dejando solamente dos buques a las órdenes del gobierno. Estos buques, mientras Gillespie levantaba sus anclas y saqueaba los almacenes, habían embarcado una parte de sus tripulaciones que se hallaban en tierra con permiso, saliendo del puerto para combatirle, por creer sus capitanes que fuera de él podrían maniobrar mejor contra el barco gigantesco. Reconocían la desigualdad de sus fuerzas al compararlas con el poder ofensivo de este último, pero habían recibido órdenes precisas de los gobernantes -todos ellos de una ignorancia completa en las cosas del mar-, y marchaban al ataque con el heroísmo sombrío del que sabe que va a morir inutilmente. ...
En la línea 2371
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Diciendo esto sacó un cortadillo y se preparó a escanciar corta porción del precioso licor, el cual era un coñac muy bueno que solía usar para combatir sus rebeldes dispepsias. Luego cayó en la cuenta de que antes debía comerse Mauricia el plato de menestra. La presa lo comprendió así, apresurándose a devorar la cena para abreviar. ...
En la línea 2822
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Mientras comieron, Fortunata contemplaba a su marido, más que en la realidad, en sí misma, y de este examen surgía un tedio abrumador, y la antipatía de marras, pero tan agrandada, tanto, que ya no cabía más. Y la perversa no trató de combatir aquel sentimiento; se recreaba en él como en una monstruosidad que tiene algo de seductora. ...
En la línea 4742
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Maxi le miraba con desdén, y el otro, viendo que sus cuchufletas no hacían el efecto de costumbre, púsose más serio y tomó por otros rumbos. Al salir, acompañado hasta la puerta por las dos señoras, les dijo: «Le voy a dar la hatchisschina, o extracto de cáñamo indiano, que es maravilloso para combatir el abatimiento del ánimo, causante de las ideas lúgubres y de la manía religiosa. Efecto inmediato. Verán ustedes… Si se le da a un anacoreta, en seguida se pone a bailar». ...
En la línea 5419
del libro Fortunata y Jacinta
del afamado autor Benito Pérez Galdós
... Se la ofrecieron; pero Ido no la quiso tomar. Amorraba la cabeza entre los brazos cruzados sobre el mármol, y el dueño del establecimiento, mirándole con sorna, le decía: «Aquí no se duermen monas. A dormirlas a la calle». Maxi trató de hacerle levantar la cabeza. «D. José, a usted le convendría tomar duchas y también unas pildoritas de bromuro de sodio. ¿Quiere que se las prepare? Es el tratamiento más eficaz para combatir eso… Dígamelo usted a mí, que durante una temporada he estado como usted… muchísimo peor. Yo inventaba religiones; yo quería que todo el género humano se matara; yo esperaba el Mesías… Pues aquí me tiene tan sano y tan bueno». ...
En la línea 546
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —¡Miedo yo! Por supuesto que no, milord. Pero aquí no se trata de combatir, sino de asesinar a un hombre. ...
En la línea 604
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —¡Miedo yo! Por supuesto que no, milord. Pero aquí no se trata de combatir, sino de asesinar a un hombre. ...
En la línea 969
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... No había necesidad de combatir, pues el buque, a pesar suyo, tuvo que dejarse arrastrar hacia el norte. En muy pocos minutos se alejó lo suficiente para que su artillería resultara inútil. ...
En la línea 2028
del libro Sandokán: Los tigres de Mompracem
del afamado autor Emilio Salgàri
... —¿Y si caemos bajo el peso del número? Tú sabes que los ingleses están aliados con los holandeses para combatir la piratería. Podrían unirse las dos flotas y dar un golpe mortal a Mompracem. ...
Más información sobre la palabra Combatir en internet
Combatir en la RAE.
Combatir en Word Reference.
Combatir en la wikipedia.
Sinonimos de Combatir.
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