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La palabra vloques
Cómo se escribe

Comó se escribe vloques o bloques?

Cual es errónea Bloques o Vloques?

La palabra correcta es Bloques. Sin Embargo Vloques se trata de un error ortográfico.

El Error ortográfico detectado en el termino vloques es que hay un Intercambio de las letras b;v con respecto la palabra correcta la palabra bloques

Más información sobre la palabra Bloques en internet

Bloques en la RAE.
Bloques en Word Reference.
Bloques en la wikipedia.
Sinonimos de Bloques.

Errores Ortográficos típicos con la palabra Bloques

Cómo se escribe bloques o bloquez?
Cómo se escribe bloques o vloques?

Algunas Frases de libros en las que aparece bloques

La palabra bloques puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 567
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Al día siguiente de nuestro regreso a bordo del Beagle fui con varios oficiales a reconocer una antigua tumba india que había descubierto en la cúspide de una colina próxima. Dos inmensos bloques de piedra, que pesarían por lo menos dos toneladas cada uno, habían sido colocados delante de un saliente de la roca, que tendría próximamente seis pies de elevación. En el fondo de la tumba, y sobre la roca había una capa de tierra como de un pie de espesor, tierra que deberían haber traído del llano. Por encima de esta capa de tierra, una especie de embaldosado hecho de piedras planas sobre las cuales habían apilado una gran cantidad de piedras como para llenar el espacio comprendido entre el reborde de la roca y los dos grandes bloques. Y por último, para completar el monumento, habían desprendido los indios del saliente de la roca un fragmento considerable que descansaba sobre los dos bloques. Reconocimos esta tumba sin lograr encontrar en ella ni huesos ni otro resto alguno. Los huesos deberían haberse pulverizado desde hacía mucho tiempo, en cuyo caso sería la tumba muy antigua; porque yo he encontrado en otro punto montones de piedras más pequeñas, debajo de las cuales he descubierto algunos fragmentos de huesos que todavía pude reconocer como pertenecientes a un hombre. Falconer refiere que se entierra al indio allí donde muere; pero que más adelante sus parientes recogen con cuidado los huesos para depositarlos a orillas del mar sea cual fuere la distancia que para esto haya que recorrer. ...

En la línea 567
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Al día siguiente de nuestro regreso a bordo del Beagle fui con varios oficiales a reconocer una antigua tumba india que había descubierto en la cúspide de una colina próxima. Dos inmensos bloques de piedra, que pesarían por lo menos dos toneladas cada uno, habían sido colocados delante de un saliente de la roca, que tendría próximamente seis pies de elevación. En el fondo de la tumba, y sobre la roca había una capa de tierra como de un pie de espesor, tierra que deberían haber traído del llano. Por encima de esta capa de tierra, una especie de embaldosado hecho de piedras planas sobre las cuales habían apilado una gran cantidad de piedras como para llenar el espacio comprendido entre el reborde de la roca y los dos grandes bloques. Y por último, para completar el monumento, habían desprendido los indios del saliente de la roca un fragmento considerable que descansaba sobre los dos bloques. Reconocimos esta tumba sin lograr encontrar en ella ni huesos ni otro resto alguno. Los huesos deberían haberse pulverizado desde hacía mucho tiempo, en cuyo caso sería la tumba muy antigua; porque yo he encontrado en otro punto montones de piedras más pequeñas, debajo de las cuales he descubierto algunos fragmentos de huesos que todavía pude reconocer como pertenecientes a un hombre. Falconer refiere que se entierra al indio allí donde muere; pero que más adelante sus parientes recogen con cuidado los huesos para depositarlos a orillas del mar sea cual fuere la distancia que para esto haya que recorrer. ...

En la línea 581
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... Casi no puede pretenderse que sea un cambio de temperatura lo que haya destruido hacia la misma época los habitantes de las latitudes tropicales, templadas y árticas de las dos partes del globo. Las investigaciones de Mr. Lyell nos enseñan de un modo positivo que en la América septentrional, los grandes cuadrúpedos han vivido después del período durante el cual los hielos transportaban bloques de roca a latitudes en que las montañas de hielo no existen hoy. Razones concluyentes, aunque indirectas, nos permiten afirmar que en el hemisferio meridional vivía también el macranchenia en una época muy posterior a la de los grandes transportes por los hielos. ¿Ha destruido el hombre, como ha querido hacerse creer, al inmenso megaterio y a los otros desdentados, después de haber penetrado en la América meridional? Por lo menos hay que atribuir a otra causa la destrucción del pequeño tucutuco en Bahía Blanca y la de los numerosos ratones fósiles y otros pequeños cuadrúpedos der Brasil. Nadie se atrevería a sostener que una sequía, aún más terrible que las que tantos estragos causan en las provincias de la Plata, haya podido traer la destrucción de todos los individuos, de todas las especies desde la Patagonia meridional hasta el estrecho de Behring. ...

En la línea 597
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... 26 de abril.- Observamos hoy un cambio notable en la estructura geológica de las llanuras. Desde nuestra salida había examinado con atención la grava del río, y durante los dos últimos días, noté la presencia de algunos guijarros formados de basalto muy celular. Estos fragmentos aumentaron en número y volumen, aunque ninguno llegó al tamaño de la cabeza de un hombre. Esta mañana aparecen, sin embargo, piedras de la misma especie y mayor tamaño que de improviso se hacen más abundantes, y al cabo de media hora observamos a cinco o seis millas de distancia el rincón angular de una gran plataforma de basalto. En la base de esta plataforma borbotea el río sobre los bloques caídos en su lecho. En el espacio de 28 millas se encuentra el río llenó de estas masas basálticas. Por debajo de este punto se encuentran también en gran número, inmensos fragmentos de rocas primitivas pertenecientes a la formación errática. Ningún fragmento de magnitud considerable ha sido arrastrado a más de tres o cuatro millas por la corriente del río. Ahora bien, considerando la velocidad extraordinaria del gran volumen de agua que corre por el Santa Cruz; considerando que en ningún punto se produce remanso alguno, se tiene un ejemplo fehaciente del escaso poder de los ríos para acarrear fragmentos de mediano tamaño. ...

En la línea 162
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Muchas iglesias se han venido al suelo faltas de reparación. El Coliseo perdía una parte de sus arcos: el Palatino servía de pradera a caballos y cabras, y en el Foro pacían manadas de vacas. Ciertas familias feudales que dominaban a Roma iban empleando estatuas y columnas de mármol para hacer muros, escaleras, umbrales de puertas y hasta cuadras y pocilgas. Si algunas obras antiguas conseguían salvarse, era por permanecer ocultas bajo cascotes y malezas. Los monumentos de la Roma clásica servían de canteras inagotables, proporcionando bloques a los edificios en construcción y a las fábricas de cal. ...

En la línea 2384
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... ¡Ah! ¡Cómo sentí que me faltara el tiempo para descender, como hubiera querido, las pendientes abruptas de la montaña y recorrer completamente ese continente inmenso que, sin duda, debió unir África y América, y visitar sus ciudades antediluvianas! Allí se extendían tal vez Majimos, la guerrera, y Eusebes, la piadosa, cuyos gigantescos habitantes vivían siglos enteros y a los que no faltaban las fuerzas para amontonar esos bloques que resistían aún a la acción de las aguas. Tal vez, un día, un fenómeno eruptivo devuelva a la superficie de las olas esas ruinas sumergidas. Numerosos volcanes han sido señalados en esa zona del océano, y son muchos los navíos que han sentido extraordinarias sacudidas al pasar sobre esos fondos atormentados. Unos han oído sordos ruidos que anunciaban la lucha profunda de los elementos y otros han recogido cenizas volcánicas proyectadas fuera del mar. Todo ese suelo, hasta el ecuador, está aún trabajado por las fuerzas plutónicas. Y quién sabe si, en una época lejana, no aparecerán en la superficie del Atlántico cimas de montañas ignívomas formadas por las deyecciones volcánicas y por capas sucesivas de lava. Mientras así soñaba yo, a la vez que trataba de fijar en mi memoria todos los detalles del grandioso paisaje, el capitán Nemo, acodado en una estela musgosa, permanecía inmóvil y como petrificado en un éxtasis mudo. ¿Pensaba acaso en aquellas generaciones desaparecidas y las interrogaba sobre el misterio del destino humano? ¿Era ése el lugar al que ese hombre extraño acudía a sumergirse en los recuerdos de la historia y a revivir la vida antigua, él que rechazaba la vida moderna? ¡Qué no hubiera dado yo por conocer sus pensamientos, por compartirlos, por comprenderlos! ...

En la línea 2393
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... En efecto, el Nautilus navegaba a unos diez metros tan sólo del suelo formado por la llanura de la Atlántida. Corría como un globo impulsado por el viento por encima de las praderas terrestres; pero más apropiado sería decir que nos hallábamos en aquel salón como en el vagón de un tren expreso. Los primeros planos que pasaban ante nuestros ojos eran rocas fantásticamente recortadas, bosques de árboles pasados del reino vegetal al mineral y cuyas inmóviles siluetas parecían gesticular bajo el agua. Había también grandes masas pétreas alfombradas de ascidias y de anémonas, entre las que ascendían largos hidrófitos verticales, y bloques de lava extrañamente moldeados que atestiguaban el furor de las expansiones plutónicas. ...

En la línea 2426
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... -Yo no le llamo «tierra» a esto -replicó el canadiense-. Y además no estamos encima, sino debajo. Entre la base de las paredes de la montaña y las aguas del lago se extendía una orilla arenosa, que en algunos lugares llegaba a medir quinientos pies de anchura. Sobre la arena era fácil dar la vuelta al lago. Pero la base de las altas paredes formaba un suelo atormentado sobre el que yacían en un pintoresco amontonamiento bloques volcánicos y enormes piedras pómez. Todas esas masas disgregadas, recubiertas de un esmalte pulimentado por la acción de los fuegos subterráneos, resplandecían bajo la luz eléctrica del fanal. La polvareda micácea que levantaban nuestros pasos sobre la orilla se dispersaba en un revoloteo chispeante. ...

En la línea 2435
del libro Veinte mil leguas de viaje submarino
del afamado autor Julio Verne
... Continuamos la ascención por rampas cada vez más empinadas y estrechas. De vez en cuando había que franquear las profundas excavaciones que las cortaban de trecho en trecho, y desviar la marcha ante grandes bloques cortados a pico. A veces, debíamos marchar a gatas e incluso reptar sobre el vientre. Pero gracias a la habilidad de Conseil y a la fuerza del canadiense pudimos sortear todos los obstáculos. ...


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Te vas a reir con las pifia que hemos hemos encontrado cambiando las letras b;v

Reglas relacionadas con los errores de b;v

Las Reglas Ortográficas de la B

Regla 1 de la B

Detrás de m se escribe siempre b.

Por ejemplo:

sombrío
temblando
asombroso.

Regla 2 de la B

Se escriben con b las palabras que empiezan con las sílabas bu-, bur- y bus-.

Por ejemplo: bujía, burbuja, busqué.

Regla 3 de la B

Se escribe b a continuación de la sílaba al- de inicio de palabra.

Por ejemplo: albanés, albergar.

Excepciones: Álvaro, alvéolo.

Regla 4 de la B

Las palabras que terminan en -bundo o -bunda y -bilidad se escriben con b.

Por ejemplo: vagabundo, nauseabundo, amabilidad, sociabilidad.

Excepciones: movilidad y civilidad.

Regla 5 de la B

Se escriben con b las terminaciones del pretérito imperfecto de indicativo de los verbos de la primera conjugación y también el pretérito imperfecto de indicativo del verbo ir.

Ejemplos: desplazaban, iba, faltaba, estaba, llegaba, miraba, observaban, levantaba, etc.

Regla 6 de la B

Se escriben con b, en todos sus tiempos, los verbos deber, beber, caber, haber y saber.

Regla 7 de la B

Se escribe con b los verbos acabados en -buir y en -bir. Por ejemplo: contribuir, imbuir, subir, recibir, etc.

Excepciones: hervir, servir y vivir, y sus derivados.

Las Reglas Ortográficas de la V

Regla 1 de la V Se escriben con v el presente de indicativo, subjuntivo e imperativo del verbo ir, así como el pretérito perfecto simple y el pretérito imperfecto de subjuntivo de los verbos tener, estar, andar y sus derivados. Por ejemplo: estuviera o estuviese.

Regla 2 de la V Se escriben con v los adjetivos que terminan en -ava, -ave, -avo, -eva, -eve, -evo, -iva, -ivo.

Por ejemplo: octava, grave, bravo, nueva, leve, longevo, cautiva, primitivo.

Regla 3 de la V Detrás de d y de b también se escribe v. Por ejemplo: advertencia, subvención.

Regla 4 de la V Las palabras que empiezan por di- se escriben con v.

Por ejemplo: divertir, división.

Excepciones: dibujo y sus derivados.

Regla 5 de la V Detrás de n se escribe v. Por ejemplo: enviar, invento.


la Ortografía es divertida

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