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La palabra hadmitiendo
Cómo se escribe

Comó se escribe hadmitiendo o admitiendo?

Cual es errónea Admitiendo o Hadmitiendo?

La palabra correcta es Admitiendo. Sin Embargo Hadmitiendo se trata de un error ortográfico.

La falta ortográfica detectada en la palabra hadmitiendo es que se ha eliminado o se ha añadido la letra h a la palabra admitiendo

Más información sobre la palabra Admitiendo en internet

Admitiendo en la RAE.
Admitiendo en Word Reference.
Admitiendo en la wikipedia.
Sinonimos de Admitiendo.

Errores Ortográficos típicos con la palabra Admitiendo

Cómo se escribe admitiendo o hadmitiendo?

Algunas Frases de libros en las que aparece admitiendo

La palabra admitiendo puede ser considerada correcta por su aparición en estas obras maestras de la literatura.
En la línea 501
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... El perro de pastor acude todos los días a la granja en busca de carne para su comida; en cuanto le dan su ración huye, como si tuviese vergüenza del paso que acaba de dar. Los perros de la casa se le muestran muy hostiles, y el más pequeño de ellos no vacila en atacarle y perseguirle. Pero, en cuanto el perro de pastor se encuentra ya junto a su rebaño, vuélvese y comienza a ladrar; entonces, todos los perros que antes le perseguían huyen a todo correr. Asimismo, una banda entera de perros salvajes hambrientos rara vez, y hasta se me ha dicho que nunca, se atreven a atacar a un rebaño guardado por uno de esos fieles pastores. Todo esto me parece un curioso ejemplo de la flexibilidad de los afectos en el perro. Ya sea salvaje, ya educado de cualquier modo que lo estuviere, conserva un sentimiento de respeto o de temor hacia quienes obedecen a su instinto de asociación. En efecto, no podemos comprender por qué los perros salvajes retroceden ante un solo perro acompañado de su rebaño, sino admitiendo en ellos una especie de idea confusa de que quien va con tanta compañía adquiere cierto 3 A ...

En la línea 582
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ¿Cómo explicar la extinción del caballo? ¿Han faltado los pastos en esas llanuras recorridas después por millones de caballos descendientes de los animales importados por los españoles? ¿Han acaparado las especies nuevamente introducidas el alimento de las grandes razas anteriores? ¿Podemos creer que el capibara haya monopolizado los alimentos del toxodon, el guanaco de los macranchinia, los pequeños desdentados actuales, los de sus numerosos prototipos gigantescos? No hay de seguro, en la larga historia del mundo, fenómeno más extraño que las inmensas exterminaciones, tan a menudo repetidas, de sus habitantes. Si examinamos, no obstante, este problema bajo otro punto de vista, parecerá tal vez menos oscuro. Olvidamos demasiado lo poco que conocernos las condiciones de existencia de cada animal; no pensamos que algún freno trabaja constantemente para impedir la multiplicación demasiado rápida de todos los seres organizados que viven en estado natural. Por término medio, la cantidad de alimento permanece constante; la propagación de los animales tiende, por el contrario, a establecerse en proporción geométrica Pueden demostrarse los sorprendentes efectos de esta rapidez de propagación por lo que sucede con los animales europeos que han recobrado la vida salvaje en América Todo animal en estado natural se reproduce con regularidad; y sin embargo, en una especie fijada por largo tiempo, se hace necesariamente imposible un gran crecimiento en número, y es preciso que obre un freno de esta o de la otra manera. Es, sin embargo, muy raro que podamos decir, con certeza, hablando de tal o cual especie, en qué período de la vida, o en qué época del año, o en qué intervalos, cortos o largos, comienza a obrar este freno o cuál es su verdadera naturaleza. De aquí proviene, sin duda, que tan poco nos sorprende el ver que de dos especies muy semejantes por sus costumbres sea una muy rara y la otra abundante en la misma región, o que una especie abunda en una región, y otra que ocupa la misma posición en la economía de la naturaleza abunda en una región próxima que difiere muy poco por sus condiciones generales. Si se pregunta la causa de estas modificaciones, inmediatamente se contesta que provienen de ligeras diferencias en el clima, en la alimentación o en el número de enemigos. Pero rara vez podemos, aun admitiendo que podamos alguna, indicar la causa precisa y el modo de acción del freno. ...

En la línea 804
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... La extensión de los ventisqueros hasta el mar debe, creo, depender principalmente (admitiendo, por descontado, que haya cantidad suficiente de nieve en la región superior) de la poca elevación del límite de las nieves perpetuas en montañas escarpadas próximas a la costa ...

En la línea 832
del libro Viaje de un naturalista alrededor del mundo
del afamado autor Charles Darwin
... ... r otra parte, un cadáver arrastrado por las aguas a un punto poco profundo del océano Artico se conservaría indefinidamente, admitiendo, sin embargo, que hubiese sido cubierto pronto por una capa de lodo bastante gruesa, para que el calor de las aguas en verano no penetrase hasta él, y advirtiendo también que la capa protectriz fuese suficientemente espesa para que, al transformarse el fondo del mar en tierra, no penetrase hasta él el calor del aire y le corrompiese. ...

En la línea 412
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Le parecían organizados los placeres casi lo mismo que en los tiempos prehistóricos, faltos de una dirección racional y previsora, admitiendo todos los humanos como dogma indiscutible la fijeza eterna de las pasiones verdaderas ; y precisamente si éstas alegran nuestra vida es porque se renuevan, gracias al deseo de nuevos cambios que nos acompañan hasta la muerte. ...

En la línea 1043
del libro A los pies de Vénus
del afamado autor Vicente Blasco Ibáñez
... Y contestó finalmente al embajador admitiendo sus consejos. Estaba dispuesto al matrimonio, siendo don Aristídes quien debía arreglar lo necesario para que se realizase. ...

Reglas relacionadas con los errores de h

Las Reglas Ortográficas de la H

Regla 1 de la H Se escribe con h todos los tiempos de los verbos que la llevan en sus infinitivos. Observa estas formas verbales: has, hay, habría, hubiera, han, he (el verbo haber), haces, hago, hace (del verbo hacer), hablar, hablemos (del verbo hablar).

Regla 2 de la H Se escriben con h las palabras que empiezan con la sílaba hum- seguida de vocal. Observa estas palabras: humanos, humano.

Se escriben con h las palabras que empiezan por hue-. Por ejemplo: huevo, hueco.

Regla 3 de la H Se escriben con h las palabra que empiezan por hidro- `agua', hiper- `superioridad', o `exceso', hipo `debajo de' o `escasez de'. Por ejemplo: hidrografía, hipertensión, hipotensión.

Regla 4 de la H Se escriben con h las palabras que empiezan por hecto- `ciento', hepta- `siete', hexa- `seis', hemi- `medio', homo- `igual', hemat- `sangre', que a veces adopta las formas hem-, hemo-, y hema-, helio-`sol'. Por ejemplo: hectómetro, heptasílaba, hexámetro, hemisferio, homónimo, hemorragia, helioscopio.

Regla 5 de la H Los derivados de palabras que llevan h también se escriben con dicha letra.

Por ejemplo: habilidad, habilitado e inhábil (derivados de hábil).

Excepciones: - óvulo, ovario, oval... (de huevo)

- oquedad (de hueco)

- orfandad, orfanato (de huérfano)

- osario, óseo, osificar, osamenta (de hueso)


Mira que burrada ortográfica hemos encontrado con la letra h


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